viernes, 3 de septiembre de 2010

Jugar con 3 o con 4 atrás.

(Advertencia (?): los números tres y cuatro, junto con palabras como "línea" "central" y "lateral" pueden presentarse en cantidades nocivas para el lector.)

El título que ilustra este post, que tranquilamente podría haber sido escrita por Perfumo ("me acuerdo de un partido, en el Racing del '67, el cuatro de ellos..." (?)) surge como un humilde intento de tomar la posta que el periodismo revolea a la tribuna, una y otra vez: explicar clara y brevemente qué es esa duda existencial (?) (vilmente enmascarada como "debate" cuando en realidad nunca pasa nada) llamada "defender con 3 o con 4".

Ya en VdL nos tomamos el atrevimiento de enumerar las características de la defensa paradigmática del fóbal. Los primeros tomos de nuestro aún inconcluso compendio (?) sobre el 4-4-2, trataban sobre cómo debía comportarse un defensor de bien, como vos y como yo (?). Esta entrada será más compacta y ágil de leer que las mencionadas.

Sabido es que no todas las líneas de 4 son iguales en su plan básico. Habida cuenta de que los centrales con más o menos técnica juegan a lo mismo en cualquier equipo, por decantación serán los laterales los que impriman características diferentes. Todos los equipos con línea de 4 están pensados para sorprender con la proyección de al menos uno de sus marcadores de punta. Podemos, entonces, clasificar a estas defensas en tres tipos:

1) Cuatro centrales: privilegiando el aspecto defensivo aunque resignando sorpresa en ataque. Por lo general, los elegidos para cubrir las bandas son centrales rápidos y ágiles, para bancarse el mano a mano, aunque de tanto en tanto realizan incursiones en ataque. La selección en el último Mundial, Racing, Estudiantes, son algunos ejemplos.

2) Con un lateral de proyección y uno de marca: en ataque, el central que lo acompaña en ese costado, le cubre la posición, y el lateral pasa a ser extremo, acompañando la diagonal del volante o aportando el tercer jugador para triangular. Velez juega con Cubero y Papa, que es el que va al frente.

3) Con dos laterales de marca: según los jugadores que tengas adelante, puede balancear el cinco, retrasándose (Almeyda, Mascherano, Elano) si los dos laterales llegan al fondo al mismo tiempo, o acudir a la tenencia para no exponerse mientras están arriba, en caso de que nuestros volantes no sean de marca (¿Qué otro ejemplo sino el Barcelona?). En este tipo de equipos es importante que los laterales regresen, aunque sea a ocupar el espacio. Un simple pelotazo cruzado ("a la espalda del lateral" que le dicen) lleva mucho peligro. Más cuando las canchas son grandes y el central, por lentitud o por estar lejos, no puede anticipar.

Con sus tintes personales, la gran mayoría de las defensas respeta alguno de estos estilos. Puede haber excepciones, como un lateral con la pierna cambiada; aprovecharse de la tendencia natural a cerrarse es útil para presionar, o cerrar a algún jugador, junto al central que sale y el volante que vuelve, como leí alguna vez, para anular a un distinto.

Una línea de cuatro permite, en ciertas ocasiones, desprenderse de dos jugadores de la defensa, desbalanceando al equipo, inclinándolo "hacia adelante". O bien aportar cuatro para la marca, en cuyo caso se inclina "hacia atrás". Si se proyecta un solo marcador de punta no se inclina nada (?). Los volantes pueden aprovechar esa proyección sorpresiva para poner al rival en aprietos. Normalmente, el lateral tira centros, pero puede llegar en diagonal hacia el arco y hacer goles, o probar de afuera.

La línea de tres presenta, en cambio, otra fisonomía. Normalmente se presenta en dos variedades (?):

1) La eternamente promocionada por Bilardo, y nombrada por Souto todos los días en su programa (es lógico, ahora que aprendió algo de fútbol tiene que repetirlo hasta que creamos que sabe): un líbero y dos stoppers. El stopper es un zaguero con marca asignada. Como en un corner en contra, ¿Viste? Bueno, pero todo el partido (?). Aporta a la mayoría numérica en la marca, bastión conceptual repetido aquí hasta el hartazgo, estando siempre sobre el rival, pero no cubre espacios. Eso lo hace el líbero. Es una defensa buenísima cuando está bien trabajada, pero endeble contra delanteros que se muevan por todo el frente.

2) Tres centrales: así de simple como se oye, implica el difícil trabajo de asignarle a cada zaguero un espacio más grande para cubrir, lo que expone más al bochazo cruzado antes mencionado. El espacio también puede servirle al rival para ponerte un volante, que se junta con un delantero y el enganche, y le haga el "loco" al central. ¿Qué se pierde? La mayoría numérica. Repítanlo durante quince minutos así no se les olvida (?).

La principal ventaja que aporta la línea de 3 es que le da libertad a los volantes. Considerando que los centrales siempre defienden (que no es tan así), en una línea de 3 que tiene un jugador de más en esa posición, se desliga al mediocampista de la responsabilidad de volver a marcar, lo que permite, por ejemplo, presionar "en 3/4 de cancha" como los equipos de Bielsa. A su vez, la línea de tres resigna dos laterales a cambio de un central; ese jugador de más se puede poner en otra posición, poblando más el medio o llevando más peso con un delantero.

Los carrileros pueden convertirse en "laterales-volantes" que cumplan una función híbrida, como sucede con Clemente (lateral adelantado) y Matías Gimenez (volante) en Boca, o pueden ser volantes con vocación más ofensiva. El equilibrio lo aporta el doble 5 - generalmente de fricción - ya que el juego pasa por un quinto jugador.

Aún así, puede verse a las claras que la proyección de un lateral deja a una defensa, temporalmente, con un jugador menos. Una línea de 3 "dinámica", que en tiempo neto puede durar tanto o más que una línea de 4 estática. Lo dijeron Basile ("los jugadores se mueven después de que los paro") y La Volpe, cuyos puntos de vista están en veredas opuestas. Sin dudas se desdibuja, así, la disyuntiva entre un número de defensores u otro.

Presentado el debate (difuso, pero planteado a fin de cuentas), tan solo resta adoptar una postura renegando de todo lo demás. Desde aquí, humildemente opinamos que debiese adaptarse el esquema al presupuesto futbolístico de cada plantel, aunque hay posturas discrepantes, más rígidas unas que otras.

Lo claro es que el fútbol no es un piedra, papel o tijera, y cualquier forma de jugar puede vencer a la otra en el verde césped.

1 comentario:

Andy dijo...

"Lo claro es que el fútbol no es un piedra, papel o tijera, y cualquier forma de jugar puede vencer a la otra en el verde césped."

De no conocerte mejor creería que lo dijiste antes del partido contra España ex profeso, a fin de ganarte el mérito. Que virtuoso este pibe...

Muy explicativo el post. Para VdL, la selesió (?)