viernes, 19 de noviembre de 2010

Que vuelva el largo, que vuelva ya (?)

Dicen que dicen que vuelven los torneos largos. Entrevistas a Grondona dieron a entender que se jugaba otra vez a 38 fechas.

Conviene, a modo de introducción, revisar un poco de historia: cuando empezaron los torneos clausura y apertura yo tenía un año. Fue en la temporada 91/92, siendo el primer torneo Apertura el de el último semestre del '91. River ganó aquel, y Newell's el clausura '92. Seis meses antes, lo que habían ganado el Millo y la Lepra correspondía a la primer y segunda ronda, respectivamente, de torneos anteriores. Para aquellos torneos seguían obteniéndose 2 puntos por victoria, por lo cual River fue campeón, por ejemplo, con 31 puntos. También se empezaba a implementar el sistema de promedios.

Ciertamente, puede alegarse tuvo sus ventajas aumentar la cantidad de torneos disputados en un año (puntualmente, duplicarlos). Por un lado, ya que en aquella época se podía mantener un equipo por cierto tiempo, sumado a la posibilidad económica más que favorable de aquel entonces para traer jugadores (no había euro y estaba el 1 a 1), se podían ver buenos equipos, y aquellos buenos rendimientos eran premiados con más lauros que antes. Ponele (?) que el equipo se caía en las ultimas 8 fechas del torneo largo y se quedaba sin nada. Con este sistema, aquel equipo podía ganar el clausura. Eso pasó con Newell's, de hecho: el Leproso terminó anteúltimo el apertura '91 pero salió campeón en el torneo de cierre de esa temporada. De esa misma manera, aquel conjunto que pegara 15 partidos en buen nivel, o una racha, podía pelear un torneo, aunque en aquella época hubiesen grandes distancias entre los equipos Grandes y los Chicos.

No obstante, las reformas tuvieron sus fallas. El sistema de promedios, concebido como cierto "premio" a los buenos rendimientos, te daba un colchón de puntos en caso de caerte en torneos subsiguientes. De la misma forma, según los detractores, a equipos que llegaban de la B Nacional, encontraban muy complicado permanecer en Primera, ya que pelear contra equipos con promedio alto y que además oscilaba menos (porque dividían por más), era más difícil. Si a eso se suma que salir último en un torneo era anímicamente devastador, a comparación de salir último en la primera ronda de un torneo largo como antes, era pues lógico que descendieran los equipos recién ascendidos.

Al desaguisado de los promedios, le siguió otra iniciativa, que al largo plazo le haría mucho más daño al fútbol vernáculo. Al cambiar los torneos largos por uno corto, se cambiaron también los calendarios. Ahora, la temporada empezaba en un año, y la segunda mitad (Clausura) se dirimía en el siguiente. La razón de este cambio fue adaptar el calendario argentino al fixture de los equipos europeos.
Los primeros perjuicios se vieron al momento de la clasificación a las copas. Habiéndose eliminado la antigua liguilla pre-Libertadores, pasando a clasificar por puntuación (como ahora), el cambio de temporada produjo un "delay" en las clasificaciones. Así, equipos campeones clasificaban directamente... ¡A las Copas del año siguiente! Racing, cuando ganó el Apertura 2001, clasificó a la copa del 2003. Un año y medio después de salir campeón. Y así con todos. Los equipos que afrontaban las copas eran otros, en algunos casos abismalmente distintos, sin sus mejores jugadores y con su buen juego desaparecido.Se tardó más de quince años en corregir.
El otro aspecto nocivo, por decantación, es el vaciamiento. Con esta variación en las temporadas, se le entregó en bandeja a los clubes grandes del Viejo Continente la potestad para contratar jugadores. El mercado largo de ellos es en invierno (ya desde antes jugaban una ronda en un año y la segunda en el otro); el nuestro es en verano, y aún a mano cambiada sigue siéndolo; vasta notar que las pretemporadas se hacen en verano, para afrontar el Clausura. Es inaudito. Pero sí: cambiamos la fecha de finalización de temporada para permitirles comprar.
La jugada de la AFA no tuvo explicación en ese entonces, y hasta hoy no la tiene. Es imposible encontrarle un punto bueno a ese sistema. Claramente fue concebida en un contexto económicamente dichoso para los clubes, pero al primer sacudón financiero del país, los jugadores emigraron en malones y luego de paulatina devaluación hoy, como era de esperarse dado lo cíclico de la economía, que nuestra moneda no vale un mango a comparación de los euros, los dólares, los pibes se van a los 20 años y no es extraño oir que terminan en Ucrania, Grecia, Rumania, Portugal, México, Suiza, entre otros destinos ignotos, que pagan dos monedas a cambio de un jugador. Y eso sin considerar la jodita de la patria potestad. De esa misma forma, los equipos de primera tentaron a jugadores de la B nacional, de Primera pero más carenciados, o a los de equipos recién ascendidos, ampliando aún más la brecha y formando un círculo vicioso, del que se salió achatando el fútbol para todos los equipos.

