Y sí. Como lo prometimos (?) llega el momento de cubrir el partido.
Ahora, no sé por dónde empezar. Tenía un video pero se grabó mal (?), así que este blog seguirá sin contenido multimedia por un tiempo más. Por lo pronto, cabe decir que se me hizo tarde. Salí con confianza, de cualquier manera, pero apurando el paso desde la estación.
El viaje transcurrió con rapidez y, al llegar a Avellaneda, lo de siempre; agarrar Díaz Vélez hasta que se corta. Ya de lejos - seis, siete cuadras - se escuchaban los cantos de la hinchada. Inconsciente a esa altura de que tenía el tiempo justo, no me apuré sino hasta las últimas cuadras. Pasé el control policial y, carnet provisorio (?) en mano, me mandé hasta la entrada.
Entrada que vislumbró más complicada de lo que esperaba. El acceso a la cancha te deja en la Puerta 3. A menos de cinco minutos de las 16.10, un grupo de socios se arremolinaba furioso ante los policías que custodiaban el acceso a la popular, luego de lo cual salían corriendo. Indagué (?) y un escueto agente de la ley (?) balbuceó "puertas 21 y 23". Quedaban a 150 metros.
Con el pique le ganaba a Usain Bolt (?) así nomás. Me acerqué hasta la puerta 21, con más presencia policial que la anterior. Unos seis efectivos armaron un cordón para impedir el paso, uno de los cuales me puso el bastón prácticamente en los dientes. Luego de unos minutos de forcejeo, de "¿Así no' tratan a lo' socio' eh, EH?" y demases (?), se nos indicó que pasáramos de dos en dos.
La cancha estaba hasta las manos. El partido no había empezado pero los equipos habían salido. Escasos minutos después, se dio giro a la redonda.
El partido empezó bastante disputado, pero sin fricción. Cuando los equipos recuperaban la pelota, tenían buenas intenciones, pero con imprecisiones al momento de dar el último pase. Toranzo no podía hacer pie en el medio y el equipo quedaba fragmentado. Así y todo pudo vulnear al fondo de Independiente con el pelotazo frontal. Así, en uno de esos, quedó habilitado Teo Gutierrez, que perdió la dividida con Assman (de gran partido) y en la segunda jugada, tras el despeje del uno Rojo, un rebote en Lugüercio casi se mete en el arco.
Se rebeló Independiente; al momento sacó un córner por derecha, de la mano del Pato Rodriguez, que tuvo un duelo intenso con Pillud en los primeros minutos. "Ya veo que en la primera que tienen va adentro y la reputa madre que los parió" (?) decía un flaco atrás mío. Muy lejos no estuvo porque el cabezazo, del payaso en contra, pegó en el travesaño. Ahí casi nos infartamos varios. Es que la defensa la tenía parda en su costado derecho, y nuestro arquero era un desastre. Pero no por mucho tiempo más iba a durar la incertidumbre. El Rojo inquietó con ese tiro de esquina, con un remate de Núñez que despejó Fernández, y con intentos tibios de Silvera. No mucho más. Por nuestra parte, teníamos espacio atrás de Fredes, con Licht y Lugüercio haciéndole el loco a Tuzzio, pero con el defensor ex River y San Lorenzo ingeniándose para abortar nuestros intentos, a punto tal que no pudimos hacer daño por ahí. No obstante, sí prosperamos por derecha, aunque sólo sacamos centros y algún corner.
El partido era el de dos rivales midiéndose, a ver cuál bajaba la guardia. Pregunté cuánto faltaba, bajó un "Salí del vestuario Toranzoooo" y el Pato se ve que escuchó (?) porque en la primera que tocó para adelante (fue todo para el costado o para atrás, salvo un buen par de cambios de frente), se la dio a Teo que, a pesar de un primer tiempo sacrificado, se iba en debe, principalmente por quedar en offside tantas veces. No obstante se llevó los aplausos por su maniobra, ya repetida hasta el hartazgo y no es para menos. Resolvió con brillo, como los que saben, lo mismo que hizo Hauche (con huevos pero barullero hasta ahí). La gente se vino abajo. Lo grité como un desesperado, mientras me abrazaba y devolvía miradas con otros locos del carajo (?) que lo gritaban con el mismo énfasis que yo.
Y así se fue el primer tiempo y el ahora cortísimo entretiempo. Cantos contra Independiente y esperar a ver cómo se daba el trámite del partido. "Hay que hacer otro" coincidíamos todos "o estos hijos de puta si se despiertan nos hacen seis" (?).
La primer impresión, ya a los cinco minutos, es que el gol les había pegado fuerte. Ya no mordían como antes, Yacob además creció (tuvo un partido impecable) y eso le dio empujón a Toranzo. Sabemos cómo es cuando el Pato está enchufado. Asímismo, la zaga confirmó su buen partido cuando el Pato Rodriguez se pasó a encarar a Cahais, justo el mejor del fondo. No lo pasó nunca. Nos hicimos un festín con Hauche asentado en la derecha, encarando a los centrales mano a mano, aprovechando su lentitud. Aunque con Lugüercio y Licht, pudimos romper por el otro costado, de la mano de Cabrera (ingresado en el entretiempo) que es un 8 sin marca.
Tuvimos varias chances de liquidar el partido, y ninguna entraba. La tribuna, aunque alegre por el buen rendimiento, pedía a gritos un gol que calmara la ansiedad, más sabiendo el historial negativo que tenemos contra Independiente. El remate de Pellerano (que intentó pero no le salió una) fue un reflejo de lo que podía pasar. Hasta que llegó el gol de Teo, otra vez al final. Licht, en su enésimo desborde lo habilitó, así como Assman impidió el enésimo gol (fue la figura de su equipo), aunque no pudo tapar el cabezazo.
Fue la sentencia de un partido que ganamos desde el primer minuto del segundo tiempo. Un alud de calma para todos y el "si fuéramos otro equipo esto era un papelón" (?) y otras yerbas. Quedaban unos minutos para el "oooole" y fue lo último. Los hinchas del Rojo se fueron, y casi cuarenta (!) minutos más tarde, pudimos salir.
Ah, y la vuelta un garrón (?).
(
Dedicado a los hinchas incondicionales de VdL (?), por más laguneros que seamos),