viernes, 31 de diciembre de 2010

Se fue el 2010.

De más está hacer un balance como el que hicimos la última vez. Sobre todo porque tendría que haber empezado hace tres días.

Sólo decir desde mi cómoda mecedora (?), que este año me pasó volando, a diferencia del 2009 cómo lo despreeeciooo (?). Me fue bien en lo académico. Y lo digo por la facultad y por Giovanni Moreno, eh (?). La política recrudeció, hasta que murió Néstor Kirchner y cambió todo, aún no sé para qué lado. Pasó el Mundial (hace casi seis meses), nos ilusionamos, no nos comimos el chamuyo de Alemania, puteamos a Otamendi en 40 idiomas (?), una vez más caímos dos partidos antes y nos dolió como siempre...

Son muchas cosas. Para repasar todo tendría que haber hablado de todo aquello sucedido en el año en su momento. Él cumplió la consigna.

Por lo pronto, hoy es día de alzar la copa, mirarse a los ojos y desearse el bien como sólo la última semana de Diciembre puede lograr. Espero de corazón que su 2010 haya sido un buen año y que el 2011 sea mejor, para todos.

¡Felicidades!

viernes, 19 de noviembre de 2010

Que vuelva el largo, que vuelva ya (?)

Dicen que dicen que vuelven los torneos largos. Entrevistas a Grondona dieron a entender que se jugaba otra vez a 38 fechas.

Conviene, a modo de introducción, revisar un poco de historia: cuando empezaron los torneos clausura y apertura yo tenía un año. Fue en la temporada 91/92, siendo el primer torneo Apertura el de el último semestre del '91. River ganó aquel, y Newell's el clausura '92. Seis meses antes, lo que habían ganado el Millo y la Lepra correspondía a la primer y segunda ronda, respectivamente, de torneos anteriores. Para aquellos torneos seguían obteniéndose 2 puntos por victoria, por lo cual River fue campeón, por ejemplo, con 31 puntos. También se empezaba a implementar el sistema de promedios.

Ciertamente, puede alegarse tuvo sus ventajas aumentar la cantidad de torneos disputados en un año (puntualmente, duplicarlos). Por un lado, ya que en aquella época se podía mantener un equipo por cierto tiempo, sumado a la posibilidad económica más que favorable de aquel entonces para traer jugadores (no había euro y estaba el 1 a 1), se podían ver buenos equipos, y aquellos buenos rendimientos eran premiados con más lauros que antes. Ponele (?) que el equipo se caía en las ultimas 8 fechas del torneo largo y se quedaba sin nada. Con este sistema, aquel equipo podía ganar el clausura. Eso pasó con Newell's, de hecho: el Leproso terminó anteúltimo el apertura '91 pero salió campeón en el torneo de cierre de esa temporada. De esa misma manera, aquel conjunto que pegara 15 partidos en buen nivel, o una racha, podía pelear un torneo, aunque en aquella época hubiesen grandes distancias entre los equipos Grandes y los Chicos.

No obstante, las reformas tuvieron sus fallas. El sistema de promedios, concebido como cierto "premio" a los buenos rendimientos, te daba un colchón de puntos en caso de caerte en torneos subsiguientes. De la misma forma, según los detractores, a equipos que llegaban de la B Nacional, encontraban muy complicado permanecer en Primera, ya que pelear contra equipos con promedio alto y que además oscilaba menos (porque dividían por más), era más difícil. Si a eso se suma que salir último en un torneo era anímicamente devastador, a comparación de salir último en la primera ronda de un torneo largo como antes, era pues lógico que descendieran los equipos recién ascendidos.

Al desaguisado de los promedios, le siguió otra iniciativa, que al largo plazo le haría mucho más daño al fútbol vernáculo. Al cambiar los torneos largos por uno corto, se cambiaron también los calendarios. Ahora, la temporada empezaba en un año, y la segunda mitad (Clausura) se dirimía en el siguiente. La razón de este cambio fue adaptar el calendario argentino al fixture de los equipos europeos.
Los primeros perjuicios se vieron al momento de la clasificación a las copas. Habiéndose eliminado la antigua liguilla pre-Libertadores, pasando a clasificar por puntuación (como ahora), el cambio de temporada produjo un "delay" en las clasificaciones. Así, equipos campeones clasificaban directamente... ¡A las Copas del año siguiente! Racing, cuando ganó el Apertura 2001, clasificó a la copa del 2003. Un año y medio después de salir campeón. Y así con todos. Los equipos que afrontaban las copas eran otros, en algunos casos abismalmente distintos, sin sus mejores jugadores y con su buen juego desaparecido.Se tardó más de quince años en corregir.
El otro aspecto nocivo, por decantación, es el vaciamiento. Con esta variación en las temporadas, se le entregó en bandeja a los clubes grandes del Viejo Continente la potestad para contratar jugadores. El mercado largo de ellos es en invierno (ya desde antes jugaban una ronda en un año y la segunda en el otro); el nuestro es en verano, y aún a mano cambiada sigue siéndolo; vasta notar que las pretemporadas se hacen en verano, para afrontar el Clausura. Es inaudito. Pero sí: cambiamos la fecha de finalización de temporada para permitirles comprar.
La jugada de la AFA no tuvo explicación en ese entonces, y hasta hoy no la tiene. Es imposible encontrarle un punto bueno a ese sistema. Claramente fue concebida en un contexto económicamente dichoso para los clubes, pero al primer sacudón financiero del país, los jugadores emigraron en malones y luego de paulatina devaluación hoy, como era de esperarse dado lo cíclico de la economía, que nuestra moneda no vale un mango a comparación de los euros, los dólares, los pibes se van a los 20 años y no es extraño oir que terminan en Ucrania, Grecia, Rumania, Portugal, México, Suiza, entre otros destinos ignotos, que pagan dos monedas a cambio de un jugador. Y eso sin considerar la jodita de la patria potestad. De esa misma forma, los equipos de primera tentaron a jugadores de la B nacional, de Primera pero más carenciados, o a los de equipos recién ascendidos, ampliando aún más la brecha y formando un círculo vicioso, del que se salió achatando el fútbol para todos los equipos.

Pero eso, en esa época, no importó. Estaba el River de Passarella primero y Ramón después, el Velez de Bianchi, el Independiente de Brindisi, el segundo River del Pelado Díaz y el Boca de Bianchi, entre otros equipos de la década fatídica de los '90. Hoy, con todos los clubes con un pasivo gigantesco y en las mismas proporciones de decadencia (emparejados para abajo todos), se pagan esas consecuencias desastrosas. Es posible que en otro giro económico dentro de unos años, el perfil sea más favorable. Mientras, se ve el fútbol que se ve.

Los torneos cortos le infligieron al fobal nacional un daño grave. Pronto después de la reforma, se consideró campeón de un torneo legitimado por la AFA a un equipo que había jugado bien, quizá y como mucho, diez partidos. Hubo, de esa misma manera, campeones inexplicables y jugadores traspasados a Europa con menos de 30 (a veces mucho menos) partidos en primera. Entre tanta mediocridad, era lógico que muchos mediocres (a criterio de quien escribe), valga la redundancia, tomaran exagerada notoriedad y luego detentaran rangos que, en otras circunstancias irrisoriamente cercanas, no hubieran ni podido soñar con ocupar.

Desarmar esta pesadilla de veinte años le daría una nueva vitalidad al fútbol argentino. Acoplando nuevamente el mercado corto europeo (cuando los clubes sólo pueden meter hasta 4 incorporaciones) a nuestro mercado largo (donde caen los matungos (?) de a 20) impediría en gran medida el éxodo. Instaurando un torneo largo dentro de un mismo año y aboliendo los promedios, se daría a todos los equipos una tranquilidad abismalmente mayor para trabajar y una presión menor. Después de eso, el buen fútbol viene solo. Un torneo largo, además, claramente exige una regularidad mayor y cierta jerarquía, a cambio de un prestigio mucho más grande que el de un torneo partido. A eso podría agregarse la disputa de un segundo torneo (al mejor estilo Copa Italia, Copa del Rey o FA Cup), y un desquite entre el ganador de una competencia y otra. Mejorar el balompié (?) desde los escritorios es posible porque desde estos mismos se arruinó todo en primer lugar.

Por eso, un primer paso es necesario. Que vuelva el torneo largo, que vuelva ya.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Jugadores buenos y baratos para el Football Manager 2011.

Y sí, empezamos a darle una mano a los viciosos de siempre (?). Ya dejamos en el relicario (?) la lista para el FM 2010 y ahora empezamos una nueva.

Recién ahora, que le pegué una mirada a muchos jugadores, puedo empezar a recomendar a algunos. Mi primera campaña como técnico la empecé, como no podía ser de otra manera, en Racing. La primera experiencia fue mala: me rajaron a los seis partidos (?). Pero ahí me hicieron la cama me hicieron (?) loco. Tuve que armarme otro usuario y empezar de nuevo con la Acadé. En este me fue un poquito mejor: con un solo refuerzo (el equipo está casi armado pero no tiene recambio) salí campeón invicto y estiré la racha sin perder hasta 26 (2 partidos por copa y el resto torneo local partidos hasta que me atendió Godoy Cruz. Y 20 de esos los gané, eh, incluido un 5-0 al River de Cappa, al que le va peor de lo que le fue en la realidad.

Update (?): mi equipo hecho con dos mangos salio tercero en su segundo campeonato local (sólo por perder con los que estaban adelante mio, Velez y Boca), pero eso queda en un segundo plano porque por segunda edición consecutiva (del juego eh (?)) logré alzarme con la Copa Libertadores. Me cargué mano a mano a Inter y Gremio de Porto alegre (octavos y cuartos, respectivamente), Chivas en semis y Corinthians en la última instancia. Nah, si estos juegos pedorros SON lo mío. Update 2: y me volteé a la Roma en el mundial de Clubes. ¿Qué tal, eh?

Los refuerzos que traje hasta el momento (360 mil euros en total por todos, vendi a Lucero (?) por 600 mil y pagué todo). Ojo con los cupos, que algunos son extranjeros.

- Rodrigo Marangoni (Tolima, a préstamo apenas empecé) - Enganche
- Fabio Rodriguez (a prestamo de Quindío) - Lateral - Volante por izquierda.
- Maximiliano Lugo y Luciano Balbi (Lanús) - laterales izquierdos.
- Jorge Serrano (San Martín de Tucumán) - Lateral-volante por derecha, volante central
- Jonathan Charquero (libre) - delantero. Uruguayo.
- Jorge Correa (Instituto) - Delantero.
- Pedro Galván (crack total, Bnei Yehuda (?) de Israel) - Enganche versatil (?)
- Juan Ojeda (Unión) - Arquero.
- Leonardo Torres (Ñuls) - Arquero.
- Gabriel Moyano (Godoy Cruz) - volante por las dos bandas.
- Carlos Marinelli (Libre) enganche.
- Jonatan Gomez (central) enganche y carrilero por derecha.
- Jonathan cristaldo (Velez): delantero.
- Facundo Agustinoy(instituto): volante central.
- Salvador Ichazo (Uruguay (?)): Arquero. Libre.
- Matias Lequi (libre): Central.
- José Gonçalves (es portugués): Lateral izquierdo.

tip (?): estén siempre atentos a los contratos, cuando vencen (el mismo juego les avisa si un jugador que venis siguiendo rechaza una propuesta de renovación). Ofrecerle un contrato bueno al player puede acercarlo al club. Hice eso con Cristaldo y Gomez, y a mi me la hicieron con Toranzo (así se mueve la mayoria de las transferencias en el juego).
tip 2 (?): miren siempre las inferiores (U20) de los clubes. Sobre todo los de la B nacional. Sí, sí, ya sé. Es saqueo. Pero o se mudan a tu equipo o se van a Europa. Es una guerra esto (?). Ya encontré dos que son cracks, pero no los pongo porque los inventó el juego.

Cualquiera de esos sirve y van bien (los tengo del FM 2010), se les pueden sumar:
- Mota (juega en China (??) pero después cayó en Blackburn, no son boludos en el juego) Delantero. Brasileño
- Marcos Tavares (Eslovenia (?), estos dos tienen valor sentimental, no me juzguen). Delantero brasileño.
- Juan Iturbe (Quilmes). Wing por las dos bandas.
- Alejandro Cabral (Velez). Volante central.
- Denilson (hay varios, el bueno es el que está en EEUU). Wing y delantero. Brasuca claramente.
- Paolo Hurtado (Creo que Alianza Lima) enganche pero muy versatil. Peruano.
- Bruno Montelongo (River (URU)) Volante por izquierda. Supongo que es bueno porque esta a prestamo en Milan y juega (?).

martes, 16 de noviembre de 2010

Ganó River.

