martes, 19 de agosto de 2008

La historia sin fin.

Estoy triste, triste de verdad. La nota sobre Racing que figura en el olé me remite a épocas muy oscuras. Épocas en las que se tenían que jugar amistosos para pagar deudas, en las que síndicos atormentaban a tantos otros como yo con sus frases hirientes.
No tengo ningún reparo en admitir que soy hincha de la Academia. Es el club al que amo, como muchísimos aman los colores de otras camisetas. Y por eso no puedo ser objetivo. La retrospectiva hacia una década atrás me pone la piel de gallina.
Sólo quiero saber que, cuando me hablen de fútbol, pueda contestar con el fútbol de mi equipo. Quiero festejar títulos, verlo jugar en las copas. Pero nada de eso pasa. Veo a 11 jugadores que corren atrás de lo que venga, con la moral dos metros bajo tierra.
Lo que quiero decir, es que en estos momentos es muy frustrante ser hincha de Racing. No tiene nada de malo decir que tu club pasa por un mal momento. Pero cuando el momento se prolonga por tanto tiempo, es muy doloroso. La hinchada, la verdadera, le da el corazón la institución. Y siempre recibe desengaños. Y da muchísima bronca leer declaraciones como las de Gilberto. No por lo que dijo en sí, ni porque lo haya dicho él, sino porque es otra estocada. Y tantas juntas son insoportables.

No hay comentarios: