jueves, 10 de julio de 2008

De internas (2).

A falta de fútbol, los diarios deportivos tienen que llenar su edición como sea. Mucho de este relleno tiene tintes extradeportivos que dejan entrever relaciones turbias entre atletas y periodistas (recomiendo ver el post en MásFutboleros) que no son precisamente saludables.
¿A qué viene todo esto? Cristian Tula parece que se enteró, mediante un diario reconocido, que el plantel de San Lorenzo (cuando digo plantel me refiero a sus jugadores, que de sanos no tienen un pelo) ya no lo querría entre sus filas.
Ese gran conventillo que es el plantel del Ciclón entró en conflicto ya en los últimos tiempos de Ramón Díaz al frente del equipo. Ciertos caprichos del DT riojano, sumados a otros caprichos de los referentes, generaron fricciones insalvables entre cuerpo técnico y jugadores, que se mantuvieron en el silencio (gracias al carisma del técnico ante la prensa) hasta la eliminación de los de Boedo en la Copa Libertadores, a manos de quien, a la postre, sería el campeón: Liga de Quito. El fracaso a nivel deportivo dio lugar a la explosión de una pelea que aún con cambio de cuerpo técnico (ya llegó Russo a dirigir) sigue sin dar tregua.
Respecto al tema del defensor, él mismo había tomado la decisión de no realizar la pretemporada con el equipo, como consecuencia del dinero que se le adeuda. A raíz de esta decisión, un grosso del plantel, un "referente", habría manifestado a los dirigentes su intención de poner esa plata de su propio bolsillo, con la condición de que el ex River se desvinculara del club de Boedo. Según lo trascendido en este mismo diario, este referente sería nada menos que Andrés D'alessandro, también ex river, y reconocido no sólo por su innegable talento en la cancha, sino por ciertas actitudes que parecen ser propias de todo jugador en su puesto. Lo peor del asunto es que, aún habiendo Tula ratificado lo que se dijo, haya salido otro pesado como Placente a desmentir todo, en un gesto casi ridículo (similar al que alguna vez tuvo Adrián Bastía, que también está protagonizando un bardo).
A fin de cuentas, me parece una falta de respeto grave que un jugador de fútbol tenga que enterarse por los medios lo que opinan sus colegas y sus compañeros. El hecho habla muy mal de quienes comparten el plantel con Tula (a quien tampoco defiendo, ya que en sus declaraciones también reparte palos para todos), y hablan doblemente mal de los periodistas deportivos, que no sólo se meten en los conflictos, sino que además los publican, quién sabe con qué consentimiento. Los códigos del vestuario otra vez al ataque. Y un pronóstico: no le tengo fé al plantel santo esta temporada.

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