Porque tuvo enjundia, tuvo hambre, fue solidario y corrió todas. Todas esas virtudes pueden encarnarse en Almeyda.

Porque desde atrás, con Carrizo invulnerable, con Maidana, Ferrero y Román férreos, El pelado y Acevedo quitando, raspando y comiendose crudo al medio boquense, El trio de creativos muy activo en el primer tiempo y Pavone luchador, comprometido, le alcanzó al Millonario para despachar a Boca que, lisa y llanamente, no tuvo actitud.

Bien por JJ Lopez, que entendió como habia que jugar, y cuando tuvo la ventaja merecida, no tuvo asco en armar una línea de 5 y dejar que Boca se desarme en su impotencia con la pelota y en su único recurso de tirar centros (bien desactivados de arriba).

Sin sobrarle nada, River fue claramente superior. Jugaron como hinchas y, empujados por la gente, tuvieron personalidad para avasallar ganar el partido.

Para Boca, esta vez salir con Riquelme fue como salir con uno menos. Borghi no se le animó a Román y regaló 45 minutos en los cuales su equipo directamente no remató al arco. Battaglia no pesó en la contención y el medio fue empalizada para el Millonario, desde la cual cimentó el dominio del encuentro. De esa misma manera, no se le puede caer a la zaga de un equipo que no para a nadie; Caruzzo, Cellay e Insaurralde son buenos defensores y hoy al menos el ex Argentinos debió irse expulsado (si no por la mano del penal no cobrado, por último recurso a Funes Mori). Clemente, Mendez, Mouche, Palermo y Gimenez fueron un canto a la intrascendencia.

Así las cosas, River creció y aunque no pudo desnivelar en el marcador en la primera parte, desequilibró con Lamela y Pereyra (el mejor del PT). Luego, cuando el partido mostró su cara más opaca, encontró un buen testazo de Maidana y a partir de ahí se sostuvo sin pasar sobresaltos. El doble 5 también se atrevió a jugar y raspar y, aunque por momentos impreciso, fue lo mejor junto al bueno de Jonathan (?) que cumplió la ley del ex y mojó. García, que fue el único a la altura, nada pudo hacer. Todos los demás acompañaron. Todos tiraron para un mismo lado.

Así tiene que ser, en esta época de futbol pobre, para armarse y poder vislumbrar algo mejor.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El fin de la revolución (?).

Después de 18 partidos dirigidos, le dieron el raje a Cappa. 7 ganados, 6 empates y 5 derrotas deja el paso del bueno de Angelito por Núñez. Lamentablemente, el nivel de juego que se esperaba ver nunca apareció; la Banda Roja fue quizás la mayor decepción de este torneo y sigue en promoción habiéndose jugado más de un tercio de la temporada.

Cappa nunca encontró el funcionamiento del equipo. Obviaremos en VdL los últimos partidos del torneo pasado, dirigiendo a un conjunto cansado y vencido, que casi esperaba perder los partidos. Mencionarlos sería una bajeza. Su historia con River, entonces, comienza en el receso de invierno. Presionado por conseguir resultados satisfactorios desde el primer instante, hizo la pretemporada en Salta y pidió refuerzos difíciles de conseguir. El club se las ingenió, de cualquier manera, para contratar buenos jugadores (por nombrar algunos, Carrizo, Pavone y Maidana) para encauzar el proyecto del Tiki Tiki que el ex DT de Huracán poco menos que encarna.

Hubo que calentar motores y, más temprano que tarde, el debut le llegó. River encontró un gol postrero de Funes Mori contra Tigre, en un partido abierto que se resolvió en el minuto 95. El propio juvenil le daría la victoria ante Huracán en la fecha siguiente. Aquel primer tiempo, con Ortega en un nivel brillante, la garra conmovedora de Almeyda y con buena dinámica por derecha, con el tándem Ferrari-Affranchino. No obstante, aquel mismo día se evidenció lo que a la larga se anotaría como un defecto del Millonario: el desgaste a partir del complemento. Aquella jornada en Parque Patricios, lo que arrancó para baile terminó como hazaña, Almeyda, y el triángulo Carrizo, Maidana y Ferrero evitaron la remontada quemera.

Aún así, en River no comen vidrio. Se necesitaban puntos y Cappa los conseguía. El equipo lejos estaba de brillar pero siempre buscó el arco rival, mientras tuvo resto, y no salió a especular jamás. Además, la "falsa ilusión", por demás marketinera, convidó a soñar con salir campeones. Mucho más después del buen partido que ganaría el conjunto de Cappa por su tercera fecha, ante Independiente. Con rendimientos interesantes del debutante Lanzini, el doblete de Funes Mori (que llevaba 4 en 3 fechas y daba a entender que se destapaba), y Carrizo evitando el empate de Silvera con una atajada enorme, sobre el final.

A esta altura, la expectativa estaba por las nubes. El puntero River de Cappa tenía dos paradas bravas de visitante, ante el campeón defensor, Argentinos, fortísimo de local, y ante nada menos que Vélez, serio aspirante al título. Aún cuando era importante sacar puntos y no se veía con malos ojos empatar, se notó una involución en estos dos partidos. Con Argentinos se empató 0 a 0. Mas fue un baño de realidad la derrota con los de Liniers, que dominaron el partido los 90 minutos y demostraron estar un escalón por encima, por tiempo de trabajo, intérpretes y convencimiento.

No obstante, la punta no estaba lejos. Había que jugar con el jodido Arsenal, de local. Ayudó la mística del Monumental, y se ganó 1 a 0 en un partido muy opaco. No obstante, en el exitismo del corto plazo, se achacaba el mal juego del conjunto. Crítica que se agravaría luego de la derrota contra Newell's, allá en Rosario, por 1 a 0 con gol de Borghello de cabeza (?). Aquel día el equipo de Don Angel no tuvo ideas, ni chispa. Se recostó demasiado sobre Ortega y la poca compañía de sus compañeros hizo el resto. La derrota cayó mal porque era necesario no perder de visitante si se quería tener aspiración a algo más que zafar de los promedios.

En la siguiente fecha, la octava, iba Quilmes al Américo Vespucio Liberti. El pobrísimo conjunto, por entonces, de Tocalli, acompañó con tibieza el triunfo del Millonario, que tuvo el primer gol de Pavone y un buen partido de Lamela. De no ser por Trípodi, hubieran sido más goles de diferencia, pero al final del partido sólo un tanto separaba rendimientos diametralmente opuestos. Cuando Caneo cabeceó al gol abajo del arco en el minuto 91, algo se rompió. La idea de pelear el campeonato se terminó instantáneamente. Del mismo modo, la inexplicable sensación de que te empate un equipo que no había ganado aún en el certamen en la última bola del partido, se transmitió desde las enardecidas (?) plateas a los jugadores.

Ese fue el primero de cinco empates consecutivos. Una remontada ante el duro Banfield de Falcioni, 2 a 2 final, el día del debut de Román, fue el segundo. River, con Ferrero borrado cuando era el mejor zaguero, jugó muy nervioso, abusó de la indecision de Pezzotta y empató sobre el final con gol del paraguayo. Aquel día se vio lo peor del Cappa discursivo, polémico y vendehumo. Armó toda una discusión con Falcioni y después trató de hacerse el caballero y negarle entidad a la contestación del bueno de Julio, que será todo lo antifútbol que quieran (para mí no) pero es un caballero al momento de las conferencias y tenía razón para esa confrontación en particular.

A aquel resultado, le siguió el segundo tropezón de local. Gimnasia LP fue a especular y tratar de llevarse un empate a Nuñez. No sólo lo consiguió sino que pudo ganarlo sobre el final. Si bien el resultado fue injusto, y River fue superior, Cappa no tuvo buen tino con los cambios y ese día sacó a Lamela del campo en el entretiempo, cuando era el mejor. Se sumaba al ostracismo con Ferrero y Lanzini. Aquel 0 a 0 contribuyó en gran medida al desgaste de la relación entre Cappa y la gente. Para formar un equipo, según Cappa, había que apostar al 11 de memoria, y su permanente rotación en búsqueda de respuestas inmediatas, creo, perjudicó al equipo.

Luego vendría un partidazo con Godoy Cruz. El local fue superior en el global, pero River se puso en ventaja gracias a dos errores defensivos, que Sigali en contra (?) y Pavone supieron aprovechar. Si bien el nuevo 2 a 2 era un buen resultado, fue un partido áspero, jugado al límite. Al uruguayo Curbelo poco más y le piden reclusión (?) por un planchazo fulero a Lamela, que salió a mostrar el golpe ante las cámaras y armó un revuelo inesperado. Misma historia con el 3-2 que fue mal anulado a Funes Mori. La necesidad imperiosa de triunfos se puso por encima de la racionalidad en los reclamos. Cappa fue nuevamente apercibido por putear hasta en hebreo (?), e irse de la cancha (?) antes del final del partido.

Luego vinieron el último empate con Racing y el mal partido de ayer. River sufrió en la cancha de All Boys, que lo superó en los 90 minutos, y perdió 1 a 0 mientras sus hinchas veían como Fabbiani era la figura de la cancha. Durante estos partidos, Buonanotte recuperó su lugar después de verse relegado, al igual que Ortega, y Lamela perdió consideración, al igual que Affranchino y Pereyra. Ferrero retornó a la zaga por pedido de la gente, postergando a Román.

Con cualquier nombre, de todas maneras, River fue un equipo apático, que se recostó demasiado en jugadores que no eran los idóneos (Buonanotte en recuperación, Ortega de vuelta, los pichones Lamela y Lanzini), que mostró retrocesos defensivos de pesadilla y que no tuvo ideas para buscar abrir los partidos, aunque sí voluntad desde el banco de torcer la historia, mandando al equipo adelante.

Cappa se fue dejando más incertidumbres que aciertos, y se convierte en el primer chasco dirigencial de Passarella desde el banco. No vamos a redundar en el poco tiempo que tuvo para desarrollar su concepto, pero es necesario aclarar que Cappa en este caso sabía que jugaba contra el reloj y que el jogo bonito debía aparecer de inmediato, como aquella vez en Huracán. La chatura de su equipo a lo largo del torneo no se condice con una posición aceptable en una tabla en la que el decimoctavo está sólo a doce puntos del tercero.

Quizás, en retrospectiva, hubiese sido mejor llamar a alguien con más espalda y pergaminos para bancar el mal momento, antes que bancar una ideología. Ahora mismo, opino que la mejor opción es el Tolo Gallego, tipo que a pesar de ser un puto (?) es campeón con el club, "del riñón", maneja conceptos claros y ya sabe de dirigir a un grande en apuros; demostró en su paso por Independiente.

El margen se está terminando y es necesario redondear una buena campaña para afianzarse el torneo que viene. Ahora mismo viene Boca, habrá un DT interino y salvar el año será complicado. Pero todavía hay tiempo.

martes, 2 de noviembre de 2010

Dios sí que da pan...

En charlas con amigos, a veces café y a veces cerveza por medio, me preguntaba como Ramón Díaz no dirige la selección. Ojo, que este espacio de reflexión no engañe al lector: en vivo y en directo, mi "¿Pero QUÉ TENGO QUE HACER para que llamen a Ramón?" (?) era todo bronca.

Porque otra vez se hizo todo mal. Cuando llamaron a Maradona al banco de la selección, lamentamos la no convocatoria del Riojano para el puesto. Una vez en carrera, con las ilusiones recargadas y sabido el aprecio que le tengo al Diego, claramente deseamos que tuviera éxito. El resultado es conocido, y no vale la pena redundar sobre lo que aquí ya se dijo del desempeño del bueno del Dié. Pero desde un principio se dejó en claro en este sitio que lo queríamos al Pelado en la selección. Todavía lo pedimos y lo vamos a seguir pidiendo.

Pero en mi siRamonismo acérrimo (?) me tomé el tiempo de pensar. Acaso el equivocado será uno, que ni en los planes figura el actual técnico del Ciclón. Barajé otras opciones según mis preferencias y los nombres de Bianchi y del Tolo Gallego también eran de mi agrado para comandar a la Albiceleste.

