domingo, 27 de junio de 2010

Argentina 3 - México 1

La selección dirigida por Maradona pasó a instancias de cuartos de final tras eliminar al duro equipo norteamericano, que tuvo contra las riendas a la albiceleste al principio pero un error de un línea, primero, y de Osorio después, le costaron otra vez el pasaje de vuelta en octavos.

Al principio, nos pateaban de todos lados. Salcido, de gran pegada, se aprovechó de la complicada Jabulani (palabra ya célebre (?) en VdL) y reventó el travesaño a los cinco minutos. Guardado, de gran primer tiempo, tuvo al toque la apertura del marcador, pero así como a Salcido lo favoreció la curva de la pelota, al jugador de La Coruña lo perjudicó, y un remate con destino de gol se fue torciendo hacia afuera, ante la atenta mirada de Romero, que nada hubiera podido hacer.

Se los notó "duros" a los jugadores. Quizás por nervios, o por cansancio, parecía un equipo más lento que el rival, y apostaba a lateralizar la pelota, con calma. México no salió a presionar con decisión y desde el toque, creció el equipo. Si bien le costaba al trío Tévez-Higuaín-Messi perforar entre las líneas del Tri, se logró la ventaja con un arresto individual, esta vez del Apache.

Mención aparte para dos ítems: 1) lo que VdL cree que es un auténtico pase a la cabeza de Tévez, de Messi por sobre el cuerpo del arquero Perez. 2) Cómo se le van al bombo los mexicanos al línea después de su grosero error. Lo que queremos recalcar es que los zagueros mexicanos no protestan el gol sino hasta después de ver la repetición. ¿Es necesario poner una tv en la cancha que repita los goles, hasta con la línea de offside, tipo Telebeam? ¿Qué autoridad puede tener el línea después de convalidar un gol así, y que luego todo el estadio perciba que estaba equivocado? Es una buena idea, creo, asistirse de referencias en video para discernir si un gol es válido, o no. Pero que se haga como el Rugby, donde el encargado NO está en la cancha. Lo único que se logra poniendo las repeticiones en el estadio es desacreditar al juez de línea.

Aunque, no sin fortuna, el gol se cobró igual y México perdió los estribos; la concentración. Se volcó a un juego más acertivo, cortando más adelante la gestación del fútbol argentino pero exponiéndose atrás. Cuando pudo escaparse alguno de los nuestros, los de Aguirre padecieron.

A partir de acá es donde empieza el mejor partido de Tevez en la selección desde 2004 para acá. Además de convertir el primer gol, forzó en ataque un complicado pase atrás para Osorio, y ante el deficiente control del pase, Higuaín recuperó la pelota y se fue solo al gol. Engañó al arquero hacia afuera y definió con la zurda. Segundo gol en 7 minutos.

Con dos goles en contra y desmoralizados por la repentina ráfaga de los sudamericanos, México se cayó. Siguió intentando por izquierda, pero la tibieza de sus arremetidas dejó crecer en confianza a Otamendi, que minutos antes tenía complicaciones por el sector, y perdió la sorpresa. Los de Maradona trataron, con idéntica desidia, ampliar la ventaja, pero la desconexión entre los puntas le jugó en contra - Messi estaba muy atrás, casi de 5, y Di María estuvo contenido. No obstante, el entretiempo dejó bien parado al equipo nacional, y dejó tambien un mini-tongo (?) que se armó entre el banco de Mexico y Heinze, que obviando que es un cabeza de tacho, jugó otra vez un partido enorme.

Como si dicho parate no hubiera existido, el principio del complemento fue una copia calcada del final de la primera etapa. En México ingresó un movedizo Barrera para reemplazar a un estático Bofo Bautista, y de su mano, se empezó a inclinar la cancha. Progresivamente, nos hicieron retroceder en el campo, dejándonos al amparo de una contra que diera más calma a los espectadores.

Y qué oportuna que es esta Argentina, porque llegó dicho gol. Y qué bueno lo de éste Tévez, tan cambiado, luchador de los que valen, y tan duramente criticado, por momentos, en este mismo espacio. Hemos de pedirle disculpas a Carlitos, que sabemos que entra seguido al blog (?), porque con su coraje y su hambre para trabar pelotas, sea parado de 10 o de 4 bis, le dio a su equipo esa patada en el orto chispa que necesitaba para reaccionar. De una maniobra individual que se ensució, sacó de la nada un remate, que se encontró con el ángulo izquierdo de Perez y coronó un golazo que terminó de liquidar el encuentro.

Ya implicado el honor, México insistió en la réplica y llegó a complicar al arco defendido por el bueno de Romero, quien se vio vencido en dos centros, que venían con veneno y pasados. Lo curioso es que, en ambas jugadas, los casi seguros goles del Tri fueron salvados en la línea. Y ambos gracias a Heinze, de aquí el gran partido del Gringo, que además cerró el sector, y obligó en varias ocasiones a México a cambiar de frente, con lo que significa tirar un pelotazo con esa pelota y en canchas así.

El Chicharito Hernandez (o Hernandez Ja(?) para la transmisión), fue quien pudo convertir y mostrar que está a la altura. Dejó pintado a Demichelis en un giro, y fusiló a Romero. Encontró con el gol cierta respuesta que lo adelantara el Tri, pero el bloque defensivo argentino (de buen desempeño hasta aquí), más un buen partido de Mascherano, fueron demasiado escollo.

Verón ingresó y no pudo tenerla, aunque buscó más a Messi, ausente en el segundo tiempo. También ingresaron, ya sobre el epílogo, Jonás por Di María y el tan pedido Pastore, pero no trascendieron.

Argentina, con más chapa que equipo, le puso los puntos a México y repite el camino de 2006, acudiendo a la cita contra Alemania, que es más equipo que antes y representará un temible reto para las aspiraciones de siete partidos, que tenemos todos. Pero es, de esta misma manera, necesario reconocer el trabajo de Argentina, que con el cuestionadísimo Maradona logró lo mismo que el mundial pasado, y aquel del '98. Las ilusiones siguen intactas.