Pero eso, en esa época, no importó. Estaba el River de Passarella primero y Ramón después, el Velez de Bianchi, el Independiente de Brindisi, el segundo River del Pelado Díaz y el Boca de Bianchi, entre otros equipos de la década fatídica de los '90. Hoy, con todos los clubes con un pasivo gigantesco y en las mismas proporciones de decadencia (emparejados para abajo todos), se pagan esas consecuencias desastrosas. Es posible que en otro giro económico dentro de unos años, el perfil sea más favorable. Mientras, se ve el fútbol que se ve.

Los torneos cortos le infligieron al fobal nacional un daño grave. Pronto después de la reforma, se consideró campeón de un torneo legitimado por la AFA a un equipo que había jugado bien, quizá y como mucho, diez partidos. Hubo, de esa misma manera, campeones inexplicables y jugadores traspasados a Europa con menos de 30 (a veces mucho menos) partidos en primera. Entre tanta mediocridad, era lógico que muchos mediocres (a criterio de quien escribe), valga la redundancia, tomaran exagerada notoriedad y luego detentaran rangos que, en otras circunstancias irrisoriamente cercanas, no hubieran ni podido soñar con ocupar.

Desarmar esta pesadilla de veinte años le daría una nueva vitalidad al fútbol argentino. Acoplando nuevamente el mercado corto europeo (cuando los clubes sólo pueden meter hasta 4 incorporaciones) a nuestro mercado largo (donde caen los matungos (?) de a 20) impediría en gran medida el éxodo. Instaurando un torneo largo dentro de un mismo año y aboliendo los promedios, se daría a todos los equipos una tranquilidad abismalmente mayor para trabajar y una presión menor. Después de eso, el buen fútbol viene solo. Un torneo largo, además, claramente exige una regularidad mayor y cierta jerarquía, a cambio de un prestigio mucho más grande que el de un torneo partido. A eso podría agregarse la disputa de un segundo torneo (al mejor estilo Copa Italia, Copa del Rey o FA Cup), y un desquite entre el ganador de una competencia y otra. Mejorar el balompié (?) desde los escritorios es posible porque desde estos mismos se arruinó todo en primer lugar.

Por eso, un primer paso es necesario. Que vuelva el torneo largo, que vuelva ya.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Jugadores buenos y baratos para el Football Manager 2011.

Y sí, empezamos a darle una mano a los viciosos de siempre (?). Ya dejamos en el relicario (?) la lista para el FM 2010 y ahora empezamos una nueva.

Recién ahora, que le pegué una mirada a muchos jugadores, puedo empezar a recomendar a algunos. Mi primera campaña como técnico la empecé, como no podía ser de otra manera, en Racing. La primera experiencia fue mala: me rajaron a los seis partidos (?). Pero ahí me hicieron la cama me hicieron (?) loco. Tuve que armarme otro usuario y empezar de nuevo con la Acadé. En este me fue un poquito mejor: con un solo refuerzo (el equipo está casi armado pero no tiene recambio) salí campeón invicto y estiré la racha sin perder hasta 26 (2 partidos por copa y el resto torneo local partidos hasta que me atendió Godoy Cruz. Y 20 de esos los gané, eh, incluido un 5-0 al River de Cappa, al que le va peor de lo que le fue en la realidad.

Update (?): mi equipo hecho con dos mangos salio tercero en su segundo campeonato local (sólo por perder con los que estaban adelante mio, Velez y Boca), pero eso queda en un segundo plano porque por segunda edición consecutiva (del juego eh (?)) logré alzarme con la Copa Libertadores. Me cargué mano a mano a Inter y Gremio de Porto alegre (octavos y cuartos, respectivamente), Chivas en semis y Corinthians en la última instancia. Nah, si estos juegos pedorros SON lo mío. Update 2: y me volteé a la Roma en el mundial de Clubes. ¿Qué tal, eh?