Ninguno de ellos siquiera sonó entre los ternados esta vez. Mala suerte, entonces. Me supe vencido por el establishment (?) y tuve que rebajarme (?) a elegir un predilecto entre los candidatos reales a asumir como DT. Además del interino y ya designado Batista, estaban Sabella y Russo. Cualquiera de los dos me parece mejor DT que el bueno del Checho. Entre ambos, me da exactamente igual. Capaz Russo pero porque esa sonrisa Corega me tiene comprado (?). No sé.

Tampoco importa, venido el caso. Ya que la comisión que eligió al sucesor del Diego para afrontar un "proyecto a largo plazo" (ja) se integró con la decisión tomada. Batista, el interino, sigue en el cargo.

Ahora bien, conviene repasar la tarea del Checho como técnico para darse cuenta de lo pavoroso de la decisión. Pasos espurios por Bella Vista, Chicago, Talleres de Córdoba y Argentinos hace diez años. Un paso olvidable como ayudante de campo de Ruggeri en San Lorenzo (7 a 1 con Boca incluido). Un semestre en Godoy Cruz, equipo que a la postre ascendería a primera, y por último, la dirección del sub 20 desde 2007 al corriente, dejando afuera del mundial a la selección, que es multicampeona y reinante en la categoría de juveniles. Durante ese proceso, dirigió a la selección sub 23 en Beijing, sumando la segunda presea dorada consecutiva en fútbol masculino, con momentos de muy buen juego y una superioridad marcada de principio a fin.

No queremos insinuar que esa selección olímpica ganaba caminando, pero... (?). Ese es el único lauro de la carrera del checho como DT. Y salvo por el partido con España (que fue de Local, acá vinieron varios mejores que la Roja a comerse paseos), ningún rendimiento de la Chechona (!) fue para sacarse el sombrero.

Es nada lo de Batista comparado a lo que lograron otros. Sin mencionar que a varios los avala el buen juego mostrado por sus diversos equipos. Yo no recuerdo un gran juego de un equipo de Batista, al mejor estilo del Huracán de Cappa, el River de Ramón, el rojo del Tolo, ELP con Sabella, Boca con Bianchi o con Russo, Velez con este último, o ahora con Gareca o Lanús con Cabrero y Zubeldía, por citar a otros con menos bombo mediático.

En fin, otra vez se les escapó la tortuga a los de la AFA. VdL sigue siendo hincha de la selesió, como siempre. Pero con estas decisiones y a este ritmo, no tenemos asegurada ni la Copa América que jugamos acá el año que viene. Yo te avisé (?).

sábado, 30 de octubre de 2010

30/10/1960.


Qué sería de VdL sin el fútbol.
Qué sería del fútbol, sin Maradona.
¡Feliz cumpleaños Dié!

miércoles, 27 de octubre de 2010

Néstor Kirchner (1950 - 2010).

Si bien con el devenir del tiempo, aquellos más adeptos en la pluma sabrán recolectar las impresiones y el legado que deja Nestor Kirchner en la vida política argentina de la primer década del siglo, de esta que arrancó y posiblemente de las que vendrán, una primera impresión no tarda en aflorar.

Hablar de política, se da uno cuenta fácilmente, es muy complicado. La mayoría de las charlas transcurren en un camino cuasi filosófico, en el cual se pondera el pensamiento, el ideal antes que la situación, del cual es muy fácil desviarse, lo que dificulta una charla con sustento político real. Tratar temas más puntuales es más aburrido; es imposible convencer al otro si no se está de acuerdo. Lo que logró Kirchner es, sin lugar a dudas, quitarle lo acartonado al debate; sus detractores y seguidores han brindado en este tiempo encarnizados debates, y la opinión pública en torno a su imagen se fragmentó de forma tal que la relación entre un bando y otro tomó un cáriz irreconciliable.

Y es que, afinidades políticas al margen, el pueblo argentino no estaba listo para Kirchner. De su mano, casi que resurgió el debate político de su letargo. Con su discurso agresivo y decisiones radicales (acertadas o no, a criterio del lector), confrontó a grupos y sectores intocables hasta ese momento y expuso a una sociedad inmadura y pendeja que tomó en su mayoría posturas divergentes extremas - y muchas veces irracionales - que trató de defender como se defiende la identidad. Habrá quienes digan que él se aprovechó de esta coyuntura para forjar la popularidad que supo ostentar, cimentada en su personalidad avasallante, como si de un Caudillo se tratara. No será más que una arista, con una vuelta de tuerca dirán otros, de la personalidad y la dimensión que tomó su figura en muchos sectores de la sociedad en los últimos años, y posiblemente crezca en los que vienen.

Una mejor lectura del tema la dio este muchacho.

lunes, 25 de octubre de 2010

A corto y muy corto plazo (II).

Allá por Febrero se me ocurrió escribir este post cuando rajaron a Vivas de Racing. Indignadísimo estaba, eh (?). Si bien aquel posteo contiene otros elementos, el tema que me atañe en el corriente (?) tiene relación con aquél.

Sabemos ya, el Turco Mohamed, hoy técnico de Independiente, dirigió dos años y medio a Colón, equipo con el cual realizó grossas campañas, metido en los primeros puestos, incursionó en la Libertadores (no pudo pasar del repechaje pero le hizo dos partidazos a la U de Chile) y subió a varios pibes que le significaron al Sabalero una recapitalización considerable, aunque la mayoría fueran jugadores grandes.

Lo de Mohamed en Santa Fe constituye - quizás junto con Zubeldía al mando de Lanús - lo que podría considerarse el arquetipo moderno del largo plazo en Argentina. Amparado por resultados positivos en una institución sin apuros de ningún tipo - ya sean deportivos o económicos - el ex jugador y DT Quemero pudo plasmar sus conocimientos en un plantel que supo jugar muy buenos partidos de fútbol.

Hasta que llegó la debacle total (?). Durante este mismo torneo, una seguidilla de malos resultados impensada, para propios y extraños dados los antecedentes, alejó al bueno del Turco del banco del Negro santafecino. La ciclotimia que algunos equipos suelen mostrar de un torneo al otro luego de un tiempo considerable "jugando a lo mismo" es esperable. Muy pocos son los DT que escapan a esos torneos sabáticos y mantienen a sus dirigidos en la cima de sus competiciones durante mucho tiempo. De hecho, con Mohamed, era la primera vez que pasaba. No obstante, el actual DT de Independiente rechazó la propuesta que le hicieron los dirigentes de Colón para que continuara en el cargo. Es decir, inclusive gozando de la aceptación de la cúpula y del plantel, decidió renunciar. El principal factor al que atribuyó el peso de su decisión, fue el "desgaste" y la sensación de "ciclo cumplido" que se escucha en boca de DTs salientes luego de éxitos. También tiró la típica del "cambio de aire".

Recapitulemos. El "ciclo cumplido" y el "desgaste" fueron demasiado para el cuerpo técnico... ¡En dos años y medio! ¿Qué tendría para decir, entonces, y salvando las distancias, un Alex Ferguson, un Wenger, Ancelotti, Hitzfeld? Sería esperable que los jugadores se cansen y le hagan alta cama, pero aquí la renuncia corrió por cuenta de Mohamed. Desgaste no tenía; a los diez días agarró el banco del Rojo.

Resulta cuanto menos cínico, entonces, oir discursos pomposos de periodistas y técnicos que atribuyen el mal nivel del fóbal "a que no se apuesta al largo plazo". Esa es la única excusa que pueden encontrar, que sea funcional a la máquina de vaciamiento instaurada hace años, porque todas las renuncias son por no encontrar un equipo con jugadores nuevos cada seis meses. No me voy a poner a indagar sobre cuánto duraron ciclos realmente exitosos, como el de Ramón de los 90 o el de Bianchi. Ninguno, eso lo digo hasta sin fijarme, duró más de seis años.

Si un director técnico, a quien suponemos al mando de cada proyecto, se aburre, se cansa o pierde las energías (Bielsa Dixit), la idea del largo plazo como se la idealiza, se desdibuja. Acaso, en retrospectiva, dicho largo plazo no existe aquí. O sí, aunque a comparación de un proceso serio, "como en Europa", es un tiempo corto, muy corto.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Crazy little thing called fobal.

Desde que abrí el blog, pocos temas referentes al monstruo fútbol han quedado pendientes en el perchero. Con el correr del tiempo, y con más pena que gloria, tuve que aguzar el ojo y el oído para buscar aquello de lo que no hubiese escrito. Como bloguero, suelo leer posts viejos de otros sitios. Sé que vos, lector amigo (?), hacés lo mismo y te edificás (?) con las boludeces que aquí dejé plasmadas.

Ahora es cuando viene uno de esos posts típicos de este sitio, en donde este boludo escribe una sábana en tono moralista e indignado sobre cómo está podrido todo, que cómo una semana después que le rayan el auto a un jugador, ayer le abren la cabeza de un cascotazo a otro. Mucha perorata de esto y aquello, blablablabla. Cómo el partido se continuó, cómo no se eliminó automáticamente a Independiente de la competencia como escarmiento. Cómo, por el amor de dios cómo (?) puede ser que aplaudan al jugador, como festejándole que no los haya botoneado.

Es muy desgastante.

Ya no te dan ganas de escribir de eso. VdL es un sitio que traté de dirigir únicamente al fútbol. Cuando suena el silbato final, lo ideal sería que también terminara el post. Sería hasta hipócrita hacerlo en este marco. Porque con estas cosas, el fútbol se destruye a sí mismo. Y el fútbol es una olla popular, recibe lo que le tiramos adentro. ¿Así de jodido está todo?


Esto no es el fin, ni mucho menos. Sigo amando a la redonda. Soy idealista y creo que se puede revertir para mejor. Pero hoy me siento como se siente el estudiante, cuando la pila de apuntes casi que se ríe y te da ganas de largar todo al carajo.

lunes, 18 de octubre de 2010

"¿Qué cobrás, la puta que te parió?" (o Reseña sobre la dimensión sociocultural de los errores arbitrales en el fútbol) (?)

El 10 de Octubre del 2009, mientras muere el partido en el Monumental en el enfrentamiento ante Perú por las eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010, se anota un gol en tiempo de descuento a favor del equipo local, que lo pone en ventaja por 2 a 1. La imagen de la lluvia torrencial, Martín Palermo (¿y quién si no?) saludando al público tras su aporte, obnubila a la localía al punto que son realmente pocos los que recuerdan el peligrosísimo contraataque que se armó tras el saque del medio; Romero nos salvó del empate. El “detalle” de que el gol había sido en offside es completamente ignorado, hay fiesta en Núñez, y los medios gráficos se engolosinan ante la primicia. Otra victoria ante Uruguay sella la clasificación argentina.

El 18 de Octubre de 2010, mientras muere el partido entre River Plate y Godoy Cruz por el campeonato local en el Malvinas Argentinas, Ortega mete un pase magistral para la reivindicación absoluta de Rogelio Funes Mori con el hincha riverplatense; el juvenil la baja con el pecho con envidiable destreza, define bárbaro ante un arquero que no se desentiende de la jugada, y anota un golazo que el línea no invalida. Sí lo hace el árbitro, quién desde una posición absurda declara una mano que no existió, y anula injustamente un gol del conjunto Millonario que hubiese marcado la victoria del conjunto. River pierde dos puntos, y Godoy Cruz (que ni ahí merecía perder) gana uno; para ambos la intrascendencia en mitad de tabla.

Como balance, quizás es hasta positivo. Una injusticia hace feliz a todos los argentinos, y otra apenas entristece a una parcialidad del público futbolero.

El problema es que siguen siendo injusticias. La gastada frase “si se puede evitar, no es un accidente” podría tomar un interesante restyling en este caso y aplicarse al fútbol. Hago memoria, y sin esforzarme recuerdo las siguientes situaciones:

En el repechaje europeo por una plaza en el último mundial, un histórico como el francés Henry marca un gol ante Irlanda utilizando su mano para tomar control de la pelota que envía al fondo de la red. Con dignidad, advierte al juez que cometió una infracción en el gol tras el final del partido; ante su inacción, comunica a la dirección deportiva del seleccionado irlandés que está dispuesto a comparecer ante la FIFA, pero ante su desinterés el resultado no se modifica: Irlanda queda afuera, y Francia entra en una copa de la que se iría envuelta en un terrible puterío escándalo.