-Romero (6.5): Sigue brindando seguridad y dando bien los rebotes a los costados. Bien en los centros, aunque perdió uno que Heinze sacó en la línea.
-Otamendi (7): buen partido del velezano, que arrancó con dudas comiéndose el loco con Guardado y Salcido y terminó afirmándose. Buenos centros en ataque y seguro con la pelota.
-Demichelis (6): levantó el nivel y sacó todo de arriba. Dos manchas: regalar un cabezazo a Barrera en el complemento y quedar atornillado en el gol del Chicharito Hernandez.
-Burdisso (6.5): sin complicarse en ningún momento, atento para salir a cortar. No padeció en su costado por el buen partido de su lateral.
-Heinze (7): sacó dos pelotas de adentro del arco y cerró la banda, asistido por Di María. Abusa del pelotazo en largo cuando hay que salir, pero da mucha seguridad en el fondo.
-Rodriguez (6): mucho desgaste físico para recuperar el balón, tratando de cerrarse al medio y ayudar a Mascherano. No aportó en ofensiva pero estuvo bien en las entregas.
-Mascherano (7): buen partido metido entre los centrales. Impecable en las entregas en largo. Tuvo bastante trabajo por el medio y recuperó. Muy bien yendo hacia adelante para cortar.
-Di María (6): Si bien está apagado en su aporte ofensivo, lo compensa con un gran desgaste en lo táctico y ayuda a no padecer por esa banda. Ganó varias faltas. Tuvo una pero no la aprovechó.
-Tévez (8.5): se lo vio trabar pelotas en todas las esquinas de la cancha, llegando a pararse como lateral derecho. Bien cuando tuvo que arrancar. Llevó siempre peligro y obligó al error a la zaga del Tri. Figura.
-
Messi (6.5): partido un poco más opaco del crack. Asistió a un Tevez en offside para el primero y buscó siempre, aunque abusó de la personal buscando su gol. Se retrasó mucho y se desconectó, sobre todo en el complemento. Verón lo revivió y otra vez fue incisivo.
-Higuaín (7.5): muy buen partido de Gonzalo, que cuando no tuvo la pelota se esforzó para buscarla y recuperó varias mordiendo a los centrales. Capitalizó el error de Osorio y convirtió un golazo que trajo tranquilidad. Voluntarioso para bajar (más en el ST) pero improductivo en el traslado.

martes, 22 de junio de 2010

Argentina 2 - Grecia 0

El partido se jugó al ritmo que quiso el equipo del Dié, ante un rival que siguió en un estilo defensivo unicorde aún viéndose abajo en el marcador y quedando eliminado, cuando le alcanzaba el empate para avanzar.

Se mantuvo una tópica durante los 90 minutos. Argentina tuvo el balón la mayoría del tiempo y trató de vulnerar el cerrojo impuesto por los helénicos triangulando y tocando por abajo. No se pudo; los griegos estaban muy bien parados y se recurría constantemente a abrir las bandas con Clemente y Otamendi (de buen partido ambos), lo que derivaba, en consecuencia, que llovieran centros para facilitar la tarea defensiva de los europeos, de más de 1,85 de altura todos. Cuando Messi era el que tomaba la posta, se abalanzaron sobre él y cometieron muchas infracciones que, aunque no desleales, no fueron correctamente reprendidas por el árbitro. Decimos, en un lapsus de intolerancia total: ¿Para qué carajo ponen a Borat (?) a dirigir? Una locura lo del uzbeco...

Desde su propio arco, Grecia recurrió al único libreto ofensivo que aparentemente conocía, el pelotazo al lungo de área, Samaras, que con poco se las ingenió para complicar a un opaco Demichelis. Hasta en el pique (!) le ganaba el delantero a Micho...

Si bien se pasó con holgura el primer tiempo, no se pudo abrir el marcador. Remates desde afuera del área con poca precisión, un arresto individual del Kun Aguero y una clarita de Maxi Rodriguez - tras centro de Clemente - fueron lo único que encontró la Albiceleste, irresoluta para irse al descanso arriba. Se especuló tanto en ese primer tiempo que poco es lo que pasó realmente. No había ningún cambio de ritmo porque el único capaz, hablamos de Messi, tenía por momentos tres o cuatro jugadores sobre él, que no dudaban en cortarlo con foul cada vez que el astro del Barcelona la tocaba. Milito y Agüero estuvieron muy apagados y por momentos bajaban hasta las bandas o el centro de la cancha para tener contacto con la Jabulani. No se sufrió atrás, gracias a que sobraba Burdisso para encimar a Samaras, el único griego comprometido en hacer un gol.

El mismo ritmo acompañó al encuentro en la segunda etapa: Argentina al trote sin poder entrarle a un rival abúlico para atacarlo. No obstante, la más clara situación para los de Rehhagel llegó cuando menos se esperaba. Demichelis volvió a cometer un error que pudo ser capital. Salió lejos, a destiempo y con el rival a sus espaldas. La peor situación para errarle a la pelota. A Burdisso, para peor, se le cantó acompañar la cagada que se mandó su compañero de cueva y esperar a que Samaras se metiera en el área para recién ahí marcarlo. La jugada encima tiene dos tiempos, cada uno acompañado por un remate del 9 griego, que en su segundo disparo tuvo el gol prácticamente hecho, con los centrales argentos vencidos y Romero totalmente jugado a su primer palo, yendo a la carrera a cerrar el otro. Si bien decidió bien en patearle a contrapierna, le faltó tiza y por suerte no la metió. Zafamos.

Si bien esta reacción no adelantó a Grecia en el campo (siguió metida atrás apostando al empate), Argentina tuvo que remar para que se abrieran espacios. Entró Di María para asociarse con Clemente y liberar a Messi, pero no se logró poner de costado a los europeos. Aunque, curiosamente, fue a partir de la entrada del Zurdo que se empezó a hacer daño de la manera menos pensada; por arriba. Bolatti tuvo el gol luego de que le peinaran la pelota al segundo palo, pero Tzorvas tapó bien y el Gringo pateó al bulto (literalmente (?)). VdL esperó esa jugada de pelota parada todo el partido, y cuando se produjo llevó peligro. Grecia puede tener buena talla pero sus jugadores siguen siendo torpes, y en un segundo cabezazo seguro iban a perder la marca. Lástima que en esa, no entró.

