El mejor del año.

Sacando el rendimiento impresionante de Lionel Messi, que metió 41 goles este año (más que varios en toda su carrera), nos referimos al jugador destacado en 2009 en el país, aquel que con sus rendimientos haya puesto a su equipo en la tapa de los diarios y, por qué no, emigrado hacia Europa en junio, durante el invierno.

El podio lo completan:

3) Mario Bolatti: eje principal, cimiento del ataque del equipo más vistoso del año: Huracán, en el primer semestre. Cabeza levantada, técnica para adelante, atrás o para los costados, panorama, impecable pase en corto, remate desde afuera. Trayendo nostalgias de épocas del 5 clásico argentino, extinto con el ataque del doble 5 europeo. Crack por donde se lo mire, Maranga (?) no parece de esta época, pero adaptó un juego que se creía caduco al áspero fútbol local. Metió un gol clave por eliminatorias y ganó el interés de muchos.

2) Mauro Boselli: el mejor delantero del año. Arrancó el semestre como su equipo: metido a full en la copa Libertadores. Se erigió goleador del certamen, con 8 goles, y metió 2 en ese Clausura. Luego, le siguió un torneo de 9 goles, y el Mundial de Clubes, donde cumplió una actuación destacada cuando su equipo lo necesitaba: la final con Barcelona, metiendo un gol en ese partido y siendo figura de su equipo. Inteligencia tremenda para jugar de espaldas al arco, goles en finales y de todo tipo: remate, cabezazo, de pescador. Su gran año como profesional.

1) Javier Pastore: el fútbol argentino siempre saca cracks. Nunca te va a dejar a gamba. Y no fue la excepcioón este año: Pastore explotó de la mano de Cappa, regando de lujos y talento las canchas locales y ganándose en 6 meses un pase a Palermo, de Italia. Gambeta para adelante, pisándola, encarando para adelante, llegando al gol o asistiendo a un compañero. Haciendo daño desde cualquier costado o desde el centro, se ganó hasta la consideración de Maradona, que lo puso contra Catalunya y él no defraudó: tremendo golazo y atrevimiento para hacer lo que siempre (gratamente) hizo: pedirla SIEMPRE. Desde aquí lo reconocemos humildemente y lo pedimos como titular para la selección.