En el 2009, año del Tiki Tiki, se enfrentan el equipo más vistoso del campeonato, Huracán, y el más sólido, Vélez, definiendo el primer puesto. La AFA designa a Brazenas como árbitro, y sobre el final del partido convalida un gol marcado tras una falta evidente y violenta, después de no haber cobrado un penal favorable al equipo contrario, y anulado un gol a Eduardo Domínguez. Vélez gana 1 a 0, y el campeonato se cierra con un campeón, que no fue injusto pero por el transcurrir de los fallos arbitrales y por claras simpatías hacia el juego del Quemero, se vio empañado. Brazenas, quien entendemos debe ser humano y como tal capaz de cometer errores, no vuelve a dirigir en Primera División, duplicando la injusticia del caso y haciendo de aquel equipo de Huracán y su DT, Ángel cappa, mártires.

Ahora bien, cabe preguntarle al más sensato hincha de Vélez, su sentir al respecto. Alegando a la moral, dirá que se vio beneficiado. Mas eso no opaca su evidente felicidad por ganar un torneo, ganando un partido histórico y chivísimo como hace tiempo no se veía en este futbol. Totalmente opuesta será la respuesta del fanático del Globo; aunque en su decir se verá mezclada la racionalidad con el dolor del lauro que perdió en aquel partido fatídico, la nostalgia el equipo irrepetible y la injusticia.

Asimismo, los hinchas de River, este lunes, están que trinan con Beligoy. No lo estaríamos si el gol anulado a Funes Mori hubiera sido el 4 a 1, por ejemplo. La intolerancia para con las ternas es directamente proporcional a nuestro pasional, ferviente deseo de ganar y a nuestros intereses, y guarda una relación inversa y triste con nuestras frustraciones.

En este ejercicio de la memoria me acordé de la maniobra de “La mano de Dios” donde Diego Maradona en su claro ilícito, nos hizo a 30 millones de tipos ansiosos de revancha, los más felices del mundo. Aún cuando pregunto si en el siglo XXI, y con todas las herramientas imaginables para evitarlos, sigue valiendo la pena mantenerlos, los errores arbitrales, en el blanco y negro inevitables, marcan cierta parte de la historia del fútbol. Que nos hagan sonreír o putear, es otra historia.


Andrés Pablo Burgos.-

viernes, 15 de octubre de 2010

Hay que entender el juego.

Y esta vez, no me refiero al fútbol propiamente dicho.

En los diarios y noticieros, me enteré de los incidentes que hubo, a lo largo de la semana, en las prácticas del plantel de Racing, luego de perder el clásico. Que se putearon con Bieler, que apretaron a Castromán y que le rayaron el auto a Lluy, de los más resistidos del equipo.

En este último hecho quiero hacer incapié. Las represalias tomadas por los barras ("socios" decían, ja ja) acusando al lateral de pechofrío, de salir la noche que vino luego de perder el clásico, y de ser horrible en general (?) son, como dijo el DT Russo, lógicamente repudiables. Ahora bien, preguntando entre el grueso de la gente (vía blogs y foros varios) encontré cierta simpatía para con los que fueron a hacer bardo a las prácticas. "Esa camioneta se la pagó Racing", "le chupa un huevo la camiseta", fueron algunas de las respuestas.

Pareciera que todos nos acostumbramos a cosas como estas. Cuando a los jugadores de River, no me acuerdo en qué contexto, les cortaron las gomas de los autos, cuando la barra de Independiente apretó a los jugadores para garronear pasajes a Sudáfrica, cuando hinchas de San Lorenzo increparon al Papu Gomez ("pedile perdón a la gente") o les revoleaban monedas después de quedar afuera de una Libertadores, en 2008 contra LDU Quito. De esas hay miles. Y se abordan con lamentable naturalidad porque "el fulbo tiene estas cosas".

Tener bronca por perder un clásico, en el caso específico de Racing, es comprensible porque el hincha genuino es sanguíneo por naturaleza. Pero no es un crimen perder un partido de fútbol.

"Que entienda que está en este club" me dijeron varios. Me parece que los que tienen que entender cómo es el juego son los propios hinchas.

lunes, 11 de octubre de 2010

¿Y dónde está el piloto?

“Si no le ganamos a Gimnasia, me circuncido con una cucharita de café”. (?)- Alexis Gabriel (30 años, 20 partidos vistos, 0 presencias en el Monumental)


River Plate, así se le siga negando la victoria, está promediando otro torneo mediocre. Hay tanto a esta altura de la competencia en el haber como en el debe: la defensa (partido contra N.O.B. y Quilmas aparte) está mostrando, sin brillar, un nivel superior al de aquella que penó durante todo el 2009, pero en el mediocampo se siguen perdiendo antes que ganando partidos. La promoción, aunque siempre vigente, no se ve tan amenazadora como al principio del campeonato. La punta, sin embargo, se ha convertido en un anhelo y hasta la clasificación a la Sudamericana del 2011 parece difícil; muchos pibes del club se han afianzado y se ha mejorado la jerarquía individual, pero el cuerpo técnico no ha sido capaz de ponerle nombres propios a posiciones claves en la cancha.

Como hincha de La Banda, he visto florecer desde hace un par de fechas lo que denomino “actitud San Martín”. Gran parte del público futbolero asociará el nombre del prócer a cierta platea del Monumental, cuyo alto costo ha ayudado a asociarla con el seguidor más tontamente “fifí” del club de Núñez, mal acostumbrado a lo que el club solía brindarle a sus ojos; el paladar negro es una característica histórica del fan riverplatense, pero la intolerancia ejecutada a determinado/s jugador/es o cuerpo/s técnico/s en base a los malos resultados deportivos del conjunto es una trademark del hincha de club grande, y en este momento de River en particular. Sírvame de ejemplo: Funes Mori obtiene 4 conquistas ante la red en las primeras 6 fechas con pasajes de fútbol realmente interesantes, y gana el clamor popular junto con el espacio en los principales diarios deportivos, con interés de la Juventus y todo, miralo al pibe (?); pasan 4 fechas más, sus hazañas no se repiten (sumado a un egoísmo que le significó perderse varios goles, entre ellos uno prácticamente hecho, a través de un pase a Pavone) y cierta parte de la familia del Monumental llega a compararlo con Andrés Ríos. Caminos similares han sabido transitar jugadores como Pereyra, Ferrero, y hasta hoy consagrados como Buonanotte o Carrizo.

Dándole un espacio a la reflexión podremos ver que Funes Mori, para mantener el ejemplo, no era un 9 consagrado durante su período “dulce”, ni tampoco merece ser la próxima incorporación de Sacachispas ahora que está negado con el arco; yace la apreciación en algún lugar intermedio, un gris que puede tornarse muy difícil de ver con la lente del resultadismo. Pareciera, a veces, que los números negativos reclaman sacrificios humanos, y cuerpos técnicos o jugadores irregulares suelen ser los primeros blancos.

Claro está que en esta situación hay culpables, de otro modo River tendría 30 puntos, y muy por el contrario, cosechó cerca de la mitad.

Uno de los responsables de este presente es, por supuesto, Ángel Cappa. Mucho de lo que puede decirse en contra de él, obviando su aspecto discursivo porque somos buenos (?), proviene de sus propias promesas no cumplidas: antes que parecerse a ese vistoso Huracán del Tiki-Tiki, este River se muestra como un equipo gustoso de poseer la pelota, pero para nada inteligente al momento de moverla. ¿Qué es, tácticamente hablando, lo más inteligente que hizo el equipo millonario en este Apertura? Acaso, y yendo a lo puntual, la posición que toman los defensores en la jugada del minuto 25 ante G.E.L.P., donde Román hace un pase hacia el corazón del área para Funes Mori. Extrapolándolo, hablo de la ubicación en el área de los defensores centrales en las jugadas de ataque. También puede rescatarse la proyección que dan Arano y Ferrari así como un buen rol en las primeras fechas de un hoy deslucido Affranchino como volante por derecha, pero mucho falta para que pueda considerarse a River un equipo que “juega bien” y mucho menos para pelear la punta.

Respecto a eso, la “Ortega-dependencia” parece una búsqueda de los jugadores por encontrar ideas donde no las hay; de allí el título de esta nota en referencia a la hilarante comedia de Jim Abrahams. Tal como Ángel Cappa destacó, Ariel ganó en inteligencia para ubicarse dentro de la cancha todo lo que perdió en despliegue físico; siendo entonces una opción casi constante de pase, el equipo parece encontrar en él la respuesta a toda búsqueda, “tocando la pelota al que sabe y esperando a ver que pasa”.El Burrito, a esta altura, no está en condiciones de tomarse un fernecito frío de cargarse el equipo al hombro; así, al no poder repetirse lo que Almeyda contribuyó a hacer en defensa, el equipo queda desarticulado en ataque y se vuelve predecible, buscando demasiado por el medio o abusando del centro (siempre válido como recurso, casi siempre estéril como método).

Cuando Falcioni ataca, en forma dura pero certera, tras el enfrentamiento ante Banfield, lo hace desde la posición y con la seguridad que le da un proceso de años a cargo de un equipo claramente asentado. Totalmente justo y obtenido de su trabajo, claramente. No es justo, de esta misma manera, juzgar a Cappa o al grupo de jugadores como a un grupo formado; por el contrario, corresponde darle el margen de error que merece como podría decirse también del Racing de Miguel Ángel Russo o, yendo aún más al extremo, del Independiente del Turco Mohamed, que igual empezó bárbaro (Nota del Editor: la concha de tu madre Hilario (?)).

¿Con qué derecho se critica rotundamente a Mauro Díaz, con 20 partidos en primera? ¿Con qué fundamentos se puede achacar la falta de conducción en un equipo que confía invariablemente en un Ortega en el ocaso de su carrera, acompañado por un grupo de juveniles habilidosos pero que no superan los 20 años? ¿Es válido tildar el paso de Cappa en River como mediocre cuando su proceso apenas ronda los 6 meses y diez partidos por los puntos?


Siendo imposible ver el futuro, quizás sea hora de dejar de lado la actitud “San Martín” de ver lo que River no tiene y empezar a tomar nota de lo que posee. Los últimos resultados en el Monumental tendrían que hacer las veces de baño de humildad. No obstante, parece difícil olvidarse que, hace diez años, era casi impensable empatar de local con equipos de la categoría de Quilmes y Gimnasia (la tabla de posiciones hoy los encuentra peleando por el último puesto). Pero hoy David mostró todo lo que Goliat no supo resolver.


Andrés Pablo Burgos

lunes, 20 de septiembre de 2010

Una decepción.

- River no muestra el tiki tiki que pregona Cappa, se lo ve fragmentado, con poco vuelo futbolístico, estático y Ortega-dependiente . Aún así, ha vuelto a hacerse fuerte en el Monumental y a ganar partidos tirándole la chapa encima al rival; un buen presagio, que puede ser clave para sus aspiraciones. Está a tiro de la punta, pero no juega bien.

- Boca parece encontrar el rumbo luego de vencer a Colón y enhebrar dos buenos resultados. Pero sigue en deuda con la gente. Mostró falencias en la conducción y falta de ideas para vulnerar a los rivales, más una llamativa mala racha de local. Pero amparado en la mejor zaga del país, tiene con qué crecer. Muy en deuda.

- Racing ganó un partido gracias a la coyuntura, después de sacar 0 de 12 en una racha diabólica. Se lo vio sin ganas, parado, muy tibio para llegar al área y sufriendo la ausencia de Moreno y el mal nivel de Toranzo. Si bien podría levantar a partir de ahora, ya defraudó a su gente - otra vez.

- Independiente es LA decepción. Si bien la conducción técnica cambió (Garnero es la apatía hecha carne y hueso), se esperaba una continuidad en el juego mostrado. Todavía no ganó en el campeonato, y perdió hoy de manera muy dura con Banfield, que lo tiene alquilado. Avanzó en la Sudamericana, pero eso no alcanza.

- San Lorenzo está puntero gracias a Ramón. Ni más ni menos; con cualquier otro estaría de la mitad para abajo. Es un equipo que la prensa llama "sólido": defiende bien, es imparable de arriba, tiene delanteros que llevan peligro, sale a ganar a todos lados con un libreto clarito. No brilla ni en pedo eh (?) que quede claro. Pero tiene una idea y convicción, y tampoco es que apuesta a revolearla y aguantar los resultados. Juega bien, pero con poco le alcanza.

- Lanús está preso de su propia irregularidad. Se pone nervioso cuando las cosas no salen, y si le sumás la suerte con las lesiones, estás hecho. Subir a tantos pibes requiere tiempo y que los partidos sigan su curso. Una vez adaptatos, será el Granate un equipo de temer. Quizás el torneo que viene, pero la mano ahora viene jodida.

- Godoy Cruz es un equipazo. Abre bien la cancha, apuesta siempre a ganar, juega simple, aprovecha al máximo los espacios de la cancha (esto se ve muy bien cuando juegan en Mendoza) y tiene a un jugadorazo como David Ramirez, que marca la diferencia para los del Turquito Asad. Es una buena noticia la constancia del Tombino, que apuesta a entrar a una Libertadores para poner en lo alto el fútbol cuyano. Su buen trato de la redonda los lleva a pasos agigantados.

- Banfield es otro buen conjunto. Lo que tienen es "oficio": saben cuándo ir al frente, saben cómo hacerlo, saben cuándo ir para atrás, para dónde dar el pase, sabe esconder la pelota y no se resiente cuando hay rotación. Es un Señor equipo, que hace un culto al esfuerzo y le debe mucho al trabajo de Falcioni, que - nobleza obliga - fue etiquetado en VdL como un amarrete y demostró que no le pesa ir a buscar los partidos y golear.

- Estudiantes sigue siendo el mejor. "Perez-Braña-Verón-Benitez" sale de memoria. Le falta el peso ofensivo de hace un año (sufrió la ida de Boselli) pero sigue jugando bárbaro, de memoria, y empieza a subir juveniles aprovechando la coyuntura. Tiene un partido menos, que podrá aprovechar para treparse a la cima del torneo.

Pasó ya más de un tercio del torneo. Hasta acá, prácticamente todos los equipos en los que apostamos una ficha (omitimos a Banfield y Godoy Cruz) mostraron más flaquezas que aciertos y no mostraron el juego que, a priori, esperábamos ver.

Todavía falta, obvio. Pero siempre pesa la primera impresión.

jueves, 9 de septiembre de 2010

¿A quién alentamos ahora?

En más de una ocasión fui partícipe de una de estas discusiones, que giraban en torno a la simpatía que pudiera generar, o no, un equipo nacional al enfrentarse con otro, extranjero. Incluso, recuerdo que en algún pequeño apartado de un viejo post (que recuerdo que hablaba de Estudiantes de La Plata), hice una mención a este mismo tema. Ayer, cuando casualmente Estudiantes se midió con LDU Quito, volví a sentir los ecos de aquella misma discusión, en foros y en charlas.

En definitiva, la disyuntiva es hinchar por el equipo argentino o por el extranjero. Así de simple, y quizás absurdo, como usted puede leer (?), una decisión tan simple tiene muchas aristas por las cuales abordarla.

Resulta claro, a esta altura del partido, que la inicial rivalidad entre clubes - sobre todo clásicos adversarios - ha devenido con el correr del tiempo en una fiera enemistad que supera ampliamente el umbral de la violencia. Aún siendo esporádicos los combates verdaderos, cada uno ha contribuido a la creciente animadversión entre hinchadas. Aún cuando ahondar en los pormenores de esta agresividad no es el objetivo del post (prometemos ad eternum hablar de eso alguna vez), es evidente que ésta logra manifestarse en más de un ámbito. Es así que es más posible que te rapte un Ovni (?) antes que encontrar a un hincha de cualquier equipo River que hinche por Boca en una Copa. O Viceversa.

Puede haber excepciones. Algunas hinchadas son amigas; la predisposición para con este equipo que no es propio se verá afectada. Asímismo, algunos cuadros ("de los denominados chicos" para no ofender susceptibilidades), son capaces de generar simpatías en situaciones particulares. Recuerdo a Argentinos en Semis de la Sudamericana 2008. O, quizás, si Godoy Cruz clasificara a la Libertadores (!!) generaría este sentimiento en el espectador neutral. Es difícil que un equipo Grande logre esto. Influye también el aprecio o encono personal con determinados clubes.

Pero así como existen estas posibilidades (que, en definitiva y a pesar de su origen, contribuyen al folklore) sobresale otra posición. La de aquellos que tiran para el lado del equipo "que nos representa". Extrapolan el triunfo de un club a un triunfo argentino. La postura, creo, tiene el mismo origen que otras nociones de pertenencia, como aquellas que festejan triunfos de combinados nacionales de los más variados deportes, o de atletas individuales (como sucede en el tenis).


Viéndolo en los términos así planteados, resulta cuanto menos deprimente: se está optando entre el rechazo porque sí, y la patriotería porque sí. Tocando fibras más profundas de la moral (?), no hacemos sino ver con qué prejuicio nos quedamos. Difícilmente haya posturas más difíciles de argumentar. Pero asumiéndome como argentino al taco, jamás voy a quedarme sin optar por una.

¿En qué me representa a mí, hincha de X, el Club atlético Independiente(?) Y? En nada. Por supuesto. La pregunta a hacerse ahora es, ¿En qué piedra me sostengo para decir eso? ¿Acaso X representa todos mis ideales políticos, éticos y morales, siendo la antítesis el estandarte de los putos de (?) los hinchas de Y? Honestamente no. Son 11 tipos con una camiseta. Nada más que eso. Nada menos. Aún sabiendo eso, jamás voy a alentar por el rival en una copa. Eso, asumido y archivado. ¿Hay que creer, entonces, que uno es un intolerante proviolento? Y sí (?).

O quizás, habría que entender que, si existe una identidad nacional precaria, ésta debiera verse reflejada lejos de un evento deportivo y cerca de un rumbo político e ideológico claro, una unidad y un trabajo conjunto para mejorar, y no unirse en el Chauvinismo al momento de enfrentar a otro país. O quizás me estoy justificando para alegrarme porque el tuyo quedó afuera, quién sabe.

Y todo esto para un partido de mierda, che (?)

martes, 7 de septiembre de 2010

Argentina 4 - España 1

(Autobombo: Se ve que el destino favorece a este blog. Apenas amagamos repuntar, y nos llega un partido para el post sábana que la gente nos reclama por la calle (?))

Quien escribe, al igual que muchos otros, imagino, se escapó de sus obligaciones para mirar el partido. Llegué a un televisor cuando iban unos diez minutos de comenzado. Apenas me acomodaba vi el primer gol argentino. Son muy buenos tanto el pase de Tevez como el movimiento de Messi, que sigue en la jugada, no se desentiende, y marca el espacio para el estiletazo del Apache. Mal la defensa española en no achicar primero, y en no encajonar después a la Pulga (De vos hablo, Marchena (?)), que se fue cerrando y en una baldosa dibujó una vaselina maestra para vencer a Reina. La picardía es que siendo ese enorme jugador, tiene que tribunear besándose el escudo para que la gente lo acepte más. Retrato vivo del hincha de la selección promedio.

De cualquier manera, la Selección a partir de ese momento manejó la pelota como y cuando quiso, y se permitió un poco de argentinidad para sobrar a su rival, impulsada por el público. Pero cuando uno mismo se imaginó "ya veo que por boludear nos empatan", Tevez volvió a calzarse la 10 por breves segundos y asistió todavía mejor que antes, a Higuaín. El Pipita gambeteó a Reina con un movimiento muy elegante y la metió desde un ángulo durísimo y con Piqué cerrándole el segundo palo. Segundo golazo en dos minutos.

Y a partir de ahí, sí, el floreo. No obstante España nos advirtió que era el Campeón del Mundo. Villa en dos ocasiones, primero a la carrera y después con pelota quieta - previo rebote en Mascherano - puso la pelota en contacto con el palo izquierdo de Romero. Las cosas como son: nos salvamos del empate. En el medio siempre hubo uno de celeste y blanca para acompañar al que llevaba la pelota. Mascherano tenía un trabajo sobrio en la mitad de la cancha, y se animaba a ir sabiendo que adelante tenía a Banega y Cambiasso. El triple cinco se animó a raspar, tocar en corto y ser el primer pase obligado del ataque del equipo. Individualmente, sus rendimientos fluctuaron pero ese trabajo coordinado fue de lo mejor de la primera etapa. Como lo fue el partido de Tevez. Tan, pero tan metido estuvo el de Manchester City que hasta estuvo ahí para aprovechar el resbalón de Reina y mandarla a guardar, ganando la dividida en base a velocidad, colocación (estaba muy cerquita del arquero) y guapeza. No sin suerte para meterla, puso a Argentina 3 a 0, habiendo tenido incidencia en los tres tantos. Partidazo, que le dicen.

Para el segundo tiempo, España salió a encarar la remontada con muchos cambios. Metió al lungo Llorente y al picante Navas para buscar con armas distintas. Lamentablemente, el Monumental se perdió ver juntos en la cancha a Iniesta y Xavi, juntos el alma de la Roja y del Barcelona de Guardiola. Xavi entró cuando salió el oficinista (?).
El visitante, viendo que su anfitrión le regalaba espacios y tiempo trató de arrimar peligro a Romero (sobrio en la pelota aérea, bien con los pies). Tuvo situaciones, claro que sí. Cazorla sacó un latigazo en la medialuna, Romero - en su intervención en el partido - la cacheteó; el desvío hizo que la pelota impacte al larguero (?). Tercer pelota en los palos para España. Se podría decir que si hubieran tenido más tiza en la definición, hubiese sido otro partido. Pero mejor no (?).

Argentina se mostró abúlica, conforme con la ventaja que había encontrado y, cuando se lo propuso, le movió la estantería al campeón del mundo. Un taco magistral de Cambiasso le abrió el cuarto gol a Higuaín, pero Victor Valdés, ingresado en el entretiempo por Reina ("te saqué para protegeerrrteee" diría el Bambino) le sacó muy bien el remate. El sustituto Di María (entró por Tevez), hizo un gol previo a un jugadón de Messi - limpió a tres rojos - pero se lo anularon bien, debido a un offside. También entró Agüero por Higuaín.

Eventualmente los de Del Bosque encontraron un muy lindo descuento. Para aquellos memoriosos, el gol está calcado a otro que nos hicieron ellos en 2009, en aquella derrota por 2 a 1. El movimiento es típico de la selección española; pase horizontal de la izquierda al medio, a nivel del comienzo del área grande. Metieron dos pases, Llorente la recibió y la mando a guardar en el punto penal, con una rápida media vuelta (la única vez que venció al firme Milito) y un remate poco convencional. Y eventualmente casi nos llenan el culo de preguntas se ponen a tiro del empate en una desatención defensiva de la Albiceleste. La última línea bartoleó (palabra trademark (?) de VdL) la marca en su derecha y un defensor (no sé cuál, Demichelis o Milito) la sacó en la línea, en la segunda pelota luego de un remate desviado del vasco Llorente (no me acuerdo quién fue el español que pateó, por posición supongo que Cazorla). Luego, Messi tuvo una inmejorable pero, cuando la jugada pedía abrir con Di María, pateó una masita. Pecó de egoísta, Lionel.

A falta de dos minutos entró el grosso de D'alessandro, tan solo para el aplauso de Messi. Y qué grande será el cabezón que, con tocar diez segundos la pelota, generó un gol. Juntó a tres marcadores y la abrió para que Heinze pusiera un centro en la cabeza del Kun Agüero, que se había mostrado movedizo y con voluntad de asociarse. Lo agarró a contrapierna al arquero y sentenció el 4-1 final.

Es un buen espaldarazo, este resultado. Con vistas tanto al próximo partido (el nunca amistoso con Brasil) y a la Copa América del año que viene, sirve para ir aceitando un funcionamiento que hoy dio una muestra de su potencial, ante un rival de peso. Visto y considerando que la permanencia de Batista en el cargo es casi un hecho (lástima por Ramón), no queda más que seguir trabajando. El rumbo tomado, se ve, parece de esos que te llevan a destinos prósperos.

-Romero (6): Bien en la tapada a Cazorla y seguro en los centros. Sin complicarse con los pies.
Zanetti (6.5): Qué fácil sería decir quién es el 4 de la selección, si no tuviera 37 años. Pasó al ataque aunque sin claridad. Como siempre, bien para cerrar.
Demichelis (6.5): Se las ingenió en el primer tiempo y cumplió un buen partido. Un cagadón suyo al final casi decreta el 2-3.
Milito (7): el mejor del fondo. Impecable en el mano a mano y complementando arriba.
Heinze (6.5): Cumplió en la marca y asistió a Agüero para el último tanto. Fuera de eso, no trascendió en ataque.
Mascherano (7): se arriesgó a ir más lejos porque sabía que había alguien para hacerle el relevo. Salvo un pelotazo al medio que agarró a todo el equipo saliendo, un laburo sin fisuras.
Cambiasso (6.5): el que se desprendía para mandar adelante a todo el equipo. Está siempre tan bien parado que es el que marca el paso de los demás. Inteligente para la descarga.
Banega (6.5): completó el triple 5 que copó el medio. Metió para recuperar y mostró su pie fino cuando pudo. Un poco más impreciso que sus compañeros.
Messi (8): Un gol de otra dimensión, un primer tiempo intratable y un segundo tiempo mostrando pinceladas. Erró un gol por morfón en el segundo tiempo.
Tevez (8.5): el mejor del partido. Por izquierda hizo lo que quiso con Arbeloa, asistió a sus compañeros, se avivó para el tercero. Metió, corrió, presionó bien (por momentos solo), jugó e hizo jugar. Así te quiere VdL, apache.
Higuaín (7.5): Pura clase. Un gol de factura exquisita para poner la ventaja, generando el espacio y todo. Después, tuvo a mal traer a los centrales. Se fue reemplazado.

Di María (6.5): no desniveló por izquierda. Le anularon un gol por estar adelantado. Bajó a dar una mano en la marca.
Agüero (7): en pocos minutos entendió cómo había que jugar. Ganó un par de faltas, la tuvo, intentó ser opción de pase y metió un gol de cabeza.
D'alessandro: Sin puntuación. Qué grosso que sos Cabezón.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Jugar con 3 o con 4 atrás.

(Advertencia (?): los números tres y cuatro, junto con palabras como "línea" "central" y "lateral" pueden presentarse en cantidades nocivas para el lector.)

El título que ilustra este post, que tranquilamente podría haber sido escrita por Perfumo ("me acuerdo de un partido, en el Racing del '67, el cuatro de ellos..." (?)) surge como un humilde intento de tomar la posta que el periodismo revolea a la tribuna, una y otra vez: explicar clara y brevemente qué es esa duda existencial (?) (vilmente enmascarada como "debate" cuando en realidad nunca pasa nada) llamada "defender con 3 o con 4".

Ya en VdL nos tomamos el atrevimiento de enumerar las características de la defensa paradigmática del fóbal. Los primeros tomos de nuestro aún inconcluso compendio (?) sobre el 4-4-2, trataban sobre cómo debía comportarse un defensor de bien, como vos y como yo (?). Esta entrada será más compacta y ágil de leer que las mencionadas.

Sabido es que no todas las líneas de 4 son iguales en su plan básico. Habida cuenta de que los centrales con más o menos técnica juegan a lo mismo en cualquier equipo, por decantación serán los laterales los que impriman características diferentes. Todos los equipos con línea de 4 están pensados para sorprender con la proyección de al menos uno de sus marcadores de punta. Podemos, entonces, clasificar a estas defensas en tres tipos:

1) Cuatro centrales: privilegiando el aspecto defensivo aunque resignando sorpresa en ataque. Por lo general, los elegidos para cubrir las bandas son centrales rápidos y ágiles, para bancarse el mano a mano, aunque de tanto en tanto realizan incursiones en ataque. La selección en el último Mundial, Racing, Estudiantes, son algunos ejemplos.

2) Con un lateral de proyección y uno de marca: en ataque, el central que lo acompaña en ese costado, le cubre la posición, y el lateral pasa a ser extremo, acompañando la diagonal del volante o aportando el tercer jugador para triangular. Velez juega con Cubero y Papa, que es el que va al frente.

3) Con dos laterales de marca: según los jugadores que tengas adelante, puede balancear el cinco, retrasándose (Almeyda, Mascherano, Elano) si los dos laterales llegan al fondo al mismo tiempo, o acudir a la tenencia para no exponerse mientras están arriba, en caso de que nuestros volantes no sean de marca (¿Qué otro ejemplo sino el Barcelona?). En este tipo de equipos es importante que los laterales regresen, aunque sea a ocupar el espacio. Un simple pelotazo cruzado ("a la espalda del lateral" que le dicen) lleva mucho peligro. Más cuando las canchas son grandes y el central, por lentitud o por estar lejos, no puede anticipar.

Con sus tintes personales, la gran mayoría de las defensas respeta alguno de estos estilos. Puede haber excepciones, como un lateral con la pierna cambiada; aprovecharse de la tendencia natural a cerrarse es útil para presionar, o cerrar a algún jugador, junto al central que sale y el volante que vuelve, como leí alguna vez, para anular a un distinto.

Una línea de cuatro permite, en ciertas ocasiones, desprenderse de dos jugadores de la defensa, desbalanceando al equipo, inclinándolo "hacia adelante". O bien aportar cuatro para la marca, en cuyo caso se inclina "hacia atrás". Si se proyecta un solo marcador de punta no se inclina nada (?). Los volantes pueden aprovechar esa proyección sorpresiva para poner al rival en aprietos. Normalmente, el lateral tira centros, pero puede llegar en diagonal hacia el arco y hacer goles, o probar de afuera.

La línea de tres presenta, en cambio, otra fisonomía. Normalmente se presenta en dos variedades (?):

1) La eternamente promocionada por Bilardo, y nombrada por Souto todos los días en su programa (es lógico, ahora que aprendió algo de fútbol tiene que repetirlo hasta que creamos que sabe): un líbero y dos stoppers. El stopper es un zaguero con marca asignada. Como en un corner en contra, ¿Viste? Bueno, pero todo el partido (?). Aporta a la mayoría numérica en la marca, bastión conceptual repetido aquí hasta el hartazgo, estando siempre sobre el rival, pero no cubre espacios. Eso lo hace el líbero. Es una defensa buenísima cuando está bien trabajada, pero endeble contra delanteros que se muevan por todo el frente.

2) Tres centrales: así de simple como se oye, implica el difícil trabajo de asignarle a cada zaguero un espacio más grande para cubrir, lo que expone más al bochazo cruzado antes mencionado. El espacio también puede servirle al rival para ponerte un volante, que se junta con un delantero y el enganche, y le haga el "loco" al central. ¿Qué se pierde? La mayoría numérica. Repítanlo durante quince minutos así no se les olvida (?).

La principal ventaja que aporta la línea de 3 es que le da libertad a los volantes. Considerando que los centrales siempre defienden (que no es tan así), en una línea de 3 que tiene un jugador de más en esa posición, se desliga al mediocampista de la responsabilidad de volver a marcar, lo que permite, por ejemplo, presionar "en 3/4 de cancha" como los equipos de Bielsa. A su vez, la línea de tres resigna dos laterales a cambio de un central; ese jugador de más se puede poner en otra posición, poblando más el medio o llevando más peso con un delantero.

Los carrileros pueden convertirse en "laterales-volantes" que cumplan una función híbrida, como sucede con Clemente (lateral adelantado) y Matías Gimenez (volante) en Boca, o pueden ser volantes con vocación más ofensiva. El equilibrio lo aporta el doble 5 - generalmente de fricción - ya que el juego pasa por un quinto jugador.

Aún así, puede verse a las claras que la proyección de un lateral deja a una defensa, temporalmente, con un jugador menos. Una línea de 3 "dinámica", que en tiempo neto puede durar tanto o más que una línea de 4 estática. Lo dijeron Basile ("los jugadores se mueven después de que los paro") y La Volpe, cuyos puntos de vista están en veredas opuestas. Sin dudas se desdibuja, así, la disyuntiva entre un número de defensores u otro.

Presentado el debate (difuso, pero planteado a fin de cuentas), tan solo resta adoptar una postura renegando de todo lo demás. Desde aquí, humildemente opinamos que debiese adaptarse el esquema al presupuesto futbolístico de cada plantel, aunque hay posturas discrepantes, más rígidas unas que otras.

Lo claro es que el fútbol no es un piedra, papel o tijera, y cualquier forma de jugar puede vencer a la otra en el verde césped.

lunes, 16 de agosto de 2010

Fecha 2 - Clausura 2010.

Un rapidito de los partidos hasta acá jugados.

- Colón es un equipo demasiado estático. Damián Díaz no puede hacer todo lo bueno que dejó en Chile y por los costados, al menos esta fecha en Santa Fé, no hubo desborde por las bandas, porque Garcé y Quiroga no sienten el desgaste. Banfield le hizo un partido inteligente, como siempre que el taladro es visitante, y golpeó al final, con un gol del otrora puteado García, aunque fue la inteligencia de Erviti, otra vez (y van...), la que hizo la diferencia para los de zona sur. El sabalero tiene que mejorar para dar pelea en este torneo.

- Racing le ganó a Boca exhibiendo cosas típicas de un equipo de Russo. Paciencia, tenencia de pelota y coordinación de 3/4 para adelante, además de un partido de selección de Yacob, fueron las armas de La Academia, que por segunda vez consecutiva dio vuelta un partido en la Bombonera. A Boca le sobra un cinco y eso se nota por derecha: un 7 rival que tenga un mejor partido que Licht el sábado, le va a hacer la vida imposible al Xeneize. Por el otro costado, Clemente arrancó para figura pero se cayó; quizá hubiera sido mejor no arriesgarlo. Tiene armas Borghi para aspirar a más, pero el juego no aparece. Van dos fechas, hay muchísimo tiempo. Eso explíquenselo al mundo Boca (?).

- Lanús y Ñuls no se sacaron ventaja en cancha del Grana, que empezó ganando con un muy lindo gol de Salcedo. Es increíble cómo saca un pibe atrás de otro el equipo de Zubeldía. La aparición de este año es Guido Pizarro, de buen tranco él, cómodo tanto de doble cinco como de volante por izquierda. Para quien escribe, tiene cosas de Lucho Gonzalez. Pero su rendimiento lo dictará el correr de los partidos. Por el lado de los Rosarinos, empataron cuando su equipo menos ideas tenía, mediante un tiro libre imposible de Sperdutti. Luego, con un jugador de más (Aguirre expulsado), tuvo la victoria el rojinegro, pero regaló a un jugador (le echaron mal a Sperdutti), y el partido quedó en tablas. Con 10, vale aclarar, se agrandaron ambos, y pudo ganarlo el conjunto del Sur pero Castillejos erró un gol hecho.

- La única diferencia entre Tigre y Arsenal fue la joyita de Leguizamón para el 2-0 del visitante. Porque son dos equipos muy rácanos, angostos, con pocas ganas de buscar el arco rival. Los de Sarandí pegaron con dos goles del ex GELP y los de Caruso, con 75 minutos por delante, no tuvieron ni una idea de cómo llegarle a Campestrini, más que con centros bombeados y llovidos. Stracqualursi descontó pero lejos estuvo el Matador de igualar el trámite. Perdió su segundo partido "de seis puntos" consecutivo, de esos que duelan cuando los porotos se cuenten uno por uno para quedarse en primera. ¿El juego? Un garronazo (?). Bueno lo de Lisandro Lopez en el Arse.

- Godoy Cruz lo tuvo a mal traer al Falcon de Ramón (?), que se puso en ventaja con un gol de Tula. El jugo que le saca el riojano al defensor no se puede creer. El tomba, no obstante, no se amilanó y plantó batalla en Boedo, aprovechando bien las lindas dimensiones del Gasómetro. Basándose en el buen criterio de Olmedo (siempre hay un buen 5 en Mendoza), lastimaron los del turquito Asad con su as de espadas, David Ramirez, a quien quiero jugando para el mío el semestre que viene. Fue el enganche del Bodeguero el que primero empardó y después levantó el encuentro, batiendo a un Albil tibio en el primer y segundo tiempo. El Ciclón poco tuvo de buen juego, y encontró un tenue revulsivo con el ingreso del Burrito Rivero, que hizo medio gol; el otro medio se lo hizo Ibañez. Encontró un empate inmerecido que, sabiendo la suerte que tuvo RAD durante su carrera, seguro lo catapulte a encontrar buen juego en la fecha 4, no me rompas las pelotas la fecha que viene Ramón (?).

- River se amparó en sus veteranos y, con un lindo gol, se puso en ventaja - a la postre definitiva - gracias a una buena jugada de Funes Mori, que eliminó a su marcador con clase y asistió al pibe Affranchino. Mostró interesantes movimientos el Millonario en ese primer tiempo, con cambios de frente de primera (para deleite de este servidor (?)) y buenas rotaciones. Siempre buscando al compañero para tocar. Empieza a hacerse ver un boceto, un guión a interpretar. La pendiente es hacerlo durar en el complemento. El Quemero, que poco hizo ante su gente, levantó sobre el final, cuando Britez Ojeda empezó a crecer en el medio, y más aún cuando se fue Ortega. Pero no pudo vulnerar el cerrojo que impusieron en cada línea, Carrizo, Maidana y Almeyda. Caruso entró y con su pisada hizo correr bastante tiempo. River necesita al mejor Buonanotte, pero hasta ayer, alcanzó sin él.