Sí entró la del flojo Demichelis, en su segundo intento tras un rebote en un defensor griego Milito sobre la línea (ni esa te salió, Diego). Micho le puso toda la frustración (?) a la segunda pelota, que entró con violencia. 1 a 0 y partido liquidado.

Como faltaban quince minutos, quedaba para el floreo y los cambios para que entren aquellos que no habían tenido la chance de participar. Les tocó a Pastore y a Palermo, que reemplazaron a sendos delanteros, de un partido muy flojo. Para ennegrecer el panorama para Agüero y Milito, sus suplencias entraron enchufadísimos. La gente que pedía al ex Cappa boy (?) tenía razón: Pastore, aunque con el partido ya abierto, liberó la circulación la pelota, alivió muchísimo a Messi y le cambió la cara al equipo, que hoy padeció la excesiva calma de Verón, quien debió haber salido. Con la frescura en 3/4 de cancha que aportó el Flaco, las triangulaciones hicieron mella entre las líneas griegas (NdR: esto parece un post de una guerra (?)), y abrieron brechas para patear de afuera. Messi reventó el palo en su primer chance clara y luego le quemó las manos a Tzorvas.

¿Y a quién más, cuéntenme, le podría haber quedado el rebote en la gran jugada de Messi?

A eso entró Palermo. Y le salió. Su primer gol en mundiales, tras una jugada bellísima de los tres talentosos y el violento disparo de La Pulga, muestra que este tipo está encantado. Definió como saben los 9 de área, allá abajo y fuerte, dejando sin reacción al Uno rival. 2 a 0.
Y bueno, después vino el toqueteo de un minuto. Nada más.

Argentina, terminada esta primera etapa, abre el crédito para lo que viene. Clasificó con puntaje ideal, sólo un gol en contra y apostando al buen juego. Nos espera México en octavos.

- Romero (6.5): sin laburo, prácticamente. En caso de que le hicieran ese gol, se le podría achacar haberse ido mucho a su costado, pero sigue demostrando que tamaño arco le calza justo.
- Otamendi (6.5): Tirando lujos (?), buscó tener presencia en ataque. Cerró muy bien el sector.
- Demichelis (5): el más flojo, sólo el gol le sube la nota. Perdió casi siempre con Samaras.
- Burdisso (6): salvo el error del no-gol de Grecia, un buen partido.
- Clemente (7): muy buen partido del Pincha. Pasando siempre al ataque, probando de afuera aunque sin suerte y volviendo a marcar. Figura.
- Rodriguez (5.5): trató de llegar con peligro y tuvo un remate claro, que se desvió en un griego. Se fue apagando y se fue reemplazado.
- Bolatti (6): con prolijidad para entregar la pelota. No pesó en ataque como acostumbra pero tuvo una clarita que le tapó el arquero.
- Verón (5): manejó los tiempos del equipo desde su posición. Abusó del "dénsela a Messi" cuando el partido necesitaba de él otro ingenio; otra chispa. Tribuneó al final.
- Messi (6): no pesó en el partido sino hasta el final, con el resultado ya favorable. No es para menos con semejante marca. Sigue negado con el gol pero está enchufado, y ante el menor error rival lo hace notar.
- Agüero (5.5): mostró voluntad para asociarse y bajó mucho para tenerla. No pudo liberar a Lio, aunque trató de buscar el arco. Tuvo un remate en el primer tiempo, luego se apagó.
- Milito (5.5): ídem que su colega en ataque. Tanta yeta tiene con el gol que hasta evitó el primero de Demichelis cuando el zaguero cabeceó. Lejos del área no gravita.
- Di María (6): si bien no fue tan desequilibrante su irrupción en el partido, sirvió para abrir el campo y explotar mejor la banda, dejando el paso para Clemente.
- Pastore (6.5): VdL sabe lo que este pibe nos puede dar. En quince minutos, se encargó el solo de dejarlo bien en claro. Bien en su mejor virtud (gambeta para adelante). Su presencia le dio aire a Messi y revolucionó el partido. Queremos más minutos de él.
- Palermo (6.5): tocó dos pelotas. Una, un pase atrás. Otra, el gol. Parado donde debe estar y haciendo lo que debe hacer. Enorme este tipo, nobleza obliga.

El sueño sudamericano.

No vamos a redundar sobre el desempeño y el historial, previo a la cita mundialista, de cada una de las selecciones participantes que representan al sur del Continente.

Sólo decir que Uruguay, primero en su grupo, Argentina a horas de tratar de imitar a sus pares rioplatenses, Brasil (cómodo), Paraguay y Chile liderando sus grupos, a su vez, estando los de Bielsa en una situación extraña - si pierden (nada menos que con España) podrían, con seis puntos, quedar insólitamente afuera - dejan muy bien cimentada la esperanza de cada nación de verse en instancias avanzadas del Mundial de Fútbol.

Ante el andar desconcertante de la élite europea, con resultados imprevistos y rendimientos por debajo de los pronósticos, es destacable el andar de dichas selecciones, que buscan poner en alto la escuela del fútbol aguerrido mas para nada falto de brillo técnico y colectivo. De ellos depende la gesta que pondría nuevamente a Sudamérica por encima de su eterna rival Europa en concepto de cantidad de títulos.

Así que está dicho. Dado el contexto, VdL boga abiertamente por un triunfo Sudaca en Sudáfrica, excepto Brasil (?) y si le toca al nuestro, mucho mejor.

jueves, 17 de junio de 2010

Argentina 4 - Corea del Sur 1

La selección ganó con claridad un partido muy chivo, contra quien era - para VdL - el más serio rival del grupo, y abrochó su clasificación a octavos.

