domingo, 2 de noviembre de 2008

Definiendo al 4-4-2: los laterales.

La segunda entrega de mi intento por definir al cliché más famoso del fútbol, el 4-4-2. La anterior la pueden leer haciendo click acá.

En ese post, el primero de la saga (?), intenté describir cómo jugaban los centrales. Analizándolos en un punto aislado saqué conclusiones mientras escribía. La principal es que el puesto de zaguero central está pensado y dispuesto de forma tal que la presencia de laterales resulta fundamental en el esquema. Los también llamados "marcadores de punta" han evolucionado muchísimo, al punto de ser un puesto clave, no sólo para la vocación defensiva, sino también para el momento de atacar, ya que el fútbol de hoy tiene una tendencia exagerada a abrir la cancha, es decir, jugar por los extremos.

El lateral izquierdo es, según la tradición, el número 3. El derecho lleva el número 4. Si bien siempre hubo formación de laterales en inferiores, el número de jugadores en esa posición es cada vez menor. A medida que pasa el tiempo es más habitual ver, en distintos equipos, a un central ocupando alguna de las bandas defensivas. En Argentina, la carencia de laterales (especialmente en el lado izquierdo) es marcada. Una consecuencia directa de esta escasez es la línea de 3, que al funcionar con stoppers y líbero no necesita de jugadores que ocupen los costados, ya que la ventaja numérica la provee el que está sin marca. El parar a un central en un costado es una improvisación, ya que éste no sabe el oficio, el arte, de pasar al ataque y desbordar, ya que su labor es la de marcar. Otra alternativa muy vista es utilizar sólo a un lateral nato, y a un central en el otro. La idea de usar un sólo lateral es la de tener una pseudo-línea de 3 para los relevos en caso de que el ladero pase al ataque, o cubra la espalda de un mediocampista. De eso escribiré más adelante.

Los laterales son, por lo general, jugadores con buena velocidad y con lo que podría denominarse "bajo centro de gravedad". Esto último, en términos más futboleros, sería el "pique corto", lo que permite al jugador tomar velocidad en pocos pasos. Es por este pique, necesario, que la mayoría son de baja estatura. Eso no quita, sin embargo, que existan laterales de gran tranco y de piernas largas, que si bien pueden ser más torpes, son más rápidos una vez acelerados. Por último, debido a la constante transición entre atacar y defender, estos jugadores deben tener sí o sí un gran estado físico, que les permita el desgaste. Otro aspecto fundamental, si bien no se ve en todos, es la pegada: si bien los laterales hoy en día abusan del centro, es fundamental que sepan darle al arco como corresponde, ya que en muchas ocasiones quedan mano a mano con el arquero rival.

Dividamos la función de estos jugadores en dos aristas, la ofensiva y la defensiva:

- En defensa, los laterales tienen la función de "cubrirle las espaldas" al central, de "cerrar". Esto significa que, ante un cruce temerario de un zaguero (es decir, si el zaguero en cuestión se va hacia el costado y se aleja de su zona), el marcador de punta tiene que estar detrás de él ó, en su defecto, ayudarlo en la marca. De otra forma, le sería imposible a la dupla central cubrir la totalidad del terreno de juego, de ahí su importancia en la defensa.
No obstante, la situación arriba descrita tendría lugar ante un solo rival: cuando el rival ataca con varios, la obligación del ladero es cubrir su costado, lo que comúnmente se conoce como "tapar" al mediocampista rival, que está en frente. Muchos de los laterales cometen el error de irse hacia el medio cuando un mediocampista contrario avanza en diagonal hacia adentro. Eso descubre completamente el flanco y da la chance al rival de desbordar con su propio lateral. Además, la presencia de un delantero de área (un "9") en el contrincante limita mucho a los centrales propios, teniendo el lateral la obligación de cubrir la totalidad del espacio.

- En ataque, el asunto es diferente y muy versátil. La función principal es, a grandes rasgos, asociarse con el volante de su correspondiente sector (que está más adelantado) con el fin de adquirir la dichosa ventaja numérica. Esto puede suceder de distintas formas. Una se da cuando el mediocampista avanza hacia adentro: en este caso el lateral debe ocupar el puesto dejado por su compañero y, si se puede, acompañar la "diagonal" del volante con un desborde, con el objetivo de ser opción de pase. Otra tiene lugar cuando es el mediocampista el que desborda: el lateral otra vez debe cubrir la espalda de su compañero, pero no debe desentenderse de la jugada, ya que si el carrilero tiene a dos rivales encima y no puede eludirlos individualmente, lo menos perjudicial para el ataque es dar el pase atrás, justamente, al lateral para que mande el centro u otra cosa. Otra variante es ingresar al área combinando lateral-volante. Sin dudas, este tándem es vital para el ataque de un equipo.

La transición ataque-defensa debe ser lo más rápida posible. Cuando se dice que un marcador de punta "no vuelve", ya sea por cansancio o negligencia, tiene que ver con este punto. Asímismo, cuando uno por TV ve que un volante retiene la pelota y espera demasiado para hacer un toque porque está esperando que el lateral le pase, también hablamos de una falla del defensor, porque no sigue la jugada y no hace lo que ésta le pide. Los laterales, además, deberían intentar el desborde siempre. Cuando, por ejemplo, el 4 de mi equipo tira un centro un poco más atrás del área grande, está desperdiciando energía, ya que eso puede hacerlo tranquilamente el 8.

Otro error muy frecuente es el adelantar a un lateral hasta el mediocampo. El lateral sólo conoce el desborde pegado a la raya, no sabe de diagonales. De la misma forma, es malo ubicar a un volante como marcador de punta, ya que carece de la marca necesaria para el puesto y, posiblemente, no sea bueno en los trayectos por el extremo.

Ejemplos locales de laterales "puros" son Villagra y Ferrari, 3 y 4 de River. Una línea de 4 con un único lateral puede verse en Racing; Shaffer es lateral, Sosa (que juega por derecha) es central. El ejemplo más claro de un lateral adelantado es Lucas Mareque, en Independiente. Existen, a su vez, jugadores que son muy flexibles en los puestos defensivos y que pueden jugar en cualquier puesto, según la situación lo amerite. Posiblemente el más destacado del Apertura, de este tipo de player, sea Marcos Angeleri (Estudiantes).

Con esto concluyo la primera línea de 4. El próximo post será del mediocampo.

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