- Vélez le ganó como y cuando quiso a All Boys. Moralez (involuntariamente omitido en nuestra lista de posibles figuras) jugó un enorme partido. Asistió y convirtió para su equipo, que de estar más fino y no bartolear las chances que tiene, ganaría por más goles. Se dejó apichonar el Fortín por los locales, que con claras limitaciones fue al frente, como pudo. Descontó y casi lo empata, con esa chance postrera que cada tanto te suele quedar, pero no pudo ser, y fue justicia. El Albo no mostró nada de lo bueno que hizo en Avellaneda. Jugando así la tendrá complicada, por más buenas voluntades (Soto, Perez García, Grazzini) que pueda juntar en cancha.

- Trípodi es fija para el gran DT de muchos, desde ayer. Lo que tapó el buen guardavallas de Quilmes, por favor... Y eso habla, de manera inversamente proporcional, de lo mal que jugó el Cervecero ante Estudiantes, que a media máquina te gana igual, ya lo saben los de Tocalli, y Newell's. Recién al final, con el ingreso del Uruguayo Lopez, encontró el desnivel el León, con un lindo gol de Braña y un penal tonto de Broggi, en el epílogo del match. No obstante, se nota que Boselli ya no está y, cuando no hubo 9 en cancha, fue tibio lo de los dirigidos por Sabella. La esperanza es que el Rorro (?) pueda cumplir la posición. ELP lo necesita. Quilmes, por su lado, fue muy tibio, pegó de más y no se le animó al rival. Mal.

- Gimnasia atacó al principio y al final, cuando se acordó que iba perdiendo (?). Pero se encontró con un Tombolini inspirado. Todo sacó el ex Colón y San Martín de San Juan. Desde esa seguridad, se permitió el Bahiense empujar y hacer revolcar a Sessa, hasta que una mala salida del gato (la única mancha de su buen partido) le permitió al pelado Mosset marcar el 1 a 0, que no se iba a mover. Media hora sin luz siguió con media hora opaca (?), paradójicamente, en la cual el equipo de Cocca se vio estéril para perforar a los bahienses. Neyra hizo una de Messi pero se le fue larga. Atentos a otros refuerzos Gran DT: el petiso Rolle, atrevido y de buena técnica, y al interesante Longo, que no pudo demostrar en Atletico Tucumán, la temporada pasada, y tiene revancha en el Albinegro de De Felippe.

jueves, 12 de agosto de 2010

Del partido de la selección.

Poco importa del encuentro en sí (?).

Pero importa la formación: el número fetiche (?) de este blog: 4-1-4-1. Quien escribe era más partidario de la línea de 3 y superpoblar el medio con un 3-6-1 que se desdoblara a un 3-3-4 en ataque. Pero con el tiempo, la idea de jugar con un solo delantero fue ganando terreno en nuestra concepción futbolística.

En una lectura de la formación que estuvo siempre a un costado de estas letras, se ve a las claras el 4-1-4-1 que siempre propusimos. Ahora lo pusimos a Perotti para liberar de la marca a Messi en el supuesto equipo, pero Dios sabe (?) que Aimar figuraba en lugar del jugador de Sevilla, y que el "Aimar, Mascherano, Pastore, Di María" adornó el sidebar por casi un año y medio.

Con el retroceso de Messi a la posición de wing derecho, se tiene explosión por ambos costados, técnica para el desnivel, gol (se suma Di María y el crack que es Higuaín), solventados por buen pie atrás, para tenerla.

Proponemos dos opciones. Nos gustó mucho el triple cinco con Gago y Banega, pero desde este espacio queremos algo más. Para tener más llegada, que juegue Pastore. Y para el equilibrio y, por qué no, sorpresa en ataque, proponemos el nombre de Franco Zuculini, que es apto para agarrar la lanza y marca tanto como cualquiera. Cristian Ledesma podría tomar la posta para el doble cinco. Esto último cambiaría el número a 4-2-3-1. Nos alejaríamos, quizás, de España, para acercarnos a Alemania. Quedaría un equipo muy similar.

En manos del técnico (quede quien quede) está hacer jugar bien a la selección. Un buen primer paso es entrar a VdL (?).

martes, 3 de agosto de 2010

Pronósticos - Apertura 2010

- Campeón: Boca o River. De ahí no sale.
- Subcampeón. Boca o River (?). San Lorenzo con una buena campaña podría estar ahí.
- Decepción: Independiente y Colón.
- Revelación: olboi All boys.
- Primer DT que deja su cargo: Caruso.
- Mejor jugador del torneo: Buonanotte, Moreno.
- Revelación: Lanzini
- Decepción: no se nos ocurre ninguno de tantos que hay (?).
- Goleador: Sebastián Balsas.

jueves, 29 de julio de 2010

"Sï, de a poco vamo' encontrando la idea de juego..."

- River, y en busca de recuperar su identidad, de la mano de Cappa y el tiki tiki.
- Boca, con buen pie y otro técnico que apuesta al fútbol bien jugado, el grosso Bichi Borghi.
- Racing, reforzado y, otra vez, con buen técnico.
- Independiente, apostando a mantener lo (muy bien) hecho la temporada pasada.
- San Lorenzo, con el mejor DT argentino.
- Estudiantes manteniendo la base que le dio el mote de mejor equipo del país.
- Velez con su excelente plantel más un jugadorazo como Augusto Fernandez.
- Lanús con sus pibes al servicio del buen juego.
- Las posibles revelaciones.

Siempre es un deseo, pero esta vez hay una expectativa, la de ver buen fútbol. Material, hay.

martes, 27 de julio de 2010

Se fue Maradona.

Honestamente, en VdL no imaginamos que iba a pasar esto. Estaba todo dado para que siguiera. Pero, en otra mirada, se puede decir que otros técnicos de campañas similares en copas del Mundo también fueron cesanteados, lo que habla de cierto trato igualitario, malo parejo (?) digamos. Hasta se dieron esl gusto en AFA de hacerle la careteada de "seguis vos pero con otros colaboradores, que no conocés, nunca viste y vas a tener que conocer a medida que los ves en las prácticas y me reportan todo lo que hacés". Y, diría que no yo también, fuera el puesto que fuera, porque eso es una muestra de que no confían en uno.

Por su parte, Maradona se va de la selección con el record de porcentaje de partidos ganados, aunque la dimensión cualitativa de sus victorias desmerece un poco la magnitud de su periplo por la Albiceleste.

El serrucho Batista no perdió oportunidad y ya tiró la lista para el amistoso con Irlanda. No se da cuenta de que se quema él dando la lista tan rápido; un espectador podría pensar que la tenía elaborada de antemano. Pero eso ahora no importa.

No queda más que definir a los posibles sucesores. Quien escribe insistirá con el mismo nombre de siempre, el que se puso en la mesa colectiva (?) de este blog, desde su existencia, en todas las sucesiones de DTs que tuvo la selección: el nombre de Ramón Ángel Díaz. Aunque otra vez seguro lo mufamos y no va a agarrar. Un bajón (?)

domingo, 11 de julio de 2010

España campeón del Mundo.

Un premio, ni más ni menos, al laburo. A la seriedad de los diferentes técnicos, que apostaron a una generación de jugadores sin deshacer todo lo hecho por sus antecesores.

Claro que son los jugadores los que juegan. Y no se podría haber hecho sin los cracks que tiene España en esta generación. Xavi, Iniesta y el gol clave, Villa (muy flojo hoy), Alonso, Fabregas que cambió el partido. Los demás por supuesto que no son picapiedras. A eso le sumás un libreto complicadísimo bien aprendido, y te queda España. Te queda un equipazo.

¿Es merecido? Sí. La Roja se llevó todo: Copa, premio Fair Play, posiblemente balón de oro nacional. Siempre buscando el arco rival, eliminó merecidamente a Portugal, sufrió de más pero venció con justicia a Paraguay, volteó al que era el favorito de este blog (Alemania) dándole una cátedra de fútbol y llegó a esta final con el mote de candidato. No le pesó, se cargó su primera final como un equipo veterano, se apegó a su libreto y, como en todos los otros partidos, ganó bien.

La Naranja, por su parte, tuvo sus chances, no las aprovechó y debió terminar el partido con varios jugadores menos. Siento pena, personalmente, por tipos como Van Der Wiel, Van Bommel, Sneijder, Van Bronckhorst y Stekelenburg, que jugaron esta final como las circunstancias lo demandaban y se quedaron sin nada.

Así como la prensa deportiva argentina no es fidedigna de lo que piensa el futbolero promedio, es lógico suponer que en España sucede lo mismo. No queda más que felicitarlos por lo que hoy han logrado; meterse en la élite de los más selectos, y fuera del continente (por primera vez para un europeo). Un paso hoy trunco para Holanda, que por tercera vez queda ante la puerta de la gloria.

Los argentinos, que todo lo sabemos, podríamos aprender muchísimo de España y su triunfo. Muchísimo.

jueves, 8 de julio de 2010

Balance misceláneo (?) de SA2010

A falta de dos partidos, aún cuando sean los que definen los primeros puestos, a esta altura del máximo certamen a nivel mundial de fútbol, con 62 cotejos disputados, ha mostrado todo lo que tenía al público. Con todas las cartas sobre la mesa, hacemos una breve reseña sobre lo que creemos los puntos altos y bajos de esta edición de la Copa.

Pros:

-El buen juego de algunos: España juega lindo, Holanda también. Ni hablar Alemania, aún habiendo perdido. Ghana mereció más porque jugaba bárbaro. Equipos diversos, vistosos como Chile y Estados Unidos, hasta equipos hechos y derechos como Paraguay, Uruguay, tuvieron un nivel que, si bien no es nada histórico, es totalmente superior a lo mostrado en los últimos dos Mundiales. Esperamos se mantenga esta tendencia la próxima.

-Las transmisiones
: sin dudas lo mejor de este campeonato. Además de la magia de las emisiones en HD, hicieron interesante hasta los compilados de los entretiempos, en los que se veía hasta el laburo táctico. No sé a cuánta gente tendrían laburando, pero salió bárbaro. Además no tenía comentarios (?). Diez puntos.

-Los horarios: si bien mucha gente estaba laburando, la flexibilidad de los horarios, incluso en los partidos que iban 8:30, permitió que todos miraran aunque sea un rato de varios partidos. Además destaca la puntualidad. Acostumbrados a entretiempos de media hora, los quince minutos pasaban rapidísimo en comparación, algunos dicen que el doble de rápido (?).

-Las conferencias de prensa: ya en un aspecto un poco más camarillero (?), algunas charlas fueron simplemente espectaculares. Dunga pegándole a Cruyff, Maradona pegándole al que se le cruce, los periodistas preguntándole a Pastore de la salchicha alemana (?), declaraciones post-eliminación en Italia, Nigeria y Francia... Te cagabas de risa, qué no, dale (?).

-La expectativa: cada vez más gente le da bola al fútbol, y aunque el Mundial es cuna de hinchas barriletes, muchos empiezan a mirar más fútbol a partir de aquí. Mientras haya un futbolero de ley más por cada mundial, el deporte sigue vivo.

-La "justicia": pasó de ronda el que mereció pasar, el que propuso, y el que no, se quedó afuera. Salvo alguna excepción (ahora mismo se me ocurre Uruguay en cuartos), no hubo que aguantarse un Italia 2006 que inexplicablemente pasaba de ronda.

Ahora sí, pasamos a las manchas, al repudio (?). Aquí están estas son, las contras:

-Desilusión: claramente en el marco personal de los argentinos. Otra vez en cuartos, un bajón.

-Los arbitrajes: y no nos referimos a los bigotes (?) en sí, sino a sus colaboradores. Un mundial horrible tuvieron los líneas, obviando goles totalmente válidos, cobrando muchísimos offside que no eran o, al revés, convalidando tantos claramente ilícitos.

-La Jabulani: La NASA dijo que, según una investigación, la pelota del Mundial tendía a deformar la trayectoria a más de 72 km/h. VdL, basándose en sus observaciones, manifiesta que la pelota "es una poronga" (?). Mucha tecnología, muchachos, pero a la pelota se juega pegándole, y cuando le pegás a ésta, se te levanta o te viborea. Vuelvan a la magia de las tipo Tango.

-La organización: pelotas que faltaban, la jodita de transmitir las repeticiones con telebeam a 50.000 personas en pleno partido, el mal estado de las canchas tras varios partidos. Cada granito fue sumando.