Los refuerzos que traje hasta el momento (360 mil euros en total por todos, vendi a Lucero (?) por 600 mil y pagué todo). Ojo con los cupos, que algunos son extranjeros.

- Rodrigo Marangoni (Tolima, a préstamo apenas empecé) - Enganche
- Fabio Rodriguez (a prestamo de Quindío) - Lateral - Volante por izquierda.
- Maximiliano Lugo y Luciano Balbi (Lanús) - laterales izquierdos.
- Jorge Serrano (San Martín de Tucumán) - Lateral-volante por derecha, volante central
- Jonathan Charquero (libre) - delantero. Uruguayo.
- Jorge Correa (Instituto) - Delantero.
- Pedro Galván (crack total, Bnei Yehuda (?) de Israel) - Enganche versatil (?)
- Juan Ojeda (Unión) - Arquero.
- Leonardo Torres (Ñuls) - Arquero.
- Gabriel Moyano (Godoy Cruz) - volante por las dos bandas.
- Carlos Marinelli (Libre) enganche.
- Jonatan Gomez (central) enganche y carrilero por derecha.
- Jonathan cristaldo (Velez): delantero.
- Facundo Agustinoy(instituto): volante central.
- Salvador Ichazo (Uruguay (?)): Arquero. Libre.
- Matias Lequi (libre): Central.
- José Gonçalves (es portugués): Lateral izquierdo.

tip (?): estén siempre atentos a los contratos, cuando vencen (el mismo juego les avisa si un jugador que venis siguiendo rechaza una propuesta de renovación). Ofrecerle un contrato bueno al player puede acercarlo al club. Hice eso con Cristaldo y Gomez, y a mi me la hicieron con Toranzo (así se mueve la mayoria de las transferencias en el juego).
tip 2 (?): miren siempre las inferiores (U20) de los clubes. Sobre todo los de la B nacional. Sí, sí, ya sé. Es saqueo. Pero o se mudan a tu equipo o se van a Europa. Es una guerra esto (?). Ya encontré dos que son cracks, pero no los pongo porque los inventó el juego.

Cualquiera de esos sirve y van bien (los tengo del FM 2010), se les pueden sumar:
- Mota (juega en China (??) pero después cayó en Blackburn, no son boludos en el juego) Delantero. Brasileño
- Marcos Tavares (Eslovenia (?), estos dos tienen valor sentimental, no me juzguen). Delantero brasileño.
- Juan Iturbe (Quilmes). Wing por las dos bandas.
- Alejandro Cabral (Velez). Volante central.
- Denilson (hay varios, el bueno es el que está en EEUU). Wing y delantero. Brasuca claramente.
- Paolo Hurtado (Creo que Alianza Lima) enganche pero muy versatil. Peruano.
- Bruno Montelongo (River (URU)) Volante por izquierda. Supongo que es bueno porque esta a prestamo en Milan y juega (?).

martes, 16 de noviembre de 2010

Ganó River.

Porque tuvo enjundia, tuvo hambre, fue solidario y corrió todas. Todas esas virtudes pueden encarnarse en Almeyda.

Porque desde atrás, con Carrizo invulnerable, con Maidana, Ferrero y Román férreos, El pelado y Acevedo quitando, raspando y comiendose crudo al medio boquense, El trio de creativos muy activo en el primer tiempo y Pavone luchador, comprometido, le alcanzó al Millonario para despachar a Boca que, lisa y llanamente, no tuvo actitud.

Bien por JJ Lopez, que entendió como habia que jugar, y cuando tuvo la ventaja merecida, no tuvo asco en armar una línea de 5 y dejar que Boca se desarme en su impotencia con la pelota y en su único recurso de tirar centros (bien desactivados de arriba).

Sin sobrarle nada, River fue claramente superior. Jugaron como hinchas y, empujados por la gente, tuvieron personalidad para avasallar ganar el partido.

Para Boca, esta vez salir con Riquelme fue como salir con uno menos. Borghi no se le animó a Román y regaló 45 minutos en los cuales su equipo directamente no remató al arco. Battaglia no pesó en la contención y el medio fue empalizada para el Millonario, desde la cual cimentó el dominio del encuentro. De esa misma manera, no se le puede caer a la zaga de un equipo que no para a nadie; Caruzzo, Cellay e Insaurralde son buenos defensores y hoy al menos el ex Argentinos debió irse expulsado (si no por la mano del penal no cobrado, por último recurso a Funes Mori). Clemente, Mendez, Mouche, Palermo y Gimenez fueron un canto a la intrascendencia.

