viernes, 12 de junio de 2009

Lecciones de cómo ningunear a un jugador de fútbol. (II)

Existe una polémica a la hora de hablar de un crack como Gonzalo Higuaín. Uno se da cuenta, por la forma de desenvolverse del Pipita, que es un pibe poco dado a las declaraciones rimbombantes que rayan la demagogia (esas que tanto declaran tipos como Aguero y Tevez) .
Por no decir "me saca el sueño una convocatoria en la selección" o "Cuando escucho que Diego me llama me cago encima", queda como un Antipatria. Hablando con muchas personas distintas, esta queja fue la principal, entre otras, que se le hacen al ex River. "Dudó cuando tuvo que elegir Argentina o Francia" o "No quiso ir al sub 23" son las más comunes. También se dice - ya en ambientes más metidos en el asunto - que no hace bien a los grupos, que es pata de lana (se comio a la mina de Gago, dicen, yo no sé), que con Heinze y Gago no se habla, ídem con Aguero... y muchos etcéteras.

Acá se está hablando de una confusión muy grande. El hecho de que no declare ante la prensa, lo hace ver como un tipo "que no siente jugar con la albiceleste", generando una antipatía en la gente este personaje que hicieron del verdadero Higuaín. Esta animadversión es fomentada por la prensa, que prefiere a los jugadores del pueblo y directamente omite la presencia de quien metiera 22 goles en 34 partidos esta temporada. Está claro que el Diario que cada vez queremos más (?), es un bastión Anti-River (como también fue Anti-Boca, aunque no a éste nivel, en la época de la Riversión) pero esto ya es irse al carajo:


Imagen sacada de Pajashare

Claro, resulta que ahora no existe el muchacho. Me revienta que haya tanto favoritismo hacia algunos jugadores, estando algunos de estos (Tévez, Aguero, Gago. Heinze no está inflado, pero ya no le pegan como antes) inflados terriblemente por la prensa deportiva, y que este lobby le cueste el puesto a jugadores que deberían estar, o que estuvieron y fueron injustamente sacados, como el Pipita, Saviola que era figura, Cristian Ledesma (juega en Lazio, para ellos no existe) o Ezequiel Garay, que tampoco existe. Lo cierto es que mientras el pibe, como bien dijo este muchacho, los salva del papelón al Gringo y a Gago Domingo tras Domingo (los dos tuvieron una temporada mala y serían declarados prescindibles), ellos se encargan de cerrarle las puertas de la selección. Pero esto no queda acá. Maradona también se encarga de dar entidad a estas quejas de camarilla y negarle a este pibe la posibilidad de jugar en la selección, cuando debería ser titular en el equipo que él dirige. Porque, como se dijo en el segundo post de este blog, a la selección se viene a jugar y los vestuarios quedan en el club donde uno juega. No hay lugar para las camarillas porque no te garpan para salir a representar a tu país (bue, a la AFA, que es la que regentea el fútbol del país), sino que es un privilegio. Las diferencias deberían quedar de lado.

Pero tampoco como vidrio. Sé que esta selección argentina es dirigida por los representantes de jugadores (o mismo por dirigentes) que quieren que sus protegidos peguen transferencias para cobrar sus comisiones astronómicas. Si no, es inexplicable cómo Bergessio, Sand, Fuertes, Lisandro Lopez, Montenegro o Denis hayan ligado convocatorias y no un pibe que es titular en el Real Madrid, que seguro me equivoco (?) al pensar que es mejor jugar en Madrid que en Portugal, Lanús, Boca o San Lorenzo.

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