sábado, 27 de junio de 2009

Por fin llegó la veda.

La vedettización de la campaña política me tiene harto. No voy a tomar ninguna postura, sólo decir que la campaña consistió en desacreditar al oponente con una bajeza por momentos insoportable, de parte de todos los candidatos fuertes a quienes se les dio lugar y momento para opinar. Y todo para elegir a representantes del pueblo que no son tales: cuando hay 51% de presencia monopartidaria, chau democracia.

Así que, también, chau demagogia, chau propagandas que abrazan el ridículo, chau programas de periodistas impresentables haciendo lobby para el candidato que puso la tarasca, chau a la prepotencia oficialista, chau a la intolerancia de la oposición, chau descrédito, chau campaña, chau a lo mismo de siempre, siempre. Chau, hasta nunca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuánta razón tenés!!!! Cómo se hace para convivir con esto???