Los de Diego trataron de hacerse fuertes en la tenencia. Sorprendió el planteo táctico coreano, sin salir a presionar, abroquelando bien las líneas y evitando quedar en inferioridad numérica. Pasaron varios minutos hasta que los asiáticos pudieron hacerse con la pelota. Tratando de desnivelar por izquierda, aprovechando que Di María estaba metido, trató Argentina de forzar su camino hacia el arco protegido por el Mediocre Sung-Ryong, que va a soñar con la Jabulani.

Se buscó vulnerar el cerrojo defensivo con desbordes pero muy pocos tuvieron relativa claridad. Tévez y Di María mostraron en esos primeros minutos - y en todo el resto del primer tiempo - un gran gasto físico pero cierta futilidad ante una marca tan persistente. Lo cierto es que por ese costado, se ganaron muchas faltas que daban la opción de abrir el partido con una jugada de pelota parada, al igual que contra Nigeria, cuatro días antes.

Y eso sucedió: de un corner bien ejecutado por Lionel Messi llegó la apertura del marcador. Si bien fue en contra (le rebota en la pierna a Park Chu-Young, el arquero estaba atornillado), es notorio cómo se desmarcaba Demichelis para recibir el centro y tratar de conectarlo. El laburo que viene mostrando Argentina en las pelotas paradas es impecable. Corea perdió las marcas de manera tonta, dejándose arrollar físicamente y yendo al bulto hacia el lugar donde iba a caer el balón. Si leyeran VdL (media pila, traduzcan con el Google (?)) verían que ese mismo error de ir a la pelota lo remarcamos diez veces.

Sin la presión de abrir el marcador, se vio al equipo más relajado y buscando aumentar la ventaja, ante un rival que estaba desorientadísimo en el campo y en un desorden marcadísimo. Pero aún en ese marco le fue imposible a los del Diego vulnerar al arquero pateando. El bajón: el presunto desgarro de Samuel - el mejor defensor que tenemos - que tuvo que salir, y dejó su lugar a Burdisso. Tévez tuvo un tiro libre que se fue apenas elevado, e Higuaín se perdió una chance. Se llegó hasta los 35 minutos para ver otra muy buena jugada con pelota detenida que aumentó la diferencia. Es increíble cómo sacar un tiro libre en corto puede ayudar tanto; el centro fue al segundo contacto con la pelota - Maxi Rodriguez, cuando recibió de Messi - y es formidable el movimiento de Burdisso que la peina para dejar sólo a Higuaín, que se sacó la mufa y metió el segundo, mediante un débil testazo y una complicidad marcada del Uno surcoreano.

Con el resultado más abultado y la desidia de los asiáticos para acercarse a Romero, el partido parecía más que liquidado. Pero en esa confianza, nos dormimos y reavivamos a un rival tumbado. Qué gil que sos (?) Demichelis. Porque podés echarle a la culpa a las Vuvuzelas, y posiblemente sea cierto: no escuchás nada. Pero el error tuyo es de manual. No se puede ir a buscar una pelota de espaldas, en posición de central. La tenés que recibir a medio perfil, "de costado" digamos, para poder ver a ambos lados. Si vas a recibir de frente a tu arquero, chequeá antes que no haya nadie, y si no sabés dásela a tu arquero, rápido. Además de no mirar, enganchás para adentro, y así es obvio que va a venir el rival. Rival que además hizo un golazo (se la picó a Romero) pero eso no importaba más. Corea se fue al entretiempo enfervorizada y volvió a la cancha hecho una tromba.

Con el resultado puesto, fue a buscar el empate con todo, y por momentos logró desequilibrar a la defensa sudamericana. Burdisso tuvo una sola falla en la jugada más clara, fue a buscar a Ji-Sung-Park que la llevaba y dejó descubierta su espalda para el pase entre líneas. Quedó solo Yeom Ki-Hun porque Heinze estaba más atrás, volviendo. Romero abortó el intento saliendo rápido y cubriendo todo el espacio con el cuerpo, aunque la pelota pegó en la red, del lado de afuera de su segundo palo. Fue la única situación que nos pudieron fabricar.

Nosotros, en tanto, acusamos el cansancio y perdimos chispa adelante. Nos volvimos predecibles, y el trío Messi-Higuaín-Tévez estaba desconectado. Di María se borró y no pudo contribuir en ataque. Fue el Diego quien, desde el banco, devolvió al equipo esa dinámica. Sacó a un voluntarioso pero exhausto Tevez para poner a Aguero. El Kun fue el revulsivo que necesitó Argentina, para abastecer bien a Messi (siempre marcado por tres) y triangular. De su mano llegaron los dos goles para dar aire, primero, y liquidar el partido después. En el tercero, es increíble cómo no entra cuando Messi patea. Lio está negadísimo para el gol, pero necesita tiempo. Pateó dos veces en la misma jugada, y en el rebote de la segunda le quedó a Higuaín, que la empujó, parado donde debía estar.

El cuarto es el más lindo de todos. El 10 Argento haciendo lo que siempre quisimos aquí que hiciera, juntar marcas y descargar, esta vez con Aguero, que de primera y con gran calidad puso el centro en la cabeza de Higuaín, que cabeceó a contrapierna del arquero y metió su tercer gol en esta copa. El Pipita se convirtió en el tercer jugador en la historia en convertir tres goles en un partido, jugando para Argentina. Stabile (en blanco y negro (?)) y Batistuta en dos mundiales, '94 y '98, habían sido los únicos. Se destapó el ex River, como se dijo de su rendimiento en el partido anterior.

Argentina está prácticamente clasificada para los octavos de final, empieza a mirar con interés el grupo A y redondea otra actuación convincente, con un aceptable orden defensivo y un brillo técnico insostenible, de tres cuartos de cancha para adelante.