Así las cosas, River creció y aunque no pudo desnivelar en el marcador en la primera parte, desequilibró con Lamela y Pereyra (el mejor del PT). Luego, cuando el partido mostró su cara más opaca, encontró un buen testazo de Maidana y a partir de ahí se sostuvo sin pasar sobresaltos. El doble 5 también se atrevió a jugar y raspar y, aunque por momentos impreciso, fue lo mejor junto al bueno de Jonathan (?) que cumplió la ley del ex y mojó. García, que fue el único a la altura, nada pudo hacer. Todos los demás acompañaron. Todos tiraron para un mismo lado.

Así tiene que ser, en esta época de futbol pobre, para armarse y poder vislumbrar algo mejor.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El fin de la revolución (?).

Después de 18 partidos dirigidos, le dieron el raje a Cappa. 7 ganados, 6 empates y 5 derrotas deja el paso del bueno de Angelito por Núñez. Lamentablemente, el nivel de juego que se esperaba ver nunca apareció; la Banda Roja fue quizás la mayor decepción de este torneo y sigue en promoción habiéndose jugado más de un tercio de la temporada.

Cappa nunca encontró el funcionamiento del equipo. Obviaremos en VdL los últimos partidos del torneo pasado, dirigiendo a un conjunto cansado y vencido, que casi esperaba perder los partidos. Mencionarlos sería una bajeza. Su historia con River, entonces, comienza en el receso de invierno. Presionado por conseguir resultados satisfactorios desde el primer instante, hizo la pretemporada en Salta y pidió refuerzos difíciles de conseguir. El club se las ingenió, de cualquier manera, para contratar buenos jugadores (por nombrar algunos, Carrizo, Pavone y Maidana) para encauzar el proyecto del Tiki Tiki que el ex DT de Huracán poco menos que encarna.

Hubo que calentar motores y, más temprano que tarde, el debut le llegó. River encontró un gol postrero de Funes Mori contra Tigre, en un partido abierto que se resolvió en el minuto 95. El propio juvenil le daría la victoria ante Huracán en la fecha siguiente. Aquel primer tiempo, con Ortega en un nivel brillante, la garra conmovedora de Almeyda y con buena dinámica por derecha, con el tándem Ferrari-Affranchino. No obstante, aquel mismo día se evidenció lo que a la larga se anotaría como un defecto del Millonario: el desgaste a partir del complemento. Aquella jornada en Parque Patricios, lo que arrancó para baile terminó como hazaña, Almeyda, y el triángulo Carrizo, Maidana y Ferrero evitaron la remontada quemera.

Aún así, en River no comen vidrio. Se necesitaban puntos y Cappa los conseguía. El equipo lejos estaba de brillar pero siempre buscó el arco rival, mientras tuvo resto, y no salió a especular jamás. Además, la "falsa ilusión", por demás marketinera, convidó a soñar con salir campeones. Mucho más después del buen partido que ganaría el conjunto de Cappa por su tercera fecha, ante Independiente. Con rendimientos interesantes del debutante Lanzini, el doblete de Funes Mori (que llevaba 4 en 3 fechas y daba a entender que se destapaba), y Carrizo evitando el empate de Silvera con una atajada enorme, sobre el final.

A esta altura, la expectativa estaba por las nubes. El puntero River de Cappa tenía dos paradas bravas de visitante, ante el campeón defensor, Argentinos, fortísimo de local, y ante nada menos que Vélez, serio aspirante al título. Aún cuando era importante sacar puntos y no se veía con malos ojos empatar, se notó una involución en estos dos partidos. Con Argentinos se empató 0 a 0. Mas fue un baño de realidad la derrota con los de Liniers, que dominaron el partido los 90 minutos y demostraron estar un escalón por encima, por tiempo de trabajo, intérpretes y convencimiento.

No obstante, la punta no estaba lejos. Había que jugar con el jodido Arsenal, de local. Ayudó la mística del Monumental, y se ganó 1 a 0 en un partido muy opaco. No obstante, en el exitismo del corto plazo, se achacaba el mal juego del conjunto. Crítica que se agravaría luego de la derrota contra Newell's, allá en Rosario, por 1 a 0 con gol de Borghello de cabeza (?). Aquel día el equipo de Don Angel no tuvo ideas, ni chispa. Se recostó demasiado sobre Ortega y la poca compañía de sus compañeros hizo el resto. La derrota cayó mal porque era necesario no perder de visitante si se quería tener aspiración a algo más que zafar de los promedios.

