No es lo mio hacer mella del árbol caído. Para eso están los del Olé. Sólo decir lo obvio; que la no inclusión de Argentina en el Mundial de Egipto es consecuencia de lo mal que se jugó y, también, por el exceso de confianza que tuvo el cuerpo técnico. Llevar a una resaca de jugadores a jugar un sudamericano es muestra de una soberbia que, ahora sí, podría desaparecer para siempre.
Lo peor es cómo van a quedar los pibes después de haber sido reemplazados, durante el torneo, en innumerables ocasiones, o cómo los afectará saberse artífices del que será, posiblemente, el gran fracaso del año, a nivel deportivo. Otra duda que tengo es si este torneo le costará el puesto a Batista, otrora candidato a dirigir la mayor. Desde la prensa lo destruyeron; veremos si desde la cúpula lo mantienen o si la "Generación del '86" se incendia para siempre.
Lo malo ya está hecho. Estoy seguro que, esta vez, cundió el ejemplo.
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