- Romero (6.5): nada que hacer en el gol. Impidió lo que era el empate saliendo a cortar rápido. Atento para salir a cortar, con los puños o con los pies.
- Jonás Gutierrez (5.5): cuando pensábamos que íbamos a padecer su carencia en la marca, se acopló al último bloque y no desentonó. No pesó en los desbordes.
- Demichelis (4): Bartolea la pelota en el gol. Bien de arriba en ambas áreas. Trató de no desordenarse luego de su error y lo logró.
- Burdisso (5.5): Reemplazó a nuestro mejor defensor, pero cumplió con creces. Un poco lento a la hora del paso adelante e indeciso para salir o no a cortar.
- Heinze (6.5): otro buen partido del Gringo, cerrando el sector y aportando de arriba. Asistencia para Higuaín en el segundo gol.
- Maxi Rodriguez (4.5): intrascendente en las subidas. Colaboró en la marca.
- Mascherano (6): recuperando muchas pelotas y aportando, como mínimo, al bulto cuando los coreanos probaron de afuera. Bien en la entrega en corto pero sigue sin sorprender en ataque.
- Di María (5): muy voluntarioso en el primer tiempo, pero irresoluto. Consumido en la labor de la marca, se borró en ataque en el complemento.
- Tevez (6.5): buen partido del Apache, ganando siempre con su potencia física y probando de afuera. Bien en su rol de asistidor y asociándose con Di María.
- Messi (6.5): aún muy marcado mostró su talento. Buscó bien a sus costados y hasta contribuyó en la marca cuando no llegaba la pelota. Bien cuando le tocó patear los centros.
- Higuaín (8): empezó marrando situaciones para luego convertir casi por casualidad. Ese gol lo aflojó y desde ese momento, surgió lo mejor del jugador del Madrid. Oportunismo y buen juego por abajo. La figura del encuentro.
- Aguero (6.5): En veinte minutos le dio al equipo la verticalidad que andaba necesitando. Apto para tocar en velocidad e ir a buscar; jugar en su posición (segunda punta) le favoreció la tarea. Con Messi volvieron locos a los zagueros Surcoreanos.
- Bolatti: entró con el resultado puesto.

miércoles, 16 de junio de 2010

Por qué perdió España.

España trata de emular el brillo futbolístico del Barcelona. Ejerciendo una presión demoledora (te mete en un arco, literalmente) que es curiosa ya que incluye la posesión del balón; el volante central - Xavi Alonso - está pocos metros atrás de la medialuna rival, en posición de remate. Los defensores sobre la línea media. Muchas veces se ven 21 jugadores en una hemicancha, quedando sólo Casillas en la otra.

Se sabe que es un estilo que tiene elegancia, efectividad, es segura mientras se tiene la pelota, que es la mayoría del tiempo, y que ha dado resultados en la Élite. Pero es, como todo en la vida y por ende en el fútbol, pasible de fallas. Como la de hoy ante una Suiza que parece que la dirige Helenio Herrera.

Ni más ni menos, jugar "a tenerla" estando tan adelantado en la cancha te quita sorpresa. Lógicamente, mientras más atrás tires al rival, quitándole metros en el campo, menos espacio va a tener que cubrir cada jugador, haciendo más fácil que alguno de ellos llegue al relevo, y más juntás las líneas, dificultando mucho que se equivoque alguno. En Barcelona, este obstáculo se burló trabajando muchísimo en la colocación y en los trayectos que cada jugador tiene que recorrer. Es de notar que es difícil que dos blaugranas se superpongan en la superposición porque no corren al pedo. Corren "bien", y lo hacen en el momento que deben hacerlo. Otro aspecto a remarcar es que aprovechan del todo el ancho del campo, cosa que puede resultar obvia pero que puede apreciarse muy bien, siendo tantos los jugadores en la línea de la pelota.

Si a ese movimiento inteligente de cada jugador se le agregan jugadores virtuosos en esto de explotar espacios y romper líneas muy juntas, sean dos maravillosos tiempistas - Xavi e Iniesta - que hacen la entrega hacia adelante sólo cuando encuentran el hueco, o alguien de una técnica y velocidad superiores para el mano a mano, representada en Lionel Messi. Son ellos los que le dan un significado verdadero a los movimientos del resto, y que éstos con su precisión y vértigo hagan un real daño.

España falló en abrir la cancha. Sin velocidad por las bandas, padeciendo la intrascendencia de Ramos por derecha y Capdevila por izquierda, y sin volantes que puedan suplir la labor de los laterales. Iniesta, Busquets y Xavi, a pesar de ser excelentes jugadores, carecen de lo que necesitó su equipo en esta derrota. Quizás alguno de ellos debió salir para dar paso a un extremo, ya que el triple 5 que ellos conforman, aunque rico en tenencia, necesita hacer ancho el trayecto del balón.

Sin la sorpresa que pudieran aportar los carrileros, Se trató de triangular, acudiendo al pivoteo de Villa - uno de los mejores delanteros del mundo sin dudas - y los arranques de Navas por derecha. Pero si a todo lo dicho ya, se suman los rendimientos opacos en lo individual - Xavi desconocido, Iniesta disminuido por lesión - y errores imprevisibles como el conjunto entre Casillas y Piqué que deviene en el gol, se obtienen resultados así.

Otro aspecto es la ausencia de libreto en situaciones como éstas. Ramos y Capdevila son horribles para tirar centros, y Torres entró muy tarde por lo que no se pudo acudir a ganar de arriba. No tuvieron esa sorpresa los ibéricos, ese fulgor que los hizo respetados y temidos.

Pero faltan dos partidos, sólo dos partidos en este ciclo perdió España que sigue siendo así de candidato, sin ánimos de mufar. Tirar tan al bombo un equipo por perder un partido es el mismo error que se hace en otros países (ejem (?)) cuando su selección, en vez de perder, sale victoriosa. El mismo error pero al revés.

VdL no tiene dudas de que La Roja pasará de ronda. Y se ve que ellos tampoco, pero dar el paso de más y confiarse puede ser peligroso. Lo sabemos bien.

domingo, 13 de junio de 2010

Viendo a Alemania.

Qué simple juega el equipo teutón, haciendo un culto a la salida por las bandas. Los laterales pasan al ataque con un criterio tremendo y después vuelven a cerrar, los volantes se buscan entre líneas y las diagonales son perfectas, exquisitas.

Hacen siempre la misma. Se desprende Ozil, y en la posición de 10, tira el pase en cortada para Lahm, que se va por la espalda de su marca australiana (Chipperfield) y tira el centro atrás. O lo hace también por izquierda, a espaldas de Culina.

Y si no, se para de volante por derecha (se desprende Podolski, que también puede llegar por el otro extremo como en el gol) y tira el pase en cortada hacia adentro, para la diagonal hacia afuera de algún punta, casi siempre Müller, para que - otra vez - salga el centro atrás y la conecte Klose o el que llegue por atrás. Esa todavía no funcionó porque Klose tiene los pies redondos; hace goles de cabeza nada más, es tremendo de arriba.

Igual Australia no es rival. Es desordenado, no salen a achicar todos juntos (sale siempre uno solo a destiempo y deja espacios), van al bulto, no tienen chispa arriba, pierden los duelos... Quizás contra un rival como Ghana se vea algo más interesante. Aunque Alemania ya es otro equipo, muy distinto a aquel que perdiera con Argentina el tres de Marzo.

sábado, 12 de junio de 2010

Argentina 1 - Nigeria 0

En el debut Mundialista, la Selección ganó con justicia ante un combinado nigeriano que, como dijimos abajo, pecó de africano (?) y no aprovechó las que tuvo.

El equipo se plantó con una neta vocación ofensiva tratando de abrir bien las bandas. Jonás y Di María buscaron siempre ser opción de pase. No obstante el juego fue recostándose hacia la derecha, punto de partida de Tévez, que arrancó con mucha dinámica y voluntad de asociarse. Verón confluía muy bien en el medio para buscar a Messi en largo y en corto, y Lio arrancando por cualquier parte hizo desastres con la línea de fondo rival. El de Barcelona tuvo un gran desempeño, auspicioso, buscando siempre hacer lo que desde VdL deseábamos que pudiera lograr: juntar las marcas y entregar entre líneas. Y le salió, ya que dio dejó a Higuaín dos veces en posición de gol. Por la impericia del Pipita, no se accedió a una ventaja mayor, pero igual opinamos que el ex River jugó un buen partido.

En otro aspecto táctico, es importantísimo el laburo que hace Mascherano. Durante tramos enteros del partido es más líbero que volante (este blog te ama Masche (?)) y Argentina juega siempre con cuatro, aunque se desprenda un lateral. Su posición se vuelve fundamental en partidos como éstos, cuando nos ponen de costado (sufrimos por derecha con Jonás) y hay que tratar de no perder la banda. Si llega a partir de ahí Ji-Sung-Park, que es un jugadorazo, es para preocuparse.

En el partido en sí, el gol de Heinze vino cuando mejor estaba el equipo, pero nos dejo aggiornar. Se desmarca muy bien perfilado el Gringo (este blog ahora te ama Gringo (?)), y pone muy bien la cabeza. Ni más ni menos: es gol de Palomita. Además, se metió en un ángulo para coronar el movimiento individual, tras un muy buen corner de Verón, que para el bochazo estuvo muy fino. Atentos a Samuel, que se lleva las marcas para que Heinze quede solo.

Nigeria apostó a no desordenarse y complicó desde su izquierda. Le hicieron el "loco" a Jonás muchas veces. Pero fueron irresolutos cuando penetraron y dilapidaron chances entre centros demasiado altos o al vacío e intermedios entre buscapiés y remates al arco. Argentina se conminó a la insipiración de Messi y el crack no defraudó. Jugó e hizo jugar, agigantando la figura de Enyeama, que por su lado brilló en el mano a mano y ahogó fácil seis goles albicelestes.

Aún vivido con intensidad, el partido fue a paso cansino sobre el final, con el Diez argentino como elemento principal para romper la apatía. Tévez e Higuaín le llevaban bien las marcas al costado, y se sabe lo que es capaz de hacer Messi cuando hay espacios. Sólo le faltó el gol.

Luego del entretiempo, que a los argentinos se nos hace cortísimo, se vio al equipo cargando con la fatiga y resolviendo los embates nigerianos, que debido a su condición de negros (?) no se cansan de correr y te complican más al final que al principio. Verón se apagó y perdimos la tenencia. Aún con cierta carencia de argumentos, los de Lagerback seguían forzando su camino por derecha y tratando de complicar a Romero, que mostró una seguridad y sobriedad a la altura del arco que representa. No es bueno, sin embargo, el laburo que hacemos entre líneas: como estamos muy separados y muchos no vuelven, siempre un nigeriano tomó el balón en la segunda jugada, ya sea del despeje de un centro o de un pase atrás. De haberse tratado de un equipo Inglés, por ejemplo, quizás el resultado hubiera sido otro: bajo ningún concepto hay que dejar que nos pateen de afuera.

Sistemáticamente fuimos dilapidando las chances que nos quedaron, incapaces de capitalizar los contraataques. Entraron Maxi Rodriguez y Burdisso, saliendo Verón y Di María respectivamente. Los cambios, que fueron buenos, le dieron aire y más equilibrio al andamiaje argentino, que dejó de padecer en la derecha para dar ventajas por izquierda (?), porque Jonás se pasó a aquel costado. El Galgo debió haber salido porque había corrido muchísimo, quizás la falla principal que podría objetar desde aqui a los cambios. Otro aspecto es, quizás, la salida de Verón, que fue atribuida a un problema muscular, lo que implica que en otras circunstancias no dejará el campo. Eso sería perjudicial para el conjunto, porque a eso debemos apostar, lo repetimos: al desgaste de Verón en el primer tiempo y a otra alternativa en el complemento. También nos quejamos (?), del poco tiempo que se le da a Milito, que entra con el equipo cansado y no puede hacer mucho.

