Los recitales que van a llevarse a cabo en el club Ciudad de Buenos Aires serán, sin dudas, los más convocantes del año. Ya en sus ediciones anteriores gozaron de una gran convocatoria, proveída por la diversidad, y la cantidad de bandas que se presentan. Pero, ¿Realmente vale la pena ir a estos festivales?
Partamos del principio. Yo fui: al Gesell Rock en 2005 y a la pasada edición del Pepsi Music, en ambas ocasiones a ver a Attaque 77. En ninguna de las dos presentaciones me fui conforme; las funciones que dan los grupos que tocan son muy genéricas. Es decir, tocan los "grandes éxitos" más algunas canciones festejadas pero no célebres, con el objetivo de cumplir un buen papel y, más que nada, GUSTAR a la mayor cantidad de asistentes posible. Todas las presentaciones son muy compactas, pero no están pensadas para el público propio, seguidor, de siempre, sino para la audiencia en general. Esto desemboca en una hora y media de canciones por las cuales no pagaste 60 pesos para escuchar, y que te vayas de ahí con la sensación de que, pagando 30, ibas a verlos, por ejemplo, a La Trastienda, y la hubieras pasado mejor. Eso no quita que puedas encontrarte con grupos que te sorprendan (de hecho, creo que estos eventos son más útiles para las bandas "chicas" que para las ya consagradas), pero para eso, es mejor bajarse (o comprarse, copiarse, pedir prestado o como sea) uno o más CDs de distintos intérpretes, escucharlos y de ahí elegir.
Tampoco me chupo el clavo de la apertura mental. Son miles los que llegan a ver a una banda, o los que luego se van, una vez terminado un grupo.
Es mejor entonces, para mí, no asistir, aunque te gusten dos bandas de la grilla. Para eso, es mejor ir a verlas por separado, cuando den un show solos, y no toquen para impresionar a la gran mayoría que no fue a verlos.
sábado, 27 de septiembre de 2008
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1 comentario:
ya hay demasiados blogs similares. Dedicate a otra cosa.. de onda
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