sábado, 23 de agosto de 2008

Sobre el Oro olímpico conseguido.

No hay mucho para agregar a lo que ya se ha dicho. El partido fue muy duro, además de feo, quizás por el durísimo calor a la hora en que se jugó. Otra muestra de que, por más organizados que sean, en China no saben de fútbol.
Hoy los medios se regocijan del bronce brasileño, de la asistencia de Messi, del gol de Di María (impresionante) y del campeón invicto. Pero quisiera saber qué se diría ahora, en el caso de haber conseguido la presea plateada. Aunque no sea así, hago mención a esto porque siento que el exitismo tiene que terminar. Por más instalado que esté en nuestras tradiciones, es un germen que debe erradicarse, porque no lograr el oro de ninguna manera puede ser considerado un fracaso.
Pero es mejor referirse al espectro meramente futbolístico de todo esto: me quedo con Di María, que fue quizás el mejor a lo largo del certamen. Rescato también al inagotable Mascherano, que goza del mayor respeto y admiración de quien escribe. Por otros 100 partidos más Javier. Siguiendo con los laureados (?), destaco a Pareja, que espero que después de esto emigre del fútbol de Bélgica hacia una liga más competitiva, que le permita tener un nivel que, a su vez, le permita convocatorias en la mayor. También nombro aquí a Gago, que si al principio fue resistido, se encargó de disipar las dudas que sobre él se tenían. Completo para marcar y distribuir, técnico, es el complemento ideal del mediocampo.
En fin, estoy siendo redundante. Si quieren un análisis mejor, les recomiendo LaRedó! y/o Vale Chumbar.

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