Nos complicaron con remates desde afuera, aunque no muy precisos, y sobre el final del partido apostamos a tenerla para defendernos, aunque Messi irrumpió otra vez para terminar de hacer figura a Enyeama. No hubo tiempo para más.
Así las cosas, se ganó en el debut, se le ganó otra vez 1 a 0 a Nigeria (?) y se mostró un interesante vuelo ofensivo que da ilusiones de cara a lo que viene.

- Romero (7): considerando su edad y sus menos de diez partidos en la selección, es un enorme partido el que jugó el arquero. Dando seguridad y respondiendo, no dejándose complicar por la pelota que es bastante caprichosa en el aire y jodidísima en el pique. Impecable con los puños y bien ubicado.
- Jonás (4.5): no pudo hacer pesar su velocidad para desbordar y, las cosas como son, no paró a nadie. Pagó no tener un volante que volviese adelante. Mejoró cuando fue de volante izquierdo, sobre el final.
- Demichelis (6): Buen partido de Micho, sin complicarse. No desentonó y desactivó varias veces el peligro por su costado, el derecho.
- Samuel (6.5): lo mismo que su compañero de zaga. Buen laburo de arriba en el área rival.
- Heinze (6.5): hizo el gol y clausuró la banda, pero no pesó cuando pasó al ataque.
- Tévez (5.5): como volante mostró mucha voluntad, y esa buena presión a la que nos tiene acostumbrados. Se asoció bien con Messi pero no llegó al fondo en muchas ocasiones, y el abuso ocasional del traslado le hizo perder varias veces la pelota. No colaboró en la marca y por eso padeció Jonás, detrás suyo.
- Mascherano (7): gran desempeño para los relevos, muy preciso en los pases e impecable como líbero, ayudando a la mayoría numérica de su equipo. Bien en las indicaciones. Le pediríamos que agarrara la lanza y patee, pero su rol es otro en este equipo.
- Verón (6): muy buen centro para el gol e interesantes pelotazos para los puntas. Aportó poco en la recuperación y no fue hacia su derecha cuando el equipo lo necesitaba, pero se mostró siempre para la descarga. Se apagó en el complemento.
- Di María (4.5): no pudo gravitar por el sector. Cuando se asoció con Messi se vio su mejor cara, dejando solo de cara al gol a la Pulga en dos ocasiones.
- Messi (8): gran partido de Lionel. Haciendo daño desde los costados o apilando gente en posición de 10, llegó al fondo para patear - lo que siempre le pedimos - y habilitó muy bien a sus compañeros. Lástima el gol, que hubiera coronado un desempeño a la altura de los reclamos.
- Higuaín (5): se perdió goles que, de ser otro el resultado, le adjudicarían una mochila pesada para cargar. Es muy técnico y cuando se tiró a la derecha favoreció mucho la labor de Messi, y sigue mostrando esa peculiar facilidad para encontrar espacios y desmarcarse. Con un poco más de tiza, va a dar que hablar.

- Maxi Rodriguez (4): trató de llegar al fondo en sus veinte minutos, lográndolo solo en una ocasión pero sin poder darle claridad a las llegadas por la banda. Aportó equilibrio y marca al costado.
- Burdisso (5): necesaria la entrada del defensor de Roma, que cerró la derecha y aportó cierta ductilidad para el desborde, aunque sin tiempo para mostrarla. Es cambio obligado cuando haya que cerrar.
- Milito (5): entendió que había que dársela a Messi, pero para no desentonar se desprendió en exceso de la pelota cuando hubo que arriesgar hacia adelante. Tiene que jugar más tiempo.

Breves anotaciones sobre el Mundial.

- Era absolutamente necesario que empezara. Treinta días sin fútbol no se aguantan a esta altura del año, y la verdad es que el comienzo se hizo desear. Desde Enero vengo mirando mal al que vende cadenitas en Constitución (?).

- Las ceremonias de inauguración podrán ser todo lo reivindicativas, luminosas, pomposas y esplendorosas que quieran, pero yo no cambio ni el más pedorro de los partidos por ver a Shakira.

- La canción del Negro (la que tradujo Bisbal) era cien veces mejor.

- México defiende muy, muy mal. Además de que son todos lentos (son centrales ya de 30 años), son muy ineficientes contra los ligeros puntas africanos, que si hubieran estado un poco más finos hubieran cambiado el partido.

- Además de marcar horrible, siempre la dejaban picar, en cualquier instancia; tanto delanteros como volantes y zagueros se dejaban complicar por los complicados rebotes que da la Jabulani, que sumados al hermoso césped del estadio, hacían al balón realmente impredecible. Lo peor es que no se animaron a controlarla antes del contacto con el piso, ni una sola vez. Especialmente Aguilar, que partía siempre solo (Niembro gritaba "¡Cámbienla, cámbienlaaa!" como un desaforado) y se comió como seis pelotazos en el primer tiempo por dejarla picar para la carrera en largo.

- Del equipo hoy dirigido por el carismático Carlos Parreira, tenemos que decir que cumple la norma general de toda formación del continente: es muy naif en algunas cosas, y a sus jugadores les falta oficio. Ciertos desconceptos, como el traslado excesivo (se comieron el segundo gol - pegó en el palo - porque Mphela quería ganar la posición), tratar de recibir siempre el pase del compañero (otra vez el gil (?) de Mphela, que no sólo les birlaba los pases a los compañeros - eran al vacío, se iban solos - sino que además recibía de espaldas y se tomaba dos tiempos para girar), ir al bulto sobre el rival con la pelota, o cerrarse de más y quedar mano a mano atrás, son errores que aún después de años se siguen viendo. Ni con un viejo zorro de DT se pierden las mañas.

- Uruguay acumula balance positivo en la razón Desgaste/Talento, y por eso tiene presión y buena madera para recuperarla, pero se nubla al momento de crear. Es un equipo prácticamente sin gol pero es realmente fiero, en compensación; es difícil anotarles. Para empeorar las cosas, el que VdL considera su jugador más lujoso, Lodeiro, se fue expulsado tontamente por un planchazo indigno de semejante partido, entre campeones del mundo. ¿Sos pelotudo, querido, o te hacés? (?). La Celeste debe apostar más a Nacho González, capaz de ese pase que aún sirve en el fútbol de hoy, para que Suárez y Forlán puedan aprovechar la espalda de la defensa, que tan bien lo hacen. Si no, el conjunto de voluntades se difumina con el físico.

- Francia monopolizó la tenencia pero se dejó estar. Quizás por esperar de más, dejó crecer a los marcadores charrúas (enorme error) y al Ruso Pérez, que se comió el medio y recuperó muchas veces la pelota. Y cuando tuvo el desnivel favorable por el jugador de más, sacó a un talentoso como Gourcuff, que en esa situación era necesario para quebrar las líneas uruguayas tan pegadas entre sí, para poner a Malouda, que es más corredor y apuesta más al desborde. Al repliegue de los sudamericanos, los europeos contestaron cambiando Pausa por dinámica y barullo. Claramente, no sirvió, y eso pudo haberle costado el triunfo.

Con más partidos para analizar, el feedback positivo (?) traerá más tela para el corte. Por lo pronto, mañana juega la selección así que al término, estará firme en este humilde espacio un post sábana (?) de esos que hago cuando juega la Albiceleste, con "uno por uno" y todo.

jueves, 3 de junio de 2010

La selección VdL (?)

Con el conocimiento de la lista de 23 a cuestas, y viendo el Kosovo (?) que Diego hizo de nuestro boceto de selección del sidebar, decidimos ver qué equipo disponer en cancha, con los jugadores que podemos elegir.

- Sergio Romero: y sí. Es el arquero que más seguridad puede darnos, el que viene atajando, y con espalda suficiente para cargarse el arco de un grande para la cita mundialista con 22 años. Un primer gran fogueo para un arquero con mucha carrera por delante.

- Jonás Gutierrez: en VdL no comulgamos con cuatro centrales pesados para cerrar la defensa. Uno, al menos, debe ser salida. Teniendo a Mascherano para relevar, podemos arriesgar con el empuje del Galgo por derecha. Lo elegimos por sobre Clemente por jerarquía individual, ya que no consideramos a ninguno superior al otro en el rubro marca.

- Martín Demichelis: si bien está en un nivel que no es su techo, es un tipo que siempre cumplió con la camiseta y con experiencia suficiente para dar la talla en Sudáfrica. Es táctico y sabe ir bien a su derecha, lo que viene bien si está Jonás.

- Walter Samuel: si hoy por hoy eligieran a los cinco mejores centrales del mundo, él integraría la nómina. El momento del ex Boca y Roma es tremendo: campeón de europa con el Inter, impasable de arriba, entendiéndose muy bien con el 3, y muy sobrio. Tiene un Mundial encima, y su sobriedad nos da muchas garantías.

- Nicolás Burdisso: alguien que cierre el sector, sin importar que no aporte desborde, que juegue con rapidez por el lateral pero, por sobre todas las cosas, que no haga cagadas (?). El defensor de Roma aporta muy buen juego aéreo y marca limpia por el sector. Sería una apuesta.

- Lionel Messi: no lo pensamos para la posición de 8 clásico. No pensamos proponerle el desgaste a semejante jugador. Lo pensamos como al viejo Wing, o cerrándose para el paso de Jonás. En Barcelona es donde más se recuesta - a la banda nos referimos - apilando jugadores en diagonal. Si sabe esa, que la repita.

- Javier Mascherano: Detrás de los centrales es fundamental, en caso de que nos estén cascoteando el rancho estar replegados. Delante de la zaga, su velocidad y buena colocación proveen un elemento fundamental: el segundo hombre para la mayoría numérica, clave para marcar en el fútbol de hoy. Cabe aclarar que, durante los entrenamientos, lo pondríamos a patear un millón de veces al arco, así aprende (?) y le aporta al equipo en ofensiva, o en lo táctico si necesitamos el bochazo en largo, o el cambio de frente.

- Javier Pastore: leímos que "juega con las topper". Qué bien le calza esa definición al cordobés, que con su técnica depurada y paso elegante puede aportarle al equipo una circulación distinta y actuar, quizás como un respaldo para Messi, y por qué no, como un faro que atraiga marcas y liberar a sus colegas en ataque. Es vivo para la descarga y, si además se lo convence en la llegada al gol, parado de 10 tradicional podría hacerse valer. El inconveniente, quizás, sería la presión que ejercería en él semejante rol en el equipo.

- Ángel Di María: una fija. Por polenta, gambeta endiablada y buena llegada al gol. Tiene interesante pegada y puede también desbordar con eficiencia. El juego asociado lo tendría como carta importante, y su desequilibrio puede abrir un partido que se presente difícil. Por talento, no puede no estar.

- Gonzalo Higuaín: mil veces para denostarlo se dijo que "no es 9 de área". Es cierto. Si bien puede convivir en el punto del penal, sus raíces lo llevan unos metros más atrás, o quizás inclinado hacia una banda. Su importantísima cuota goleadora y una inusual habilidad para habilitar a sus compañeros lo convierten en un jugador singular. Cita obligada para el Pipita.

- Diego Milito: ¿Es razonable dejar al que, consideramos, es el mejor jugador del año hasta ahora? No. Por eso, armamos un equipo que banque su momento. Si no puede convertir (cosa difícil dado su rendimiento), demostró estar a la altura cuando lo llaman a pivotear. Ahí, que al área entre Higuaín. Tiene altura para el área y técnica.

¿El número? Decimos un 4-2-4, porque Messi y Di María no son volantes ni ahí. Si queremos subir a Jonás, puede ser un 3-5-2, que en ataque es 3-3-4. Fútbol total (?).

Ahí está. Cuando el partido se enfríe, puede entrar Verón por Pastore, o Heinze por Jonás (y correr a Burdisso de 4, para que vean que somos flexibles (?)). Pero queremos, se ve, un juego volcado al ataque, con correlato histórico al vuelo que siempre mostró Argentina.

Pero si ganamos con un 5-3-1-1 (?), no me quejo...