Estudiantes es un equipo bastante rácano y un poco mecanizado en sus variantes, ideal para jugar la copa, con sendas líneas de 4 muy compactas, un 5 adelantado excelente como pasador en largo, un media punta jugando en la última línea de los defensores y un 9 que puede tirarse a pivotear. Avanza triangulando y es jodidísimo hacerle goles.
Cruzeiro es un equipo brasilero clásico y que tantos réditos le ha dado al fútbol; volantes centrales con más juego que marca, laterales con poca marca pero con exhuberante despliegue y tremenda pegada, un 9 tanque, un segundo delantero ligerito, también sabe armar triangulaciones, es endeble atrás y MUY ancho por las bandas.
De visitante, los de Belo Horizonte se paran bien atrás y te salen en dos toques de contra. De local no la podés sacar de tu área. Jugando cualquiera de estos dos planteos de partido, allá en Brasil, ya mismo digo sin miedo que Estudiantes pierde. Pero no es la única alternativa.
ELP tiene que pararse en un punto intermedio, lejos de Andujar pero no demasiado, fundamentalmente manteniendo la cohesión de las líneas de fondo y media para atorar la creación y los remates de media distancia brasileros, cortando con falta en el mediocampo o adelante si hace falta. Esto va a derivar en un equipo local atacando a los pelotazos frontales, siendo el juego aéreo el punto más alto de la defensa Pincha, y a los cambios de frente, que por las dimensiones del campo pueden quedar cortos y dejar al equipo mal parado. Mucho despliegue, pero inteligentemente: el Mineirão es muy grande y, por costumbre y físico, los Mineiros saben aprovechar esas cualidades mejor que los Platenses. Evitar el desgaste inútil es muy importante, porque el alargue viene 90 minutos después del partido; un equipo cansado da muchas ventajas en los últimos minutos, y Estudiantes no puede darse el lujo de perder por ningún resultado porque no pudo sacar ventajas en la ida.
Jugar con el público puede ser útil, pero no definitivo. Aunque la gente en el estadio va a ponerse impaciente si el partido sigue 0 a 0, digamos, a los 30 del primer tiempo, los equipos que llegan a la final de la copa tienen mentalidad como para evitar la presión extra. La única forma de maniatar a los brasileños y realmente ponerlos nerviosos es ganando el medio, teniendo razonablemente la pelota y aportar corriendo la mayoría numérica en las transiciones entre ataque y defensa, jugando a las espaldas de los laterales, que es como se le juega en verdad a este tipo de equipos. Abrir a los marcadores centrales y aprovechar la proyección de los marcadores laterales para partir la defensa por el medio y entrar por ahí.
No me animo a avizorar un resultado. Sí a opinar que Cruzeiro es más equipo, invicto en la copa en esa cancha, con un antecedente ante Estudiantes jugando de local (0-3 perdió el León), y que los representantes argentinos en esta 50º Copa Libertadores deberán ser muy inteligentes para ganar en una cancha históricamente complicada.
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