martes, 15 de julio de 2008

Llegó el Rey Momo a las canchas (?)

No, no estoy hablando de la espuma de cotillón, pero se le parece, sobre todo si pensamos que fue diseñada en un corso. En los laboratorios (?) de la AFA se desarrolló un novedoso (aunque leí por ahí que en Brasil ya se usa) aerosol que permitirá al árbitro marcar una línea e impedir que se adelanten las barreras en los tiros libres. La pintura de este aerosol se evaporaría en el ambiente y, luego de aproximadamente dos minutos, desaparecería sin dejar rastro en el terreno de juego que, según afirman, no importaría si es sintético o está en mal estado. La medida, afirman también los responsables de todo esto, permitiría mayor cantidad de goles de tiro libre, lo cual es bastante riesgoso de afirmar. Sí estimularía a los jugadores a probar al arco, pero eso no es garantía de más goles, ya que si el ejecutante no tiene un buen día, la barrera no importa. Más de la mitad de los tiros libres que se patean terminan en centros, o en tiros por arriba de los tres palos.
Quienes desarrollaron el artefacto, establecieron que el referí dispondría de una muestra pequeña del pulverizador, que alcanzaría para 4 tiros libres, colgada de una hebilla similar a las de los celulares. Se estipula que las pruebas podrían realizarse en el conejillo de indias que es el Nacional B, el único más o menos organizado seriamente.
Ahora, digo yo, qué al pedo que están en la AFA para solventar este tipo de cosas, y hacer caso omiso de las tranzas dirigenciales, con los barras por ejemplo, o ahora con los pasaportes truchos. Al menos que la hagan completa y le pongan al tinte un aerosol de pimienta, para el uso del juez ante cualquier player que se le venga al humo (?).
Si se me pregunta, no le veo mucho futuro al proyecto: toda parafernalia con la que se quiso innovar fracasó. Basta mencionar como ejemplo el chip para resolver la polémica de si la pelota entraba completa o no, o los intercomunicadores para la terna arbitral. Pero bueno, son las delicias del fútbol argentino, el único que permite una investigación de ¡Siete! años para este tipo de cosas.

No hay comentarios: