El sábado me voy de vacaciones, por lo cual voy a escribir poco y nada hasta mi vuelta, hasta los primeros días de febrero. Me las voy a ingeniar para escribir algo, de todas maneras.
Es esta, también, una buena oportunidad para repasar un poco el año que pronto termina. Un año lleno de contradicciones, de idas y de vueltas, de arreglos y desarreglos.
Me siento obligado a decir que, desde mi perspectiva, el país todo ha retrocedido, en todo aspecto. Los precios han subido, la inseguridad ha alcanzado picos que el periodismo insiste en ocultar, la corrupción es altísima, al igual que la ineptitud. Pero todo esto no es nuevo: es algo usual, progresivo y consecuente con una pesima gestion que no viene solo de este año, ni del anterior, ni del anterior.
Lo peor de todo es, sin duda, el nuevo sentimiento de antagonismo que se ha instalado entre la gente, de todos los sectores y de todos los lugares. Los floggers y los emos, los K y los no K, el pueblo y la oligarquia, el Gobierno y el Campo. No como vidrio: muchas de estas relaciones ya eran malas previamente. La marcada intolerancia y las posturas recias y tontas que todos los bandos han decidido tomar, guiados, en muchos casos, por el prejuicio, y en otros por los intereses, han instaurado nuevos rencores y fortalecido o revivido los viejos, que lamentablemente tardarán generaciones en desaparecer y se propagarán por el propio carácter transitivo del miedo y el prejuicio.
En lo que al fútbol argento respecta, que es lo que me impulsó a crear este blog, hay que decir que no ha sido un gran año, pero tampoco el peor. Ningún equipo argentino logró imponerse en un certamen continental (excepto la Recopa, que se jugaba entre equipos argentinos ganadores en 2007). El futbol nacional obtuvo, no obstante, el máximo logro al que se podía apuntar este año: la medalla dorada en Beijing. Los torneos locales fueron, ambos, los peores desde que rige el sistema de campeonatos cortos. El campeón del primero fue último del segundo. Hubo tres punteros en el segundo y todavía no se definió nada, aunque dudo que el campeón pase a la historia. La irregularidad fue marcada este año.
A nivel jugadores, el panorama también es gris. Sólo se me ocurre Messi como el mejor jugador argentino del año (Balón de plata y posible ganador del FIFA World Player), el resto son sólo buenos momentos: Tevez la primera mitad del año; Aguero en momentos a lo largo del año; Zárate y Milito ahora que inició el Calcio; Blanco, Fabbiani, Sand y Morel a nivel local durante este torneo; Buonanotte el anterior.
En lo que a DTs concierne, tampoco ha sido el mejor año. Sí hay que reconocer la gigante labor de Edgardo Bauza al mando de la Liga de Quito (hoy en el Mundial de Clubes), el logro de Batista en la Sub-23, Bielsa en Chile, y la designación de Diego Maradona como DT de la selección. Algunos de los entrenadores de más cartel tuvieron un semestre decididamente nefasto, caso Basile, Simeone.
Hay también novedades buenas, muy pocas, del lado institucional. Racing, después de 10 años, volvió a ser una asociación civil y tendrá elecciones. Newell's terminó con una de las dos grandes dictaduras del fútbol argentino (La otra sigue che, no todo pasa) y después de 14 años, a pesar de los saqueos y la mala leche de muchos, vuelve a ser de su gente. Pero son sólo eso. La gran mayoría del resto de los clubes padece la desidia y la deshonestidad de sus dirigentes. Casos de clubes enormes como River e Independiente, o incluso Rosario Central, con equipos horribles e intrascendentes, son los más claros. La obsecuencia periodística de los grandes medios, además, mantiene todo (y se mantiene) inalterable.
Por otra parte, también muy triste, la violencia en los estadios se cobró a varias víctimas. Lamentablemente hay que agregar, que las víctimas anteriores siguen reclamando justicia, que parece por momentos que nunca llegará.
Lo dicho acá arriba sólo puede aplicarse al fulbo. Los demás deportes siguen demasiado rezagados en popularidad y ninguno nuevo ha despegado. En los ya afianzados - basket, tenis - hubo pocas buenas y muchas malas. El tenis es el que más movimiento ha presentado, con el destape definitivo del gran Juan Martín del Potro y su racha de títulos, la vergonzosa final de la Davis con toda su interna mediante, durante y después. El Basket, con su bronce en Beijing y un destacable crecimiento en su promoción y difusión, ha avanzado muchísimo en el pais y se ha ganado, a nivel local, su lugar en los diarios y entre la gente.
Los demás deportes (y no quiero desmerecer ninguna disciplina) siguen navegando en la indiferencia del monotemático espectador promedio. Algunos batacazos dignísimos en Beijing, de los que hablé en su momento, y nada más. O posiblemente hubo algo más, pero como no los sé, no puedo decirlos. Es una actitud letárgica, prejuiciosa y desagradable de mi parte. Pero así pasa con todos aquellos que desconocemos o ignoramos, que somos muchos, y a este ritmo seguiremos siendo.
Pero como argentino, como hombre y como hincha de Racing (?), lo último que pierdo es la esperanza. Si bien me preocupa lo que viene, unidos y tirando para el mismo lado, vamos a salir adelante.
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1 comentario:
hola gonza aguant5e racing y racingblog
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