-La mala cobertura: lo mismo de siempre, bah. 24 horas de transmisión llamada Sudáfrica 2010 necesitan llenarse con algo. Así tuvimos que bancarnos escuchar a toda la cohorte de pseudoperiodistas que fue al Mundial hablando del clima, o repitiendo como si de una lección se tratase los kilómetros que separan un estadio de otro, o las horas de viaje. Si a eso le sumás la desinformación, las preguntas boludas, o los videos pedorros de los entrenamientos, estás hecho. Rescatamos el laburo de Kuffner con Latorre y el Enzo en Canal 7, más los informes de Diego Markic para Indirecto, pero no mucho más.

-El "arlequinismo": un mal claramente pandémico, el llamado Arlequinismo está en todos lados. De otra forma no se puede explicar cómo tantos pelotudos van a ver los partidos para hacer la Ola con la cara pintada, tomando esas cervecitas caretas, con toda la parafernalia de carnaval y ese cáncer de la sociedad toda (?) que son las vuvuzelas, ícono máximo de que en Sudáfrica en su puta vida miraron fútbol.

-El miedo a perder de muchos: Todo dicho. Dio la impresión que se prefirió conservar resultados dignos pero inútiles antes que tomar riesgos y exponerse. Se entiende que los equipos "salgan a estudiarse" pero en la medida justa. Cuando vas a no perder, vas al pedo.

-Los barras: esto no es nuevo. Tampoco es nuevo que se fajen por las calles de las ciudades, como sucedió esta vez. Tampoco es nuevo que hubiese deportados. Tampoco es nuevo que los Clubes y la AFA tuvieran algo que ver. Sí es más llamativo esta vez, quizás, la alevosa conexión que existió entre Estado y Barrabravas, pero ese es otro cantar. Lo cierto es que ahí estuvieron los "hinchas caracterizados" dejando bien alto el aliento argentino. Bárbaro, eh. Bárbaro.

-"El uso de la tecnología": ya lo dijimos en su momento en el post de Argentina-México. ¿Qué tiene de malo un chip en una pelota? Lo de los offside es más discutible, pero si vas a usar la tecnología video-graph, que sea a favor de la autoridad del partido y no para desacreditarlo. Lo mismo podría decirse de los aerosoles para las barreras, que en Argentina se implementó con éxito y para el Mundial que viene podría hacerse el intento. Pero no va a pasar. Ni eso ni lo otro.

Opino, en síntesis, que el Mundial, que es ni más ni menos que 64 partidos de fútbol, y metiéndose únicamente en ese aspecto, fue muy bueno. Lo más importante era ver el partido y muchos no sólo no me decepcionaron, sino que me sorprendieron. Extrapolando el fútbol a todo lo que lo rodea, encuentro los mismos defectos de siempre. Te puede dar bronca, indignación, lo que se te ocurra. Pero es tan linda una Copa del Mundo, y uno cambia tanto entre una y otra, que te podés olvidar.

lunes, 5 de julio de 2010

El Mundial que hicimos.

Si bien ya es un poco redundante, entre tanta pluma gastada, tocar este tema, me pareció sensato esperar un par de días para aclarar el pensamiento sobre el desempeño general de la selección.

Decidí dividir el periplo en sudáfrica en 2 partes, por una cuestión tanto práctica y futbolística y lógica: la primera ronda y las llaves eliminatorias, entre las cuales Argentina tuvo un desempeño marcadamente distinto.

Pero bien vale ir más atrás en el tiempo para encontrar un trasfondo que permita abordar el Mundial desde el día 1. Para los memoriosos, se clasificó venciendo a Perú por la mínima, con un gol de Palermo que le valió el pasaje, y luego a Uruguay en el Centenario, obteniendo un triunfo en tierras charrúas después de 34 años. Después vendría la fatídica conferencia de prensa con pedidos de fellatios varios (?), que rompería definitivamente su relación con la prensa, previamente desgastada. Aquel día en Montevideo, Diego paró a Romero; Otamendi, Demichelis, Schiavi, Heinze; Jonás, Verón, Mascherano, Di María; Messi e Higuaín. Sacó a los tres últimos por Bolatti, Monzón y Tévez y tiró al equipo espantosamente atrás cuando nos pusimos en ventaja, y funcionó. El partido fue horrible e hicimos un gol de pelota parada después de una patriada de Jonás.

Cuando se vio al equipo clasificado, y con otra paz y predisposición, hubo tiempo para probar otro sistema en vísperas a un amistoso de jerarquía: luego de Uruguay, la selección se mediría ante Alemania en un partido que, según palabras del propio Maradona "era de cuartos de final" y que brindaría más certezas que indicios sobre los 23 jugadores que nos iban a representar en la cita mundialista. El encuentro dejó ver a Diego en una faceta cauta, apostando a la solvencia defensiva y apostar a algún contraataque, y otra vez funcionó. La formación inicial fue la misma que contra Uruguay, con la sola inclusión de Samuel por Schiavi, y también el libreto se mantuvo: un equipo bien parado atrás, no muy ancho, cuatro centrales, Verón manijeando y Di María tratando de ir al ataque. Funciones bien claritas y sin volantes mixtos. Un equipo que, de tener a Messi inspirado, era muy peligroso, pero especulador.

Así las cosas, el mundial se aproximaba cada vez más y el tiempo para laburar variantes fue acortándose. Ante la posibilidad de que se lesionaran jugadores, se decidió jugar pocos amistosos, y presentar a jugadores locales para los ya programados, como contra Haití y Jamaica. Días antes del comienzo del certamen, Maradona dio una preselección y luego una definitiva nómina de jugadores, que se inclinaba aún más al estilo del partido con Alemania. Con la inclusión mayoritaria de defensores centrales (sólo Clemente), escaso buen pie por los costados (sólo Di María), y un delantero de más, empezaba el trabajo previo al primer partido, contra Nigeria.

No obstante, a medida que el periodismo cubría los entrenamientos, se hablaba de un cambio consistente en el ingreso de Tevez al once inicial, festejado por el ambiente, que idolatra al Apache y sostuvo durante ese tiempo que salir con ese planteo un tanto defensivo ante un rival del fuste de Nigeria era demasiado conservador. El Dié compró y metió a tres puntas contra los africanos.

El partido finalmente terminó con la abstinencia. Aquel día, se le ganó a un equipo nigeriano muy ligero arriba, con un gol de pelota parada de Heinze. A pesar de suponer que tanto Verón como Tévez y Jonás (de 4) se superpondrían por derecha, eso no sucedió nunca, y la escasa colaboración en la marca de ambos hizo de nuestra banda una invitación al ataque rival, hecho que se mantendría en los subsiguientes partidos. Messi, el Gringo y Mascherano fueron figuras.

Tocaba Corea del Sur en el segundo enfrentamiento, y hubo un par de cambios. Verón, con una sobrecarga muscular, dejaba su lugar a Maxi Rodriguez. Metía entonces Maradona a cada jugador en su puesto, haciendo las veces Messi de enlace para Tevez e Higuaín, que se luciría y marcaría tres goles. Agüero también tendría una actuación interesante, pero entrando desde el banco. No obstante, el equipo luego de dos partidos empezaba a evidenciar desacoples defensivos y falta de garra en un mediocampo que dependía demasiado de Mascherano y se exponía a quedar fragmentado, siendo escaso el aporte ofensivo de los volantes.

Aún siendo un equipo un poco falto de equilibrio y por momentos lento, se ganó en ambas presentaciones y para el último partido de la fase de grupos, la selección llegaba prácticamente clasificada y dándose el lujo de hacer cambios. Con un equipo totalmente distinto, Argentina vencería a una Grecia 100% rústica, con Demichelis abriendo la cuenta pero de un partido horrible en defensa, complicándose solo ante un rival que atacaba con uno.

En resumen, la selección avanzó a octavos caminando. Los flojos rivales poca resistencia pudieron oponer ante las individualidades argentinas, que llegaban con claridad y poder de gol al arco rival, pero de manera más impulsiva, individual, que triangulando y aprovechando a los volantes. El hecho de que los goles los convirtieran delanteros y defensores muestra el mal Mundial que tuvo nuestra línea media. Tirar a los talentosos y la chapa en la cancha sobró para clasificarse. Maradona mostró, aún así, agilidad y buen tino para las sustituciones, y desde el banco se encontraron revulsivos para cuando los partidos se iban cerrando.

Y también sobró para ganarle a México
. Por la llave de octavos, el cuerpo técnico tomó conciencia de los defectos que presentaba la selección y obró en consecuencia. Otamendi (de buen partido ante Grecia) se quedó con el lateral izquierdo en desmedro de Jonás, y Rodriguez seguía en el equipo, relegando a Verón. México complicó muchísimo en los primeros minutos con remates de afuera y atropellaba a nuestros volantes, con su buen manejo y descarga rápida. Ese tipo de juego, claramente, complicaba a los nuestros, que tenían un juego más lento para hacer más daño con los cambios de ritmo de los delanteros. Al equipo le costó horrores adaptarse a la desconexión que sufrió porque Messi tenía una marca escalonada (primero Torrado y después Marquez le salían) y porque no lo ayudaban en ataque. Otra vez un arresto individual para abrir el partido necesitó la Albiceleste para marcar un gol, ayudado por un offside clarito no cobrado. A los de Javier Aguirre se les iba el partido al tacho y Argentina lo aprovechó. Un gol más de Higuaín en su cuenta personal, aprovechando un error de Osorio, sepultaría definitivamente las aspiraciones del Tri. Fue uno de los mejores partidos de Tevez en la selección, anotando el primero y el tercero, y logrando por primera vez poner su barullo a favor del equipo. México descontó vía Hernandez, que dejó expuesto otra vez a Demichelis y otro de los defectos de la selección: Argentina era un equipo muy angosto cuando se replegaba. La ausencia de un buen volante derecho, o de volantes mixtos, dejó ese puesto muy descuidado y, aún poniendo a un central de lateral para asegurar la línea de fondo, favorecía la llegada al fondo de los volantes del rival.

Se debió tomar nota de lo sucedido en este partido. Nos esperaba el mejor equipo del Mundial y, viendo su disposición táctica, era necesario replantear varias cosas en el fondo. La expectativa del público quizás jugó en contra al momento de hacer cambios. Alemania tenía cinco volantes, todos ellos de buena técnica y fenomenal despliegue, que presionaban en bloque, aprovechaban muy bien los huecos de los laterales y descargaban a dos toques. Maradona decidió no realizar modificaciones.

Y fue su primer error en el Mundial.
Ayudado por el gol coyuntural y el nerviosismo del inexperto Otamendi, el equipo teutón fue superior en cada línea, asfixió a los atacantes argentinos con mayoría numérica y derrumbó la solidez defensiva que habíamos mostrado hasta ahí, paradójicamente cuando Demichelis jugaba un gran partido luego de flojos desempeños en los tres anteriores. El resultado es conocido.

Con las valijas hechas, se abría paso a la crítica. Perder la mitad de cancha en el partido fue clave. Dejaba el equipo un hueco justo en el vértice del rombo que correspondía a Messi y, desde ese espacio, los dos alemanes que lo ocupaban (Schweinsteiger y Khedira) armaron todo el equipo y se comieron crudo al crack argentino. La ausencia de Messi les facilitó la tarea defensiva, y la mala tarde de Otamendi les facilitó la ofensiva. Maradona pecaría, dos veces en esta instancia, en no meter cambios en el entretiempo. Su equipo se comía el segundo y quedaba totalmente groggy para cuando el decidía meter a Pastore para la creación. Tampoco era el partido de Tévez, que no gravitó y en su barullo no aportó nada. A la suerte hay que ayudarla: Alemania lo hizo y nosotros no. Argentina, al igual que en 2006, se conminó al talento del 10 y apostó a que sus individualidades resolvieran cada situación. A Pekerman y Basile se los criticó y luego se los cesanteó por ello. Diego cometió ese mismo error y, ante un combinado que hace exactamente lo contrario, perdió sin atenuantes.

En retrospectiva, se puede decir que dejar afuera a volantes aptos para marcar y jugar le quitó variantes a la selección, así como la falta de una alternativa para partidos chivos. No quiero entrar en esa crítica sencilla, pero ya lo habíamos dicho cuando se dio a conocer la lista.

Como gran conclusión, podemos decir que la decepción del equipo se vio acompañada de un buen Mundial de Maradona, quien se mostró a la altura, y como uno más mostró aciertos y desaciertos, poniendo a Argentina quinta en mundial, un resultado digno.

Será que, si en la ilusión se enceguece, la dignidad ya no le alcanza al público.