En la siguiente fecha, la octava, iba Quilmes al Américo Vespucio Liberti. El pobrísimo conjunto, por entonces, de Tocalli, acompañó con tibieza el triunfo del Millonario, que tuvo el primer gol de Pavone y un buen partido de Lamela. De no ser por Trípodi, hubieran sido más goles de diferencia, pero al final del partido sólo un tanto separaba rendimientos diametralmente opuestos. Cuando Caneo cabeceó al gol abajo del arco en el minuto 91, algo se rompió. La idea de pelear el campeonato se terminó instantáneamente. Del mismo modo, la inexplicable sensación de que te empate un equipo que no había ganado aún en el certamen en la última bola del partido, se transmitió desde las enardecidas (?) plateas a los jugadores.

Ese fue el primero de cinco empates consecutivos. Una remontada ante el duro Banfield de Falcioni, 2 a 2 final, el día del debut de Román, fue el segundo. River, con Ferrero borrado cuando era el mejor zaguero, jugó muy nervioso, abusó de la indecision de Pezzotta y empató sobre el final con gol del paraguayo. Aquel día se vio lo peor del Cappa discursivo, polémico y vendehumo. Armó toda una discusión con Falcioni y después trató de hacerse el caballero y negarle entidad a la contestación del bueno de Julio, que será todo lo antifútbol que quieran (para mí no) pero es un caballero al momento de las conferencias y tenía razón para esa confrontación en particular.

A aquel resultado, le siguió el segundo tropezón de local. Gimnasia LP fue a especular y tratar de llevarse un empate a Nuñez. No sólo lo consiguió sino que pudo ganarlo sobre el final. Si bien el resultado fue injusto, y River fue superior, Cappa no tuvo buen tino con los cambios y ese día sacó a Lamela del campo en el entretiempo, cuando era el mejor. Se sumaba al ostracismo con Ferrero y Lanzini. Aquel 0 a 0 contribuyó en gran medida al desgaste de la relación entre Cappa y la gente. Para formar un equipo, según Cappa, había que apostar al 11 de memoria, y su permanente rotación en búsqueda de respuestas inmediatas, creo, perjudicó al equipo.

Luego vendría un partidazo con Godoy Cruz. El local fue superior en el global, pero River se puso en ventaja gracias a dos errores defensivos, que Sigali en contra (?) y Pavone supieron aprovechar. Si bien el nuevo 2 a 2 era un buen resultado, fue un partido áspero, jugado al límite. Al uruguayo Curbelo poco más y le piden reclusión (?) por un planchazo fulero a Lamela, que salió a mostrar el golpe ante las cámaras y armó un revuelo inesperado. Misma historia con el 3-2 que fue mal anulado a Funes Mori. La necesidad imperiosa de triunfos se puso por encima de la racionalidad en los reclamos. Cappa fue nuevamente apercibido por putear hasta en hebreo (?), e irse de la cancha (?) antes del final del partido.

Luego vinieron el último empate con Racing y el mal partido de ayer. River sufrió en la cancha de All Boys, que lo superó en los 90 minutos, y perdió 1 a 0 mientras sus hinchas veían como Fabbiani era la figura de la cancha. Durante estos partidos, Buonanotte recuperó su lugar después de verse relegado, al igual que Ortega, y Lamela perdió consideración, al igual que Affranchino y Pereyra. Ferrero retornó a la zaga por pedido de la gente, postergando a Román.

Con cualquier nombre, de todas maneras, River fue un equipo apático, que se recostó demasiado en jugadores que no eran los idóneos (Buonanotte en recuperación, Ortega de vuelta, los pichones Lamela y Lanzini), que mostró retrocesos defensivos de pesadilla y que no tuvo ideas para buscar abrir los partidos, aunque sí voluntad desde el banco de torcer la historia, mandando al equipo adelante.

Cappa se fue dejando más incertidumbres que aciertos, y se convierte en el primer chasco dirigencial de Passarella desde el banco. No vamos a redundar en el poco tiempo que tuvo para desarrollar su concepto, pero es necesario aclarar que Cappa en este caso sabía que jugaba contra el reloj y que el jogo bonito debía aparecer de inmediato, como aquella vez en Huracán. La chatura de su equipo a lo largo del torneo no se condice con una posición aceptable en una tabla en la que el decimoctavo está sólo a doce puntos del tercero.

