lunes, 6 de abril de 2009

Por qué "Voy de líbero" no banca al Rolfi Montenegro.

El hecho de ser hincha de Racing no va a hacerme ni más ni menos objetivo a la hora de decir que Montenegro me resulta el jugador más antipático de la primera división argentina. Que nos vacune seguidito tampoco es excusa: Sand nos tiene alquilados y le tengo un gran respeto, lo mismo Palermo, Gallardo u otros referentes de otros clubes. Pero quiero exponer por qué este nefasto personaje no goza de la gracia divina (?) de este blog. A saber:
  • Su ego importantísimo. El domingo, después del 1-5 ante Lanús, lo único que tuvo que decir como justificativo fue... Que en una jugada una pelota impactó en el talón del árbitro, siendo este incidente inédito pero bajo NINGÚN concepto definitivo para un partido. Esta falta patológica de autocrítica no es de ahora, no. Repasen los archivos de todas sus declaraciones en un lapso de no menos de 3 años: jamás van a encontrar una crítica al nivel del equipo, ni mucho menos hacia su nivel de juego. El "merecimos ganar" lo dicen todos, pero este muchacho se pasa. Y ni siquiera hizo algo para justificar esa soberbia (como Riquelme, que mal le pese a todos tiene más títulos que muchos clubes de primera juntos, en toda su historia).
  • Los escasísimos picos de rendimiento a lo largo de su carrera. Lo recuerdo jugando bien en Huracán, cuando jugaba con Lucho Gonzalez, en Independiente en dos ocasiones (su primera etapa en 2000, y en 2002 con Gallego, haciendo una dupla grossa con Insua) y un puñado de partidos en River. Ahora, con 30 años encima, recién gana algo de regularidad jugando mediopelo para Independiente, donde ni siquiera juega bien tres partidos seguidos.
  • Su incapacidad para hacerse eje de un equipo. En Huracán estaba Lucho Gonzalez y en el Rojo, Insua, como ya dije. En River tenía a Gallardo. Es un tipo al que la responsabilidad completa le ha quedado grande siempre.
  • Su terrible falta de sangre para los partidos chivos. Es un lugar común, sí, pero no por eso voy a exhimir a este tipo. Salvo contra Racing (punto a su favor), contra los demás grandes tiene un historial larguísimo de pecheadas. Tuvieron que esperar 10 años (Diez) para que le metiera otro gol a Boca.
  • Su fracaso en Europa, y su tendencia a creer que tuvo un paso triunfal en el viejo continente. Sin lugar en el Olympique de Marsella (dueño de su pase y que nunca lo quiso), en Zaragoza, en Osasuna y hasta en el Saturn Ruso, durando un año en todos los clubes mencionados (menos, en algunos casos).
  • Su poco aprecio por las distintas camisetas que tuvo el privilegio de vestir. Primero Huracán, lugar del que se fue - de la mano de un grupo inversor - vendiendo humo que jamás vestiría la camiseta de San Lorenzo, para después jugar en Independiente, y más tarde en River (rivales entre ambos, estos dos últimos). Cabe destacar también el poquísimo compromiso mostrado para con los clubes a lo largo de su carrera, que tiene como vidrieras 7 instituciones en total.
  • Su poco casual presencia, coincidiendo en épocas de conflicto entre jugadores y técnicos. Basta recordar su estadía en el River de Mostaza Merlo, o su actual periplo en Independiente, cuyo plantel lleva abrochados a Burruchaga, Troglio, Borghi y Santoro.

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