Quizás, en retrospectiva, hubiese sido mejor llamar a alguien con más espalda y pergaminos para bancar el mal momento, antes que bancar una ideología. Ahora mismo, opino que la mejor opción es el Tolo Gallego, tipo que a pesar de ser un puto (?) es campeón con el club, "del riñón", maneja conceptos claros y ya sabe de dirigir a un grande en apuros; demostró en su paso por Independiente.

El margen se está terminando y es necesario redondear una buena campaña para afianzarse el torneo que viene. Ahora mismo viene Boca, habrá un DT interino y salvar el año será complicado. Pero todavía hay tiempo.

martes, 2 de noviembre de 2010

Dios sí que da pan...

En charlas con amigos, a veces café y a veces cerveza por medio, me preguntaba como Ramón Díaz no dirige la selección. Ojo, que este espacio de reflexión no engañe al lector: en vivo y en directo, mi "¿Pero QUÉ TENGO QUE HACER para que llamen a Ramón?" (?) era todo bronca.

Porque otra vez se hizo todo mal. Cuando llamaron a Maradona al banco de la selección, lamentamos la no convocatoria del Riojano para el puesto. Una vez en carrera, con las ilusiones recargadas y sabido el aprecio que le tengo al Diego, claramente deseamos que tuviera éxito. El resultado es conocido, y no vale la pena redundar sobre lo que aquí ya se dijo del desempeño del bueno del Dié. Pero desde un principio se dejó en claro en este sitio que lo queríamos al Pelado en la selección. Todavía lo pedimos y lo vamos a seguir pidiendo.

Pero en mi siRamonismo acérrimo (?) me tomé el tiempo de pensar. Acaso el equivocado será uno, que ni en los planes figura el actual técnico del Ciclón. Barajé otras opciones según mis preferencias y los nombres de Bianchi y del Tolo Gallego también eran de mi agrado para comandar a la Albiceleste.

Ninguno de ellos siquiera sonó entre los ternados esta vez. Mala suerte, entonces. Me supe vencido por el establishment (?) y tuve que rebajarme (?) a elegir un predilecto entre los candidatos reales a asumir como DT. Además del interino y ya designado Batista, estaban Sabella y Russo. Cualquiera de los dos me parece mejor DT que el bueno del Checho. Entre ambos, me da exactamente igual. Capaz Russo pero porque esa sonrisa Corega me tiene comprado (?). No sé.

Tampoco importa, venido el caso. Ya que la comisión que eligió al sucesor del Diego para afrontar un "proyecto a largo plazo" (ja) se integró con la decisión tomada. Batista, el interino, sigue en el cargo.

Ahora bien, conviene repasar la tarea del Checho como técnico para darse cuenta de lo pavoroso de la decisión. Pasos espurios por Bella Vista, Chicago, Talleres de Córdoba y Argentinos hace diez años. Un paso olvidable como ayudante de campo de Ruggeri en San Lorenzo (7 a 1 con Boca incluido). Un semestre en Godoy Cruz, equipo que a la postre ascendería a primera, y por último, la dirección del sub 20 desde 2007 al corriente, dejando afuera del mundial a la selección, que es multicampeona y reinante en la categoría de juveniles. Durante ese proceso, dirigió a la selección sub 23 en Beijing, sumando la segunda presea dorada consecutiva en fútbol masculino, con momentos de muy buen juego y una superioridad marcada de principio a fin.

No queremos insinuar que esa selección olímpica ganaba caminando, pero... (?). Ese es el único lauro de la carrera del checho como DT. Y salvo por el partido con España (que fue de Local, acá vinieron varios mejores que la Roja a comerse paseos), ningún rendimiento de la Chechona (!) fue para sacarse el sombrero.

Es nada lo de Batista comparado a lo que lograron otros. Sin mencionar que a varios los avala el buen juego mostrado por sus diversos equipos. Yo no recuerdo un gran juego de un equipo de Batista, al mejor estilo del Huracán de Cappa, el River de Ramón, el rojo del Tolo, ELP con Sabella, Boca con Bianchi o con Russo, Velez con este último, o ahora con Gareca o Lanús con Cabrero y Zubeldía, por citar a otros con menos bombo mediático.

En fin, otra vez se les escapó la tortuga a los de la AFA. VdL sigue siendo hincha de la selesió, como siempre. Pero con estas decisiones y a este ritmo, no tenemos asegurada ni la Copa América que jugamos acá el año que viene. Yo te avisé (?).